El canciller Omar Paganini y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, se reunieron en Bruselas con autoridades de la UE para impulsar la ratificación del acuerdo Mercosur-UE. En diálogo con CRÓNICAS, el consultor en asuntos internacionales y logística, Gonzalo Oleggini, dijo que hay que cumplir con los altos estándares que tiene la UE para que el tratado se concrete. El acuerdo, considerado de “última generación”, eliminará el 70% de los aranceles de la UE de forma inmediata, lo que beneficiará mayormente a los exportadores actuales.
Los ministros de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, y Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, se reunieron el pasado 4 de febrero con ejecutivos de la Comisión Europea y representantes del Parlamento Europeo. El comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que el objetivo de este encuentro fue dar seguimiento al proceso que lleva Europa del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), además de transmitir el “fuerte apoyo de Uruguay a la ratificación del texto acordado en la Cumbre del Mercosur de Montevideo, en diciembre de 2024”.
En diálogo con CRÓNICAS, el consultor en asuntos internacionales y logística, Gonzalo Oleggini, repasó los beneficios principales del acuerdo de libre comercio Mercosur-UE, a los que clasificó en tres niveles: “El primero es comercial, el segundo es desde el punto de vista de las inversiones, y el tercer nivel está relacionado con la cooperación”, sostuvo.
El experto puntualizó que, desde el punto de vista comercial, Uruguay va a pagar menos aranceles a la hora de ingresar productos a la UE. En segundo lugar, el acuerdo genera una potenciación de posibles inversiones en Uruguay para producir y vender al Mercosur y a la UE. En tercer lugar, Oleggini señaló que el acuerdo impulsa la cooperación y el diálogo político con el objetivo de mejorar ciertas técnicas de trabajo, de producción, y fomentar el intercambio de conocimientos entre ambos bloques.
“Una forma común de ver el mundo”
Los representantes uruguayos dijeron en la reunión con los jerarcas europeos que el acuerdo “es integral y de última generación”. Además, hicieron hincapié en la importancia de relacionarse entre países que comparten “valores, historia y una forma común de ver el mundo, basada en el multilateralismo y el cumplimiento de reglas”, según consignó el sitio web de Presidencia.
En esta línea, el analista de asuntos internacionales expresó que se considera un acuerdo de “última generación” ya que “es un tratado que toca todos los temas”, contempla los requerimientos internacionales actuales, sin olvidar que se encuentra en tratativas desde hace más de 20 años. Además, hizo énfasis en que la UE tiene niveles altos de estándares en todas las áreas y que hay que cumplirlos para concretar el tratado.
Un acuerdo “vital para Europa”
Las autoridades de ambos bloques destacaron la importancia de esta asociación en el contexto geopolítico actual, marcado por el auge del proteccionismo y las restricciones comerciales, así como por el desafío de mantener un comercio sustentado en normas claras. “Es bueno para el Mercosur, pero es vital para Europa”, manifestó el vicepresidente del parlamento europeo, Javi López.
Consultado por la expresión del vicepresidente, Oleggini afirmó que para Europa es muy importante sumar socios económicos y políticos tras sentirse “relegada” frente a China y Estados Unidos. “Cuando uno firma un tratado, no solo está firmando un tratado comercial, sino también una alianza geopolítica” y “para la UE es importante porque va perdiendo pie frente a Estados Unidos y China, y obviamente necesita tener otros socios, no solo comerciales, sino geopolíticos”, agregó.
Nuevas oportunidades
En la negociación del acuerdo se tuvo en cuenta la diversidad en el tamaño de las economías participantes, por lo que los beneficios que le otorga la UE al Mercosur se implementarán en un plazo más corto y cubrirán una mayor variedad de bienes en comparación con las concedidas por el Mercosur a la UE. “El 70% de los aranceles de la UE será eliminado en forma inmediata, una vez el acuerdo entre en vigor”, detalla el informe de la Unión de Exportadores del Uruguay.
Al respecto, Oleggini dijo que el tratado es una oportunidad de generar nuevos negocios, pero para que eso pase “hay que ver cuál es la estructura actual del sector exportador, lo que son sus costos, su competitividad, su capacidad de venta, volumen y qué tipo de productos son”, expresó.
Además, sentenció que los que van a tener un impacto directo con la baja de aranceles son quienes ya se dedican a vender. Sin embargo, los beneficios de los nuevos productores dependerán de la capacidad de generar un buen producto que tenga el sector exportador.