El sociólogo y ex subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura, Fernando Filgueira, dialogó con CRÓNICAS acerca del comienzo de clases, desnudó las falencias que existen actualmente en el sistema educativo y explicó las principales propuestas que EDUY21 tiene para resolverlas aunque no existe un vínculo institucional que facilite el diálogo entre la organización ciudadana y el gobierno.
-¿Qué análisis hace de estas primeras semanas tras el comienzo de las clases?
-Me parece que efectivamente estamos enfrentando un inicio de clases con problemas parecidos a algunos que hemos venido arrastrando durante mucho tiempo. El tema de clases superpobladas, de algunos docentes no nombrados, y algunos problemas de infraestructura.
Esto denota problemas de gestión y algunos problemas de organización más estructural de la educación del país que tiene que ver con los modelos de selección de horas, con la ausencia de la autonomía de los centros para poder gestionar algunos problemas menores que tienen que ver con una planificación sistémica del Consejo Directivo Central (Codicen) que no considera cada desconcentrado como un archipiélago sino que los integra en una planificación común de recursos.
Estos problemas no son nuevos y es posible que se agudicen un poco con la implementación del nuevo modelo de inscripción para los alumnos de sexto de escuela que ingresan a primero de liceo. Igualmente es necesario implementarlo.
-¿Qué propuestas presenta EDUY21 para hacer frente a estos problemas?
-El primer planteo es ir a un modelo de gobierno de la educación en el que el Codicen esté integrado por los presidentes de otros dos grandes consejos: el Consejo de Educación Comprensiva hasta los 14 años y otro Consejo de Educación para jóvenes de 15 años en adelante. Por lo tanto las coordinaciones se producen allí y el sistema tiene más lógica como tal. Las autonomías de los desconcentrados muchas veces llevan a una descoordinación y por lo tanto a un no adecuado uso de los recursos para poder hacer frente al inicio de cursos y a problemas de diverso tipo.
En segundo lugar precisamos mejores sistemas de orientación que nos orienten geo-espacialmente en las capacidades relativas de infraestructura que tenemos y en los planes de construcción edilicia y de incremento de capacidad locativa. Esto ha avanzado mucho pero hay que continuar y mejorarlo y debe ser una acción centralizada no de los (organismos) desconcentrados.
Están disminuyendo la cantidad de chiquilines en Primaria, seguimos aumentando un poco el inicial porque si bien disminuye el tamaño de la cohorte, aumentamos cobertura y como estamos agilizando el flujo en Primaria estamos también recibiendo más chicos en Secundaria y además estamos planteado un poco la cobertura, algo que es positivo que genera presiones. Por eso sin un sistema informativo ágil y en tiempo real va a ser complejo.
Otra parte tiene que ver con la autonomía de los centros, porque el modelo en cuanto a tiempos es altamente centralizado y no permite dar respuesta rápidamente a problemas edilicios o de contratación de personal. Una cosa es la planificación general de los recursos y otra cosa es la respuesta rápida a problemas menores o puntuales que cuando entran en la maquinaria completa llevan muchísimo tiempo. Este es un paso que conllevaría una mejora en los procesos pero sobre todo en la implementación de los recursos.
Otro problema radica en el modelo de asignación de horas, es un modelo en que se elige una vez cada año donde la modalidad implica un sesgo regresivo, los niveles de rotación se concentran en las zonas de mayor vulnerabilidad. En cuarto lugar está la importancia de contar en los centros con docentes radicados cuya función no es meramente la de dictar una signatura sino administrar la complejidad de un centro en el que faltan docentes y hay que cubrirlos y se necesita organización y presencia de adultos orientados a la labor pedagógica.
También hay otra discusión al respecto de cuándo dan comienzo las tareas docentes en el año lectivo. Esa es una discusión que hay que dar porque hoy en el calendario los docentes se incorporan antes pero podría ser con mayor antelación y una planificación del trabajo más clara. Además este protocolo permitiría encontrar problemas antes, por ejemplo.
