Carlos Enciso, intendente de Florida
Bajo el ala de Luis Lacalle Pou podría situarse en una zona de confort, pero eligió no estarlo y lanzar su propia corriente de proyección nacional con una lista al Senado. Incluso mantiene conversaciones con dirigentes del otro sector para que se sumen a su proyecto. El intendente de Florida, Carlos Enciso, apuesta a recorrer su propio camino, aunque tiene claro quién es su candidato y cuál es su rol, lo que “no quita que en un futuro pueda estar abierto a otras opciones”. En entrevista con CRÓNICAS, aseguró que el Partido Nacional (PN) está listo para gobernar en 2020, aunque “a la oposición le falta acordar cuatro o cinco puntos claves”.
El menú En la cava de Panini’s, el jefe comunal degustó sopa de hongos y queso crema, y de segundo plato optó por corvina con puré de papas, espinaca fresca salteada, champignones, portobello, tomate confitado y vinagreta de almendras. Acompañó el menú con agua mineral con limón, y más tarde eligió extender la sobremesa con café.
Por Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-¿Por qué tomó la decisión de lanzar su propia lista al Senado, aun sabiendo que contaría con el apoyo de Lacalle Pou para llegar a ese lugar?
-La idea es conformar una expresión propia para octubre con lista al Senado, previo apoyo a Luis Lacalle en la interna. Nosotros creemos que el partido usa el sistema electoral inversamente proporcional a lo efectivo que ha sido el Frente Amplio (FA) en ese gran rastrillo que plantea en octubre con 8, 9, 10 listas al Senado como mínimo, que son partidos o corrientes de opinión a veces contradictorios en sus propuestas, pero muy eficientes en lo electoral.
Entonces, yo no digo que el PN vaya a ganar o que el FA haya ganado elecciones anteriores por ese componente, pero no tengo dudas de que la mayoría parlamentaria la ha logrado muchas veces por muy poquito en función de ese amplio armado electoral.
Yo soy un agradecido y fui segundo en una inmejorable situación en la anterior elección por la lista única de Luis del sector Todos, pero ya en aquel momento era de los que mantenía la visión de que el partido tenía que tener la capacidad de ampliar su base de sustentación electoral, no solamente en el armado electoral para contemplar agrupaciones que quedan desmotivadas, sino porque hay una cantidad de temas que hoy no están en la agenda partidaria y en la discusión nacional, que creo que el partido debe tomar.
-¿Por ejemplo?
-Algunas son viejas banderas que por pseudo complejos hemos entregado, como todo el tema social, y algunas son cuestiones y propuestas de coyuntura, de economía, que deben estar en la agenda si somos gobierno, y también en la discusión partidaria para aggiornar nuestro programa.
-¿La idea, entonces, es cambiar la estrategia que se venía dando de la lista única?
-Ya en algún aspecto, y más a nuestro favor, sabíamos que no iba a haber lista única. Hoy las listas que se están conformando, por lo menos en nuestro sector, tienen un componente muy metropolitano, con compañeros que tienen gran experiencia y capacidad legislativa, pero eso no implica que no pueda ser posible una lista encabezada por alguien desde la impronta de una gestión municipal que, en el estilo, en el discurso y en las propuestas, creemos que podemos complementar a Lacalle Pou por nuestra propia experiencia ejecutiva.
-Teniendo en cuenta justamente esa experiencia como intendente que hoy transita su segundo período consecutivo, ¿qué cree que le puede aportar al gobierno nacional en caso de obtener la banca?
-Lo que yo quiero aportar es previo a la elección y a que el partido tenga la posibilidad, como todos creemos, de ser gobierno. Es decir, quiero brindar apuntes para la discusión programática, que pueden tener su desarrollo pero que van a insertarse en un programa troncal, que primero discutiremos en el sector y después tal vez vaya al programa único.
-¿Cuáles son esos apuntes?
-Esos temas pasan por cambiar algunas cuestiones que son intocables en este país a veces muy conservador, e incluyo en eso al propio gobierno del FA, que cuando habla de descentralización, que es una vieja bandera del PN, se confunde con la desconcentración de algún trámite o la transferencia automática de recursos a los gobiernos departamentales, que sale de la reforma constitucional de 1996. Nosotros creemos que esa discusión no debe estar encapsulada a la mera transferencia de dinero, aunque hay que reconocer que ha sido previsible y en tiempo y forma.
