Emaldi: “Buscamos renegociar los contratos PPA para bajar los US$ 500 millones que por año debemos pagarles”

EN PANINI’S

Foto: Serrana Pin

Silvia Emaldi, presidenta de UTE


A 110 años del nacimiento de UTE, la empresa estatal generadora y proveedora de energía eléctrica tiene el foco puesto en la segunda transformación energética. Uno de los ejes para llevarla adelante es la descarbonización, para lo cual sigue avanzando con el plan de movilidad eléctrica y apuesta por el hidrógeno verde. Su presidenta conversó con CRÓNICAS acerca de los desafíos que enfrenta el organismo actualmente y las principales metas a futuro. “Estamos impulsando la sustitución a nivel industrial y particular de combustible fósil por energía eléctrica”, destacó la jerarca.


El menú En la cava de Panini’s, Emaldi degustó risotto de camarones, zucchini y langostinos grillados, que acompañó con agua mineral. Para extender la sobremesa, eligió café Illy.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Dónde se ha puesto el foco en la gestión de UTE en lo que va del gobierno?

-Nosotros estamos poniendo foco en la segunda transformación energética. Para ello, uno de los ejes es la descarbonización, es decir, aprovechar el uso de las energías renovables para dar este salto y facilitar la movilidad eléctrica. Estamos desarrollando toda la infraestructura a nivel nacional de la instalación de cargadores eléctricos, que al momento superan los 150 y el año que viene van a ser 300. El ahorro es de 10 a uno según nos dicen los números, aunque a veces decimos de ocho a uno para ser más cautos. El desafío que tenemos es la instalación de cargadores rápidos y para el año que viene tendremos cerca de 70 en distintos puntos del país. Estos en 20 o 30 minutos te cargan hasta un 80% de la batería. A su vez, estamos desarrollando la tecnología para que a través de una aplicación los clientes sepan dónde están los puntos de carga y cuál es la disponibilidad.

-¿Cuál es el número de vehículos actual?

-Al momento hay unos 2.000 entre taxis, buses y vehículos particulares. Y en lo que tiene que ver con el consumo de energía por los cargadores eléctricos, desde hace cuatro años a esta parte viene duplicándose año a año.

Estamos impulsando la sustitución a nivel industrial y particular de combustible fósil por energía eléctrica, de modo de generar el uso de energías más limpias. Por ejemplo, estamos promocionando las bombas de calor que es algo básico para muchos edificios. Es una tecnología eficiente y UTE ha generado beneficios en el pago de la potencia por varios años para facilitar el uso.

En paralelo, el país ha iniciado un camino liderado por el Ministerio de Industria (MIEM) en la incorporación del hidrógeno verde. Venimos trabajando en un grupo interinstitucional en los proyectos pilotos que se están evaluando y que requieren tanto la provisión de energía eléctrica por parte de UTE en los primeros tiempos, como el respaldo posterior. En general, muchos de estos proyectos van a instalar su propia energía, ya sea a través de parques eólicos o granjas solares. En general, casi todos requieren el respaldo de UTE por si en algún momento no hay sol ni viento.

-¿Este proyecto piloto es el de los 10 camiones?

-Sí, pero se amplió en este momento. No se restringió, el Ministerio habilitó a que presentaran otras iniciativas. Entonces, hay proyectos que no solo tienen que ver con los camiones o los buses a hidrógeno, sino otros que se están evaluando y por eso no se puede dar mucha información.

-¿Se podría correr el riesgo, tomando en cuenta la inversión del Estado, de un nuevo “Gas Sayago”, como ha dicho el director de UTE por Cabildo Abierto, Enrique Pées Boz?

-Con el MIEM, que lidera este grupo en el que están Ancap y UTE, el objetivo es que las inversiones sean privadas y que el Estado y en este caso UTE lo que disponga cuando sea requerido sea la energía o las redes de transmisión, para que esa energía fluya por el país. En el caso de las redes de transmisión y distribución eso es servicio público y en principio otro no podría instalarlo. Entonces, está definido como estrategia que las inversiones sean de los privados y brindar un subsidio como incentivo, pero está suficientemente claro a nivel del Poder Ejecutivo que no se puede hacer lo mismo que en Gas Sayago.

