Queda camino por recorrer en la Prosecretaría de la Intendencia de Montevideo (IM) en lo que resta del período, pero el balance que hace Christian Di Candia sobre su gestión al frente de ese cargo es positivo. Entrevistado por CRÓNICAS, el flamante intendente realiza un repaso de las “batallas” que tuvo que enfrentar y de los logros obtenidos. Además, responde qué le quedó pendiente y qué cambios cree necesario profundizar.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Era el tercer suplente del exintendente Daniel Martínez y ni siquiera él se imaginaba llegar a reemplazarlo. De hecho, un mes atrás, el mismo Di Candia había admitido, en el marco del clásico almuerzo de CRÓNICAS en Panini’s, que no creía que le fuera a tocar asumir tal responsabilidad. Pero distintas circunstancias, como el malestar en la comuna con el primer suplente, Óscar Curutchet, por priorizar las elecciones en la Asociación Uruguaya de Fútbol, o la preferencia de la segunda suplente, Fabiana Goyeneche, por postularse a diputada, hicieron que el exprosecretario tuviera que tomar una definición.
“Cuando hablamos de la opción de ser intendente, en realidad es ser responsable con una decisión que uno tomó de acompañar a Daniel Martínez. Es ser responsable con el Frente Amplio, con el lugar que te dio la ciudadanía, y también tiene que ver con no ser hipócrita en el discurso y la acción. Es decir, si digo que los jóvenes nos tenemos que hacer cargo, que hay que ponerle el cuerpo a las ideas, si me toca a mí ser intendente, lo tengo que hacer. Sería muy difícil para mí ir en contra de un discurso que he sostenido siempre, más allá de que el costo pueda ser elevado”, había dicho en esa entrevista, publicada el viernes 15 de marzo.
De esa forma, y terminando con semanas de incertidumbre en las que no quedaba claro en manos de quién quedaría la IM, Di Candia finalmente asumió el mandato el pasado miércoles 10, luego de haber renunciado a su cargo público en la Junta Departamental de Montevideo.
El nuevo jefe comunal dejó la Prosecretaría “satisfecho” con la gestión que llevó adelante, y con la sensación de que pudo cerrar o al menos encaminar las diversas “batallas” que fue enfrentando, según afirmó consultado por CRÓNICAS.
En diversos ámbitos tuvo que dar esas luchas, pero asegura que lo hizo con la gente, con un trabajo que fue transversal, a escalas políticas y sociales, y en equipo. Los problemas de nocturnidad que generaban los boliches, la inequidad en la reglamentación que regulaba la venta de alimentos en la vía pública, la falta de tenencia responsable de mascotas en las calles y la utilización de carros con caballos para juntar residuos, fueron algunos de los casos en los que Di Candia buscó dar respuesta a las dificultades existentes.
Debates de todos
Uno de los debates más duros que afrontó fue el relativo a la nocturnidad. El aumento de denuncias por ruidos molestos en algunas zonas de Pocitos, Parque Rodó y Cordón, hicieron que fuera necesario definir un proceso de largo plazo que involucró a vecinos, dueños de boliches, Cambadu, municipios, el Departamento de Cultura, la Secretaría de la Juventud y las juventudes de los partidos políticos, con el fin de elaborar un nuevo marco normativo que finalmente se votó por unanimidad en la Junta. Si bien resta que se le hagan algunas modificaciones, el mes pasado comenzó el control de los horarios de los decs, mesas y sillas, por lo que se espera una disminución del ruido nocturno, puesto que, tal como explicó el jerarca, “el mayor problema es el ruido social, el que está en las mesas y las sillas de la calle”.
Otra de las discusiones que encabezó la Prosecretaría fue la de los alimentos en la vía pública. Así, vendedores de panchos, de tortas fritas, de garrapiñada, al igual que dueños de carros de chorizos y de food trucks que ofrecen diversos productos, formaron parte de un debate que demandó más de dos años de trabajo, y que culminó con nuevas reglamentaciones aprobadas en noviembre del año pasado. El objetivo es que todos los móviles de preparación y venta de comida tengan la correspondiente habilitación, y cumplan con ciertos requisitos en cuanto a aspectos de construcción, seguridad, regulación impositiva, etcétera.
Por otro lado, haber hecho realidad el primer proyecto que consiguió sacar carros de caballo de la calle y generar un recambio laboral para esas familias, fue uno de los grandes logros del flamante intendente. Aunque es consciente de que todavía falta mucho por hacer, tiene la satisfacción de haber dado esa pelea, en la que empezó con el retiro de seis caballos de la vía pública, y terminó con casi 40. La apuesta a futuro es poder quitar la mayor cantidad posible de esos animales –hoy hay unos 300-.