Otra línea que estamos elaborando es la creación de una agencia de descentralización y desarrollo, que no es para generar más burocracia, sino que es para sacarle algunas competencias a la Corporación Nacional para el Desarrollo, que en algunos aspectos no llega al Interior profundo. Hay que empoderar al Interior, no en contra de Montevideo, sino para que sea un país más integral, para que no siga potenciándose solamente el litoral y la costa.
Si no generamos recursos para que queden en el Interior profundo, los gobiernos departamentales estamos destinados a depender cinco años del gobierno de turno y de una OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto) que es estructuralmente centralista; esa es la lógica que queremos cambiar.
-¿Cree que dentro del PN no están presentes estas preocupaciones?
-Exacto, no con el ímpetu y el énfasis que podemos darles nosotros, y es algo que puede ser compartido por Luis, pero tal vez de allí para abajo nadie toma en cuenta estas cosas porque no las sufren, no las viven, y no les han dado la importancia que se merecen.
Por lo tanto, esto no es para hacerlo cuando tengamos la banca en el Senado, esto hay que generarlo antes porque yo quiero que mi partido lo tome en el programa de gobierno, y además creo que puede haber mucha gente que lo comparta cuando lo tengamos redondeado dentro de unos meses.
“Con Mujica se filosofaba del diagnóstico y de algunas cuestiones que había que abordar, pero después pasamos raya y los problemas no se solucionaron”
-¿Conversa con el gobierno sobre esos problemas que tiene el Interior y esa centralización que hay el país, que mira sobre todo a Montevideo? ¿Hay una instancia para plantear esos temas?
-Algunos tenemos diálogo con los ministros, y a veces hay ministros que no te atienden, o ministras. Depende del tema, de la cartera y del vínculo con el departamento. Podemos analizar la OPP anterior y la actual, podemos analizar el estilo de [Tabaré] Vázquez y el de [José] Mujica… con uno se comía algún asado en Anchorena y se filosofaba del diagnóstico y de algunas cuestiones que había que abordar, pero después pasamos raya y los problemas no se solucionaron.
Con el gobierno actual hay una relación civilizada, pero después en muchas cosas no pasa nada. Con algunos ministros puede haber algún paliativo puntual en alguna gestión directa, y a otros lugares no podemos llegar directamente porque somos de la oposición y algunos no ven que somos gobernantes como ellos, aunque sea en otro nivel.
-¿Y qué puede decir con respecto al gobierno anterior, cuando también era intendente?
-Yo creo que el estilo de Vázquez es más formal, más distante, más serio, más previsible, más protocolar. Con Mujica era lo inverso, era informal, imprevisible, a veces era muy coloquial, pero hubo muy poco resultado en muchas cosas. En lo departamental, teniendo en cuenta lo que esperábamos, quedaron en el debe varias cosas.
Y este gobierno agarró un déficit fiscal, que es sobre lo que hoy debaten [Danilo] Astori y Mujica. Lo positivo es que se transparenta una discusión que, si bien en su momento nos dijeron de todo a los blancos porque según ellos no había una situación compleja, hoy es el propio ministro Astori el que habla del déficit, que además está por encima de los cuatro puntos.
A su vez, el déficit que hoy quiere transparentar en la discusión Astori achacándoselo a Mujica, en parte es algo con lo que este gobierno va a tener problemas en cuanto a la ejecución de muchos planes.
-Fuera de los problemas departamentales, ¿qué temas que hoy no forman parte de la agenda de gobierno cree que deberían estar presentes?
-Los temas que he mencionado son los que están más vinculados a la gestión de un intendente, a cómo mejorar la descentralización, a cómo hacer un país más integral, pero yo no estoy cerrado a que en la agenda también estén algunos temas vinculados a los jóvenes, la educación, la inserción laboral y los factores diferenciales según las zonas donde vive el estudiante, las políticas de género, la inclusión, la cultura.
El PN ha tenido una riqueza histórica cultural en muchas etapas y ha habido una retracción de eso, que creo que hay que revalorizar. Hay una concepción cultural más amplia que se la hemos cedido al FA también por ciertos complejos, y yo creo que como partido hay que ser integradores y no generar divisiones o estigmas como hemos visto en estas épocas.
Todos estos son temas que no hemos terminado de pulir porque nuestro movimiento ni siquiera tiene nombre, aunque eso no nos preocupa demasiado porque recién estamos generando consultas, opiniones, algunas adhesiones.
-¿Cómo fue que surgió este nuevo movimiento?
-Surgió primero porque yo ya olfateaba la necesidad de un espacio que mi entorno me estaba haciendo ver, de complemento, de reflexión, de aporte. Por otro lado, porque el armado electoral es muy centralizado y ordenado solamente en función de la interna.
