Tras la celebración del congreso de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (Auder), el ente público anunció la creación de un parque solar fotovoltaico en el que se distribuirán 25 megavatios (MW) en San José y 75 MW en el norte del país. Silvia Emaldi, presidenta de UTE, resaltó al respecto que es “necesario incorporar energía solar ya que es complementaria a la existente”, y brindó detalles acerca de su financiamiento.
En el marco del congreso de Auder, que se desarrolló en el LATU y que contó con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou; el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; el ministro de Ambiente, Robert Bouvier; la presidenta de UTE, Silvia Emaldi; el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic; el director nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Fitzgerald Cantero; y el vicepresidente de Ancap, Diego Durand, UTE anunció sus movimientos al respecto de la renovación energética.
Actualmente, la empresa estatal está construyendo su primer parque fotovoltaico en un predio de San José, localizado en la zona de Punta del Tigre. El proyecto contará con 67.000 paneles que se están montando en un predio de 35 hectáreas, que producirán un total de 32 megavatios (MW).
Emaldi declaró que, además de los 25 MW que se instalarán en San José, se colocarán 75 MW más en el norte del país, aunque no especificó la localización.
En este sentido, anunció que se está desarrollando un plan de “expansión de la generación de la energía renovable”, que tendrá su punto de partida en 2025 y seguirá su desarrollo en 2026 y 2027, con una inversión de US$ 100 millones de UTE.
“Es necesario incorporar energía solar ya que es complementaria a la existente”, aseveró, y agregó que “esta inversión será 100% de UTE, pero posteriormente se evaluará que haya inversión privada”.
Al respecto de la inversión, Emaldi contó en rueda de prensa que, según lo acordado con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el monto estará a cargo de UTE y se buscará que sea “optimizado” a través de los costos asociados, apuntando a que en un futuro lejano sea reflejado en las tarifas públicas.
Esto brindará la posibilidad de incorporar nuevos contratos de generación de energía privada, tal como ocurrió con la mayoría de los parques eólicos en la década pasada.