Transformaciones clave
La transformación de la Inspección General de la IM al Servicio de Convivencia Departamental fue otra gran conquista para Di Candia. De esa manera, se abandonó el modelo de la inspección “escondida atrás de un árbol” para conformar “una uniformada, capacitada para el encuentro con la gente”, con el perfil y el cometido de construir ciudad, más que de aplicar infracciones. Lo que se busca es que la gente respete las normas, pero no por miedo a la multa.
Otro logro que tiene que ver con la cultura, y donde el exprosecretario contó con el total apoyo de Martínez, fue la realización de los festivales de la convivencia. Su deseo es seguir profundizando en ese aspecto, pero está conforme con lo hecho hasta el momento, como la recuperación de la marca Montevideo Rock, y la generación de un espacio para la movida tropical con la misma tecnología, infraestructura y recursos técnicos. El tango también tuvo su lugar a través del Montevideo Tango, y así sucederá este año nuevamente. Además, el 2019 llegó con la novedad del Montevideo Hip-Hop.
Grandes obras
Todas estas luchas había que darlas, opinó el intendente, y las calificó como “grandes obras que no son bienes tangibles, no son de infraestructura ni salen 100 millones de dólares”, sino que surgen por el requerimiento de nuevas reglamentaciones y diálogos a diferentes escalas, y están relacionadas con “gestionar la transversalidad” para la convivencia en la construcción de la ciudad. En este camino, destacó el rol de Martínez, quien desde un comienzo apostó por el trabajo en equipo y la negociación a todo nivel.
Lo que falta
Al ser cuestionado sobre lo que queda por concretar en este período, Di Candia hizo referencia a la necesidad de profundizar la reforma del Servicio de Convivencia Departamental. Allí está pendiente la reestructura edilicia, la incorporación de los uniformes, algunos concursos y el ingreso de trabajadores. “Estamos en un debe con la ciudad en la cantidad de funcionarios que tenemos para dar respuesta al control normativo, que cada vez es mayor”, apuntó.
Además, hizo hincapié en que es importante seguir trabajando en la mejora de la Unidad de Mediación, donde se han llevado adelante nuevos procesos de capacitación, cuyo propósito es que el sistema dé respuestas a nivel territorial de forma eficiente, en el entendido de que “la convivencia es insatisfacción compartida”.
La limpieza: una responsabilidad compartida
-En este período la IM hizo grandes inversiones para limpieza en contenedores y camiones, pero los problemas persisten. ¿La responsabilidad es de Adeom?
-Las responsabilidades siempre son compartidas; nosotros, como administradores de la ciudad, asumimos la responsabilidad que nos corresponde. Cuando Adeom planteó que faltaban camiones y peones, nosotros asumimos que eso podía ser parte de una realidad, por eso es que existen 50 y pico de camiones, hay más peones, más ingenieros, más contenedores. Las políticas de mantenimiento cambiaron: hay stock de repuestos, por ejemplo. Todo eso sumado a una planificación estratégica a largo plazo generó un cambio radical en el área de limpieza. Eso es así al punto de que el 25 de diciembre del último año, cuando la ciudad normalmente ha sido un caos con los residuos, se mantuvo prácticamente limpia. Hoy todos los análisis de Desarrollo Ambiental y de Limpieza indican que con 30 camiones en un funcionamiento normal, la ciudad tiene que estar limpia. Sí puede haber dificultades en algunas zonas por comportamiento ciudadano o por cuestiones que van más allá de la gestión diaria del residuo.
-“De no ser por las medidas gremiales, Montevideo estaría 100% limpia”, dijo a CRÓNICAS el director de Gestión Humana y Recursos Materiales de la IM, Eduardo Brenta. ¿Comparte?
-Vuelvo a decir que la responsabilidad es compartida, ahora, la afirmación de Brenta es real. De hecho, se ha comprobado que en los momentos en los que hay paz gremial, la ciudad está limpia.
-Uno de los reclamos persistentes de Adeom es que no haya privatizaciones.
-Lo que hay hoy privatizado es lo que ha habido siempre. ¿Vos conocés algún restorán en Maldonado o en Rocha que tenga la misma cantidad de funcionarios para enero que para el resto del año? No. Lo que hace es tener lo que necesita para todo el año, y ver cómo en enero logra solucionar la demanda. Esto es lo mismo. Lo responsable es que la IM en los momentos de pico [de residuos] acuda al privado para que colabore.