Independientemente de los votos que podamos tener en la interna, esta expresión electoral no nace para negociar en junio con nadie, por el contrario. Yo podría estar en una zona de confort como muchos, pero elegí no estarlo, voy a recorrer el país y los barrios de Montevideo, sin descuidar la gestión municipal porque hay equipo, pero no es para llegar a junio y después negociar.
-Llegado el momento ¿pelearía una candidatura presidencial si viera una oportunidad de competir o de posicionarse como figura líder dentro del partido?
-No. Yo en esta elección tengo claro quién es mi candidato y cuál es mi rol, pero no quita que en un futuro, después de que el PN gane la próxima elección, pueda estar abierto a otras opciones. Yo no me cierro, pero tampoco me desespero. Yo no digo que no, pero no es mi objetivo. Todo depende también de cómo me vaya en esta apuesta y dónde esté en el próximo período.
“En el PN ha habido mucho ruido y pocas nueces en cuanto a candidaturas”
-¿Ha hablado con dirigentes blancos fuera de Todos para que se sumen a su proyecto?
-He hablado con algunos, no voy a negarlo, y estoy en conversaciones, pero no es el mero hecho de una negociación por cargos, que no los tengo, sino que es por afinidad hacia el futuro, y el tiempo dirá quién de ellos puede plegarse con nosotros.
-En enero pasado, en la reunión en La Paloma, Lacalle Pou pidió a su sector no pensar en las elecciones y trabajar para el presente. Pese a esto, usted se proyecta como candidato al Senado cuando todavía faltan dos años y medio. ¿Por qué?
-Parece una contradicción donde no la hay. Una cosa es él como candidato, que en su momento generó una batería de propuestas hacia el propio gobierno que no fueron recogidas, y la filosofía que él implantaba en enero era que este gobierno todavía podía corregir y hacer cosas, que teníamos que dar una mano para cambiar algunas cuestiones que vemos mal, con nuestro aporte en el Parlamento o en los ámbitos necesarios.
Pero mi caso es más de tipo interno estructural, y yo tengo un gobierno departamental que no está desatendido ni lo va a estar, pero si no arranco con tiempo es muy difícil posicionarme internamente contra las grandes estructuras que están bastante consolidadas. Creo que eso no se contradice con lo que pidió Luis.
-¿Cómo ve la interna del PN, que ha tenido movimientos y donde ya no hay solamente dos alas claramente definidas como había hasta hace unos años?
-Yo creo que por ahora ha habido mucho ruido y pocas nueces. ¿Qué quiero decir? Que formalmente hay dos candidaturas: Luis Lacalle, que fue el candidato que ganó la interna en la anterior elección, y la voluntad de Jorge Larrañaga, que no me voy a inmiscuir en los temas internos de su sector, pero que en los últimos días ha ratificado que va a ser candidato.
Después hay sectores que se han independizado, fundamentalmente de lo que es la influencia directa de Larrañaga, pero no me queda claro si es un tema de independencia de su sector o de posibles candidaturas presidenciales. La única que ha insinuado algo en ese sentido ha sido Verónica Alonso, que es de lealtad intelectual nombrarla y posicionarla, no solo por algunas encuestas, sino porque ella misma ha manifestado esa posibilidad, pero tampoco lo ha concretado aún.
-En un momento daba la impresión de que se generaría un movimiento de intendentes blancos.
-Hay posibles corrientes de opinión interna como la nuestra, pero ninguno de los intendentes de Alianza ha salido claramente con una lista al Senado y con una corriente propia como estamos haciendo nosotros. Y yo los respeto y hay gente muy valiosa en experiencia de gobierno, porque el PN gobierna bien hace 25 años el 70% del territorio del país, aunque obviamente lo que pesa más mediáticamente es el área metropolitana.
Ahí hay experiencia para gobernar cualquier estamento público. Hoy Alianza tiene muy buenos intendentes en función, y son de importancia política. Ahora, yo estoy haciendo lo inverso, estoy saliendo sin ningún legislador, sin ningún intendente, mi corriente de opinión es de abajo para arriba.
-Sin embargo, pese a esa experiencia de la que habla, hace un tiempo Larrañaga dijo que la oposición no estaba preparada para gobernar. ¿Usted cree lo contrario?
-Yo creo que el PN está preparado, pero a la oposición le falta acordar cuatro o cinco puntos que me parecen claves, para que la gente, independientemente del candidato preferencial que tenga, sepa que así gane tal o cual, ya va a haber un pacto de temas parlamentarios arriba de la mesa. De esa forma, llegado el momento habrá algunos proyectos de ley ya consensuados, cosa que en la anterior elección no pasó, sino que la oposición llegó a octubre con un tiroteo cruzado entre algunos candidatos.
