En diálogo con CRÓNICAS, José Luis Tournabén, directivo del Centro Comercial e Industrial de Flores (CCIF), se explayó sobre los obstáculos más grandes que enfrenta el departamento a nivel empresarial, entre los que contó la falta de oportunidades para los jóvenes con educación terciaria, la escasez de inversiones y los problemas de comunicación cuando se materializan multas de tránsito a empleados de las empresas. A su vez, el entrevistado elogió el trabajo en conjunto del centro con la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), y habló sobre el estado actual del diálogo con el sector político.
Debido a la pandemia, el CCIF no pudo celebrar su siglo de historia en abril de 2020, pero está buscando la forma de que este festejo pueda darse pronto. Los 230 socios de la cámara empresarial floresina son en su mayoría pequeñas empresas, aunque también la integran algunos comercios e industrias locales de mayor tamaño. Para los afiliados, ofrece servicios de contaduría y gestoría.
En conversación con CRÓNICAS, José Luis Tournabén, directivo de la gremial, consideró que «es una institución que está muy bien conceptuada a nivel departamental» y a la que consultan frecuentemente las dependencias estatales.
A su vez, la cámara trabaja en conjunto con organismos como la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) en el apoyo a emprendedores de la zona, mediante el mecanismo de la asociación estratégica y su estatus de Centro Pyme para el departamento. Según Tournabén, la experiencia con la agencia ha sido «sensacional», ya que a través de esta alianza «se le ha dado un empuje muy importante a los emprendedores y empresarios en varios aspectos, ya sea a nivel de ayuda con concursos, apoyo económico y demás».
Los desafíos de Flores
Al igual que en otros departamentos del país, la cámara empresarial de Flores identifica obstáculos como las tarifas públicas, la informalidad o la competencia desleal, según señaló. También aludió a la diferencia cambiaria con Argentina como un desafío para la economía de Flores, aunque no en la magnitud que este significa para las localidades fronterizas.
Falta de inversión
Por otro lado, el entrevistado definió a la falta de inversiones como el problema más acuciante para los negocios y el comercio en este departamento. Estrechamente vinculado a esto está un fenómeno que afecta mucho a la zona, que es la «falta de posibilidades» que tienen los profesionales en la región, comentó. Luego de estudiar en Montevideo, los jóvenes tienen un mercado laboral muy reducido en su tierra natal, por lo que la mayoría opta por permanecer en la capital. El CCIF está buscando vías para poder generar esas oportunidades, con el fin de que «el dinero se pueda derramar más dentro del departamento», aunque, argumentó el directivo, «para lograrlo es necesario que haya voluntad política».
Diálogo con el sector político
En lo que respecta al diálogo con las autoridades nacionales y departamentales, el entrevistado apuntó que, sobre todo últimamente, en el marco de la campaña política, el intercambio ha sido muy fluido, y reciben visitas frecuentes por parte de candidatos a diputados. En ese sentido, comentó que les hacen a todos las mismas consultas y que les plantean los mismos problemas que tienen «desde hace mucho tiempo».
Un proyecto para avanzar en conjunto
Desde 2020 la gremial impulsa un proyecto relacionado a la suspensión de libretas de conducir de dependientes que trabajan en empresas tanto públicas como privadas. La organización, que presentó esta idea ante el resto de los centros comerciales e industriales del país durante un encuentro nacional de la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) en junio, insiste en que es necesario mejorar la fluidez en la comunicación entre los entes que expiden las multas y las empresas cuyos empleados son sancionados.
Tal como informó Tournabén, «muchas veces la empresa no sabe que el empleado ha sido multado y continúa su tarea de forma normal, quizás manejando un vehículo sin tener libreta, y el empleador no tiene ni idea». Añadió que, para una empresa pequeña, hacerse cargo de la responsabilidad civil en caso de que haya un accidente puede llegar a «poner en jaque» la viabilidad del negocio.
Además, a eso se suma el problema del consumo de sustancias y alcohol, que «a veces repercute en la operativa del empleado y causa accidentes», señaló. A pesar de que algunas empresas tienen un protocolo interno en estos casos, y de que la ley exige la presencia de técnicos prevencionistas, a veces los protocolos «no pueden llevarse a cabo» y las consecuencias pueden ser catastróficas, lamentó. «Es un tema muy silencioso, pero ocasiona muchos problemas» aseveró el directivo, y aclaró que esto sucede ocasionalmente en empresas que tienen mucho personal.