-¿Está previsto que UTE produzca hidrógeno verde en el futuro?

-Eso es algo que se deberá evaluar con estudios técnicos. A nivel mundial ya empieza a haber pilotos donde en las centrales térmicas que hoy usan gas o gasoil se pueden reconvertir las turbinas para el uso de hidrógeno o hidrógeno con gas u otros combustibles sintéticos. En el futuro o mediano plazo y luego de realizar todos los estudios técnicos con base en la evolución podrá pensarse en eso. Probablemente, las turbinas de la central de Punta del Tigre, la de ciclos combinados, puedan ser reconvertidas al uso de hidrógeno. Ahí sí apuntaremos al ser país carbono neutral, si bien hoy tenemos 97% de energías renovables y un 3% en promedio de térmica. En tal caso, a futuro UTE podría ser un productor de hidrógeno verde para su propio uso o comprarle a un tercero que lo produzca.

-¿De aquí a cuántos años se proyecta eso?

-Los estudios están empezando ahora, pero las inversiones serán de aquí a los próximos 10 años, cuando ya esté más avanzado y más estudiado ese proceso. Pero eso va a ocurrir. En Brasil ya hay un proyecto piloto en unas centrales térmicas que están reconvirtiendo algunas de sus turbinas. Pero el Poder Ejecutivo y UTE tenemos claro que no vamos a aventurar inversiones.

-Un tema que genera controversia son los contratos de clientes libres. La directora de UTE por el Frente Amplio, Fernanda Cardona, ha dicho que el directorio no defiende a la empresa pública en este caso.

-A través de esos contratos con los clientes libres estamos manteniendo beneficios que desde el año 2018 se venían dando al sector productivo, al sector exportador, para que sean más competitivos. Los productos uruguayos tienen que competir en la región y esos mismos beneficios se los estamos dando a quienes están firmando con UTE esos contratos, que además son en dólares.

-¿Cuál es la importancia de la incorporación de dólares para UTE?

-Es clave porque el resto de los ingresos, excepto los de exportación, son todos en moneda nacional, y el 60% de los gastos e inversiones son para pagar contratos y suministros en dólares. Esos contratos le garantizan a UTE, en general durante tres años o en algunos casos cinco, que estos grandes clientes permanezcan y que no contraten a otros generadores privados, como lo habilita el marco regulatorio desde el año 1997. Los beneficios se venían dando porque la alternativa que tenían algunas de estas empresas, de no bajar sus costos, era cerrar. Estamos defendiendo las fuentes de trabajo.

-¿Qué riesgo se correría si más empresas se fueran con un generador privado?

-El riesgo es que perdés clientes que son de los que tienen mayor consumo, perdés facturación. Toda la infraestructura está pensada para esa demanda, si vos empezás a perder demanda tenés infraestructura que empieza a quedar ociosa. El resto de los clientes tienen que, dado que es una empresa pública…

-Esas empresas pagan…

-Pagan una tasa porque la retransmisión es monopólica de UTE, pero pagan solo por eso. Por la energía, por la generación, no pagan, le pagan al privado. Ya hay dos que firmaron con privados, Coca Cola y Central Lanera. Ambas firmaron contrato con una empresa de Salto.

-Si los clientes en el futuro se siguen yendo, ¿eso podría derivar en un aumento de tarifas? 

-No necesariamente, según el volumen de clientes que se vayan. Es un caso hipotético. No se van a ir todos tampoco porque tiene que instalarse mucha generación para brindar ese servicio, pero en realidad podría darse en un mediano plazo.

-¿UTE tiene margen como para competir?

-Es lo que estamos haciendo, manteniendo esos beneficios en la tarifa que por decreto se venían dando: UTE está haciendo esos descuentos en las tarifas a grandes consumidores que se adhieran a los contratos. En definitiva, es competencia. 