-¿Cómo se prepara Florida para la megainversión de UPM?
-Con una actitud positiva por lo que va a implicar para el centro del país desde el punto de vista de un impacto laboral directo, y por el usufructo de la nueva inversión vial, que va a tener un porcentaje para otras empresas que puedan poner su carga y así bajar costos.
“El FA nos ha sacado muchas banderas, y nosotros nos las hemos dejado robar”
-En el acto de relanzamiento de la lista 8, usted habló de la necesidad del partido de abrir sus puertas a quienes no fueran nacionalistas, y hoy está muy presente el tema de los frenteamplistas descontentos, muchos de los cuales se han agrupado y plantean o votar anulado o sumarse a otro partido. ¿Qué debe hacer el PN para atraer a esos votantes?
“Debemos cambiar algunas cuestiones que son intocables en este país conservador, e incluyo en eso al gobierno del FA”
-Varias cosas. Primero, tener la capacidad de generar un programa concreto en el que se aborden los tem as que realmente hoy preocupan a la población. Por un lado, debe haber una columna de promesas que el FA no pudo cumplir, algunas muy complejas, pero que hay que abordarlas. Hay un problema en el FA para acordar, le ha costado hacerlo por las contradicciones internas y por la falta de acuerdo de la Mesa Política. Eso no puede pasar.
Por otro lado, el PN no puede estar etiquetado con cierto maniqueísmo, como ha hecho el FA. No es el partido que defiende un barrio de Montevideo contra otro, no es el partido de la campaña rural contra lo urbano, es un partido que tiene que volver a ser lo que fue históricamente.
-¿En qué sentido?
-Fue un partido popular, en la calle, en contacto con la gente, pragmático en muchas cosas, pero con sus principios de la defensa de ciertos valores nacionales, de integración, de desarrollo, de equidad, de justicia social, de solidaridad. Todas esas son banderas que nos las han sacado, a veces con sustento y a veces sin sustento, y que nosotros nos las hemos dejado robar en las últimas décadas por el FA.
-¿Por qué?
-Porque nosotros perdimos culturalmente, es decir, algunas banderas las robaron y algunas las perdimos nosotros porque los dejamos ganar la batalla cultural, en el sentido amplio del término, antes de que Vázquez ganara la primera elección, o sea, ellos no ganaron solamente por la crisis del 2002, había una base de acumulación cultural, de las superestructuras en términos marxistas.
-¿Cuáles son esas promesas del FA que no ha podido cumplir y que el PN debe llevar adelante en caso de ser gobierno?
-Educación… no puede ser que sigamos en discusiones pseudo bizantinas, la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) en gran parte ha sido lenta e inepta para ejecutar recursos millonarios como nunca los tuvo ningún gobierno como estos últimos. Para construir una escuela o un liceo, el burocratismo y hasta la desidia en algunos casos, han sido muy grandes.
También está el tema de la vivienda, hay gente al borde del desalojo, hay gente que no puede pagar un peso por una situación de pobreza, de necesidades básicas insatisfechas. Y está la inseguridad.
Hay que corregir y mejorar algunas cosas. Yo no soy de los que piensan que hubo una década perdida, pero hay mucho para modificar y mejorar. Yo creo que luego de 15 años del FA, es necesario un relevo, por lo menos precisamos 10 años de otro partido, en este caso, el PN.
Hipódromo de Florida: “Una pequeña gran industria”
Desde 1886 Florida tiene uno de los hipódromos más viejos del país: el Hipódromo Irineo Leguisamo. Hace casi 40 años que estaba en manos del Jockey Club del departamento, hasta que sobre fines del año pasado, por diferentes circunstancias, éste demostró la voluntad de devolverle a la Intendencia el comodato.
Ante eso, “nosotros no dudamos de que el hipódromo no podía cerrar porque es una fuente directa de trabajo”, explicó el intendente, y agregó que “el mundo del turf es una pequeña gran industria, y en Florida hay 30-40 familias directamente involucradas a dicho negocio, más lo que lateralmente puede mover, además de que genera un atractivo turístico en una zona que se redimensionó”.
Dada la importancia de esta actividad para los floridenses, el hipódromo se reinauguró el sábado 3 de junio, tras cinco meses de obras de remodelación del predio que demandaron unos 6.850.000 pesos. Además, en la restauración se incorporó un nuevo centro de servicio veterinario.