A pesar de este desempeño, los niveles de inversión del año se situaron en el 34% del máximo histórico del año 2013.
Inversión agrícola
El comportamiento de las importaciones de tractores, cosechadoras y sembradoras (base para la elaboración del Índicede Inversión en Maquinaria Agrícola realizado por el Estudio Carle & Andrioli) en 2019, determinó que el indicador aumentara 14% respecto al año anterior.
En 2013 y 2014 se habían alcanzado niveles máximos de inversión agrícola, mientras que en los años 2015 y 2016 se registraron caídas importantes de los niveles de inversión. Posteriormente, la trayectoria del indicador presentó oscilaciones: aumentó en 2017, para caer nuevamente en 2018 y volver a subir en 2019.
Evolución de la inversión en maquinaria agrícola
El informe del Estudio destaca que a pesar del aumento de inversión de 2019 el índice se ubica sólo en 34% del valor máximo de 2013 y es el tercero más bajo de la última década, así como que el incremento observado fue en los últimos meses del año.
El análisis por categoría de equipos muestra que la inversión agrícola en 2019 se compuso de tractores 43%, cosechadoras 32% y sembradoras y fertilizadoras 25%. En el año creció el índice correspondiente a sembradoras -subió 45%- y a tractores -41%-, mientras que las inversiones en cosechadoras bajaron 20%.
Hectáreas sembradas e inversión por hectárea
Según información del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, continuando la tendencia de los últimos años, la superficie de los principales cultivos en la zafra 2018/19 bajó 5%. De acuerdo al informe, esto determinó que en la última campaña el área sembrada de los principales cultivos se ubique en el 67% del máximo de la zafra 2013-14.
Área sembrada
El informe de Carle & Andrioli presenta además otro indicador importante para la actividad agropecuaria: la inversión anual de máquinas y equipos agrícolas por hectárea sembrada. El aumento de la inversión agrícola se dio en un contexto de descenso del área total cultivada, por lo que este indicador mejoró en 2019.
En el período 2009-2013 se alcanzaron valores máximos en el indicador, ubicándose en la mitad de esos niveles en las campañas siguientes. Por su parte, en 2019 la inversión por hectárea creció a US$ 49, un 23% mayor al año anterior.
El análisis de Carle & Andrioli Contadores Públicos expresa que el desempeño del año pasado no permite alcanzar niveles de reposición de inversiones, ya que se ubica en dos tercios de los valores por hectárea de depreciaciones de las máquinas agrícolas.
Asimismo, destaca que en la actividad agrícola es relevante la inversión en equipos y tecnología para automatizar procesos y ser más eficiente en las operaciones en un entorno económico y de mercado no favorables. El dinamismo de la inversión agrícola, influenciado por la rentabilidad esperada, en el mediano plazo puede incidir en las productividades futuras de la agricultura.