El Índice Líder de CERES (ILC) aumentó en marzo con una tasa positiva de 0,3%, lo que indica que en el primer trimestre de 2024 la actividad continuó al alza, como ocurre desde fines del año pasado.
De todas maneras, 2023 cerró con un leve crecimiento, de 0,4%, por la afectación de varios sectores, como la sequía, el encarecimiento relativo con Argentina, la parada de la refinería de Ancap, así como la finalización de grandes obras.
Este año no hay sequía, la brecha de precios con Argentina se redujo significativamente y la planta de refinería de La Teja tiene previsto volver a la actividad próximamente, por lo que se proyecta un repunte de la actividad. A su vez, se proyecta que las exportaciones den impulso con la producción plena de la segunda planta de UPM, y hay otro efecto positivo por la concreción de nuevas inversiones. Esto comienza a visualizarse en los primeros meses con datos positivos a nivel de empleo y salario real, lo que repercute en un mayor consumo, y se espera que este dinamismo continúe en los próximos meses.
Sin embargo, el país lleva una pérdida de competitividad -medida a través del tipo de cambio real global- de 14% en los últimos dos años, con afectación significativa para la rentabilidad de la industria agroexportadora y el turismo. No se espera un cambio en la tendencia en este aspecto, por lo cual estos problemas persistirán en los próximos meses.
El registro del ILC en el mes de marzo se sustenta en el crecimiento de más de la mitad de las variables que lo componen. Así lo indica el Índice de Difusión (ID), que muestra la proporción de los componentes del índice que crecieron en el mes, y fue 63% en marzo.