-Por otro lado, están en un proceso de conversaciones para modificar los contratos PPA con los privados. ¿Cuáles son los objetivos?

-Ya hicimos la apertura y estamos analizando las ofertas. Nuestro objetivo es renegociar, de los 1.500 megavatios de eólica que se han contratado en una primera etapa, adecuar el precio en este período, dado que los parques en general —y eso está documentado por los fabricantes— podrían extender su vida útil ocho años más pasados los 20 años que están establecidos en los contratos. El propósito sería, en caso de lograr esa extensión, reducir el precio, de modo que sea beneficioso para ambas partes, pues en el fondo los inversores se garantizan tener ocho años más de ingresos. La meta es que con esa adecuación bajen los US$ 500 millones que por año debemos estar pagando a estos contratos.

-Con el diario del lunes, ¿el cambio de la matriz energética se podría haber hecho de otra manera?

-Hay unos 300 o 400 megavatios que se contrataron sobre el final, que podrían haberse dilatado en el tiempo, analizando si era el mejor momento, la oportunidad y conveniencia de incorporarlos. El acuerdo multipartidario había arrancado en 300 y terminó en 1.500. En este período estamos agregando un parque solar fotovoltaico de 30 megavatios y proyectamos que para el 2026 se requerirá instalar otro de 100, por la evolución de la movilidad eléctrica. En el país hay 1.500 megavatios de eólica y 250 de solar fotovoltaica, y la complementariedad es importante porque los parques eólicos tienen mejor producción en la noche.

-¿Era necesario firmar contratos a 20 años?

-Sí, por el período de amortización de los equipos. Lo que más discutimos es la cantidad, es decir, los últimos 300 o 400 megavatios de capacidad instalada que podrían haberse analizado.


Nueva imagen corporativa: “Era momento de modernizarnos”

-¿A qué se debe el cambio de la imagen corporativa?

-Estamos trabajando para que UTE sea una empresa más cercana a todos los clientes: a los más vulnerables, los residenciales, los industriales, los comerciales, los del agro. En esa búsqueda estamos desarrollando más herramientas para la descentralización de todos los trámites y por ello llegamos a las zonas más alejadas a través de los tótems de teleatención. También se hacen consultas y reclamos a través de la web y el WhatsApp. Se trata de utilizar los distintos medios de comunicación y la tecnología para facilitarle la vida a la gente. En ese marco de nuevas políticas comerciales se definió que UTE debía actualizar su imagen corporativa, que tenía 31 años. Era momento de modernizarnos.


“Desde el punto de vista real estamos bajando la tarifa”

-En lo que respecta a la tarifa, desde un principio se dijo que se apuntaría a una reducción. ¿Qué se ha hecho al respecto?

-La hemos reducido. En el año 2021 UTE incrementó un 5% la tarifa y la inflación estaba en un 8% u 8,5%. En este año el ajuste de tarifa fue 3,5% y la inflación está proyectando cerrar en torno al 9,5% o 9,8%. Desde el punto de vista real estamos bajando la tarifa. Los que se han pasado al plan inteligente, en promedio, han tenido una reducción del 20%. A su vez, tenemos los 134.000 clientes de las zonas más vulnerables, donde a partir de enero de este año, con el bono social de la energía eléctrica, se les descontará hasta el 90% del valor de su factura. El objetivo es que todos esos beneficiarios se mantengan en el sistema y apliquen prácticas de eficiencia energética a través de talleres y charlas. Se va trabajando barrio por barrio para ir difundiéndolo. También se pretende que estén al día con el pago de la factura, que tiene importantes descuentos.

-¿Cómo ha sido la recepción en esas zonas?

-Muy buena. Cuando uno va a esos barrios, la gente nos dice: “nosotros no queremos estar colgados, porque sabemos que no está bien y también implica riesgos”. Ha habido accidentes graves y mortales. De repente había una lluvia y se quedaban sin luz, y no podían reclamar porque no eran clientes formales. Además, es seguro porque les hacemos la instalación interior a través de cooperativas en todo el país.