-¿Existe un ámbito de diálogo con el gobierno donde plantear estas propuestas?
-Hay un ámbito natural de debate pero no existe un vínculo institucional. EDUY21 es una iniciativa muy reciente donde trabajan personas que se desempeñan dentro del sistema educativo, allí hay un diálogo de gente que está preocupada por el tema pero no es institucional. Hay que seguir insistiendo y buscando los espacios de diálogo. EDUY21 no tiene autoridad, no pretende ser representativa de nadie ni es partidaria por lo tanto su vínculo no es institucional sino que es ciudadano y para debatir.
-Al respecto de los contenidos, ¿qué implica salir del molde de lo convencional y educar en competencia?, ¿se pondera formar a la persona como ciudadano y no sencillamente para que cumpla una función en específico?
-Para avanzar en un modelo educativo que se oriente a forjar habilidades de competencia lo primero es plantear explícitamente dentro de nuestro marco curricular que hoy no existe, porque no tenemos un marco curricular para el sistema en su conjunto, ni cuáles son esas habilidades que pretendemos de los chiquilines.
Hoy el sistema eso no lo explicita, lo que explicita son contenidos a dictar, por un lado para Primaria y en Secundaria para cada materia por separado pero la habilidad de seleccionar información y ordenarla para la solución de problemas, por ejemplo, no se explicita.
También el modelo de evaluación tiene que evaluar eso y no tanto los contenidos.
-¿Cree que es posible que cambie el statu quo y que se transforme el ADN de la educación?
-Me parece que esa metáfora no se quiere usar más…Si no creyera que es posible no estaríamos otros colegas y yo desde adentro y afuera del sistema político embarcados en la iniciativa que se llama EDUY21. Creemos que es posible, que los docentes son absolutamente claves y deben apropiarse del poder que un modelo de este tipo otorga al docente y al director y de lograr un modelo de educación de calidad e inclusivo.
Hasta ahora hemos tenido bloqueos de diversos tipos, desde el sistema político hasta el sistema educativo. El esfuerzo de EDUY21 es la construcción desde afuera para discutir los temas, presentar propuestas concretas y generar una hoja de ruta para destrabar ese statu quo. Muchos colegas desde el sistema educativo están haciendo esfuerzos y se encuentran con bloqueos. No hay un ellos y nosotros; es un país que está preocupado pero no ha encontrado un rumbo y diferentes organizaciones que esperamos puedan establecer una colisión pro-cambio.
-¿A qué le atribuye esos bloqueos?
-Tiene múltiples factores. Yo creo que uno de los principales es que no surgen planteamientos relativamente integrales de cambio. En segundo lugar, los docentes por razones más que legítimas perciben una incapacidad del sistema de proporcionar lo que ellos deben exigir que son condiciones adecuadas para tomar las decisiones que deben tomar en las aulas y ese descontento se manifiesta muchas veces en una resistencia a propuestas de cambio parcial donde sienten que se les quita algo. De eso se hacen carne los sindicatos que muchas veces representan esos legítimos intereses pero en la medida que no hay propuestas más estructuradas. Se precisa un diálogo más abierto y más transparente donde al gobierno le corresponde colocar las propuestas sobre la mesa, hacerlo con una proyección de fechas y tiempos y luego implementar los cambios que lograron consenso. Además parte de los bloqueos tienen que ver con que todavía los recursos son insuficientes pero deberíamos evitar volcar recursos a la misma lógica y al mismo sistema; los recursos deberíamos volcarse a los proyectos de cambio.
Finalmente hay un bloqueo que surge de las restricciones de recursos humanos porque el salario docente genera cuellos de botella para las transformaciones necesarias; a esto se le suman los problemas en infraestructura. Estos elementos están en la base de muchos de los bloqueos que encontramos hoy y que deben destruirse si queremos alcanzar una educación de calidad.