A pesar de estar frente al mayor ciclo alcista de las tasas de interés en más de 40 años, la economía estadounidense no parece verse resentida, y los últimos datos económicos apuntan a una gran solidez del consumo y la industria. Este escenario le da margen a la Reserva Federal (Fed) para realizar nuevos incrementos en las tasas de interés, si los entiende necesarios para volver a encauzar la inflación en su objetivo del 2%.
La economía estadounidense sigue mostrando resistencia al mayor ciclo alcista de las tasas de interés en más de 40 años. Las ventas minoristas y la producción industrial han vuelto a sorprender al alza, y los gigantes financieros como Goldman Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley revisaron al alza sus previsiones de PIB.
Actualmente los bonos del Tesoro a 10 años siguen elevando su cotización alcanzando su nivel más alto desde 2007, y los mercados ya están dando por descontado un nuevo aumento de tasas, que llegarían al 5,75% durante la reunión de enero.
El objetivo de la Fed, de conseguir un aterrizaje suave y controlar la inflación sin provocar una recesión, parece consolidarse. Si bien la inflación sigue en el 3,7%, algunos componentes como electrodomésticos y ropa experimentaron una fuerte caída, anticipando que los precios podrían volver al objetivo del 2% en el corto plazo.
Hasta no hace muchas semanas, las noticias apuntaban a cuándo comenzaría la Fed a bajar las tasas de interés, e incluso los mercados especulaban con un posible recorte antes de fin de año, pese a los mensajes de la Fed en contrario.
Sin embargo, ahora el Fedwatch Tool de CME, que rastrea las previsiones del mercado sobre las tasas de interés, recoge un fuerte repunte de las expectativas para que, en enero de 2024, la Fed suba los tipos de interés al 5,75%, 25 puntos básicos más desde los niveles actuales.
Entre los datos positivos para la economía de EEUU, se destaca que las ventas del comercio minorista aumentaron 0,7% en setiembre, muy por encima de lo previsto. Las compras aumentaron en ocho de las 13 categorías el mes pasado, incluyendo mayores ingresos en restaurantes, concesionarios de vehículos y tiendas de cuidado personal.
La fortaleza del consumo está siendo tan fuerte que está manteniendo a flote la industria manufacturera. El índice de producción industrial de la Fed subió en setiembre a su nivel más alto en casi cinco años.
Tras conocerse esos datos, los economistas de Morgan Stanley elevaron su previsión de crecimiento del PIB del tercer trimestre a 4,9%, mientras que JP Morgan ahora ve una expansión de 4,3% y Goldman Sachs de 4%. Por su parte, el modelo en tiempo real de la Fed de Atlanta apunta a que la economía creció un 5,4% en el tercer trimestre, que sería el más fuerte desde finales de 2021, con el consumo personal aumentando a un ritmo del 4,1%.
Este escenario haría que la Fed deba seguir enfocando sus miradas en la inflación. Cabe recordar que a 2023 todavía le quedan dos reuniones del banco central estadounidense, una en noviembre y otra en diciembre.