Adolfo Garcé, politólogo e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República
El politólogo Adolfo Garcé analizó los primeros dos años del tercer gobierno frenteamplista, y sostuvo que se espera una negociación “super intrincada” por la Rendición de Cuentas, que se agrava aún más con la pérdida de la mayoría del Frente Amplio (FA) en la Cámara de Diputados. A su vez, dijo que el oficialismo se enfrenta a un importante déficit fiscal, lo que va a dificultar que cumpla con sus promesas de campaña. La gran interrogante que se presenta es: ¿subirá o no los impuestos para lograrlo? Por otra parte, el analista aseguró que de este gobierno “no se puede esperar demasiado”.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
“Este tercer mandato del FA es el más complicado por el cambio del ciclo económico y el enlentecimiento de la tasa de crecimiento”. Así lo definió el politólogo Adolfo Garcé, y agregó que el gobierno también carga con otro problema muy difícil de resolver: “cómo seguir entusiasmando, innovando y avanzando después de dos gestiones consecutivas y que no surjan problemas”.
A su vez, sostuvo que el partido de gobierno hizo una campaña electoral ambiciosa, donde no escatimó en promesas, por lo cual hoy está pagando el costo político del contraste entre esas promesas y la realidad. Una de ellas fue el cambio educativo, que “en el 2015 se desinfló”, recordó.
Remarcó que a la tercera Presidencia frenteamplista empezaron a “explotarle en las manos” los asuntos mal resueltos y los errores del gobierno anterior, considerando, por ejemplo, los problemas generados por Ancap, que tras la Comisión Investigadora hicieron que el FA enfrentara su primera crisis política, que le significó incluso más daño que el cierre de Pluna.
“Por primera vez la oposición está en condiciones de generarle problemas al FA”
Otro punto negativo que subrayó Garcé fue la pérdida de la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que es especialmente importante en las comisiones investigadoras. De hecho, el pasado miércoles quedó demostrada la derrota de la izquierda en este aspecto, cuando se terminó instalando la Investigadora que propuso la oposición y no la que planteó el oficialismo. En este caso, “la oposición pone la lupa en los temas que más le importa, con la expectativa de generarle un costo político al partido de gobierno”, aseguró.
“Entonces, la situación económica no es la mejor, aunque está mejorando, y la situación política para el FA empeoró bruscamente con la pérdida de la mayoría. Por primera vez en mucho tiempo, la oposición está en condiciones desde el Parlamento de generarle problemas al FA. Ya se lo generó con la Investigadora sobre Ancap, y la Comisión votada el miércoles puede traer cola. La oposición le va a poder seguir complicando las cosas al FA en la medida en que se consolide la alianza entre Gonzalo Mujica y los partidos opositores”, concluyó.
Liderazgo ascendente
Por otro lado, el especialista se refirió al liderazgo presidencial desde el comienzo del período hasta ahora. “Tuvimos un [Tabaré] Vázquez muy poco presente y poco activo durante el 2015, cuyo objetivo central era el Presupuesto. No abrió una agenda importante como en su primera Presidencia, no tuvo un protagonismo como jefe de gobierno en materia de inserción internacional, y con la educación pasó lo mismo”, puntualizó.
“No se puede esperar demasiado de este gobierno porque no tiene una agenda importante”
De todas formas, mencionó que en 2016 tomó más iniciativas: viajó a otros países, se reunió con los expresidentes, llevó adelante el diálogo entre todos los partidos por seguridad. “Lo que hace Vázquez es dosificar el liderazgo presidencial, va administrando su agenda en un gobierno del que no se puede esperar demasiado, porque no tiene una agenda importante”, acotó.
En cuanto a la inserción internacional, indicó que el presidente tiene un problema muy serio dado que el Poder Ejecutivo pretende avanzar, pero el FA es un partido proteccionista y regionalista, y lo bloquea. Además, opinó que en el tema educativo, que era el gran asunto al que el FA podía haber apostado en este período para dejar un legado, Vázquez decidió no recorrer ese camino.
Agenda en caída
Garcé hizo énfasis en que en el primer gobierno había una agenda muy clara y bien definida y había muchas expectativas. La reforma tributaria, la reforma de la salud, el capítulo de derechos humanos, la apertura comercial, la reingeniería del sistema de innovación, el plan de emergencia y el Ministerio de Desarrollo Social son algunos ejemplos de la gran agenda elaborada y refinada por el FA en ese entonces.
Pero la coalición de izquierda llegó a esta administración con una agenda mucho más chica, dijo el politólogo, y añadió que es por eso que apuesta a algunos “eventos espectaculares” para mostrar su obra. “Por ejemplo, ante la posibilidad de que haya petróleo, dice que hará una política petrolera, pero el petróleo no aparece; apuesta al TLC con China, viaja una gran delegación, pero no se puede concretar por el freno de los socios del Mercosur. Dentro de esas innovaciones llamativas, que podrían tener impacto en la opinión pública, está UPM. Si se concreta será importante para el FA porque podrá mostrar que se concretó la mayor inversión de la historia”, explicó.
Economía en orden
Igualmente, el investigador destacó que cuando sea momento de hacer el balance de este segundo gobierno de Vázquez, lo más importante es que va a quedar una economía en orden, porque el Ministerio de Economía ha hecho un esfuerzo extraordinario para evitar que el déficit fiscal siga creciendo, y ha pagado un costo por ello.
“En el manejo de la economía, el FA está haciendo lo que cualquier gobierno serio tiene que hacer
“Lo más serio que hizo el FA fue atacar el déficit fiscal, déficit que generó el propio FA, pero lo importante es que tomó el toro por las astas y se atrevió a pagar un costo político con la suba de impuestos y de tarifas, es decir, se animó a tomar medidas poco populares”, señaló.
¿Cómo van a repercutir esas decisiones en las próximas elecciones? “Algún impacto van a tener, aunque el costo político que tiene equilibrar las cuentas seguramente sea mucho menor que llegar al 2019 con inflación o sin el grado inversor. En materia de manejo de la economía, el FA está haciendo lo que cualquier gobierno serio tiene que hacer”, reflexionó.
“La Rendición de Cuentas será una negociación super intrincada”
Acerca de la discusión presupuestal que se viene, el politólogo afirmó: “La Rendición de Cuentas va a ser otra negociación política super intrincada. Se agrava con la pérdida de mayoría porque el FA va a tener que negociar con la oposición”. A esto se le suma que el partido de gobierno hizo muchas promesas durante la campaña que no ha cumplido, y que tiene un déficit fiscal importante.
“El oficialismo acaba de pagar un costo en materia de tarifas y de impuestos para equilibrar el presupuesto, entonces ¿cómo va a hacer en la Rendición de Cuentas para comprometerse a gastar más dinero para cumplir las promesas, en un contexto de ciclo económico enlentecido y de restricciones fiscales? Es muy complicado”, aseveró.
En ese sentido, señaló que el FA se encuentra en la disyuntiva de volver a subir los impuestos o no: “Si no los sube va a tener más problemas para cumplir sus promesas, y si consigue apoyo en el Parlamento para subirlos, va a pagar otro precio político”.
Finalmente, expresó que hay muchas razones para pensar que la negociación que se viene va a ser muy complicada. “Para mí el escenario más probable es que el FA suba impuestos, porque no puede renunciar a tratar de cumplir sus promesas, a su vocación socialdemócrata, a su intención de redistribuir el ingreso”, sentenció.