“La IM está muy ensimismada, debe abrirse a otros interlocutores dentro del Estado”

El CED propuso estrategias para transformar Montevideo hacia el año 2030

Foto: Intendencia de Montevideo

El Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) publicó un nuevo informe desde su Observatorio Metropolitano “Montevideo al futuro”. Entendiendo que Uruguay tiene el potencial para ser el primer país desarrollado de Latinoamérica, elaboraron ejes estratégicos para transformar la capital de aquí al año 2030. CRÓNICAS conversó sobre estas propuestas con el arquitecto Leonardo Altmann, doctor en Estudios Urbanos y desarrollador del documento.

“La vida de la gente trasciende límites políticos administrativos”, explica el informe del Observatorio Metropolitano del CED. Es que Montevideo no solo se compone por sus residentes, pues todos los días recibe un flujo importante de personas que viajan desde las “localidades dormitorio” de Canelones y San José. Tal es así que la Encuesta Continua de Hogares del 2022 mostró que un 40% de los ocupados metropolitanos debían trasladarse a la capital para trabajar, convirtiéndola en una ciudad de casi dos millones de habitantes.

Lo que ocurre hoy, según explicó el Arq. Leonardo Altmann a CRÓNICAS, es que la zona metropolitana está organizada por jurisdicciones a nivel departamental, cada una con sus respectivas competencias -algunas superpuestas- y sin una sinergia real. Si bien no hay una receta única, para el experto hay una oportunidad de crear “agencias sectoriales” que cooperen en términos de planificación urbana, posibilidades de transporte y gestión de residuos con una mirada metropolitana. Como marco para esto, se podrían tener en cuenta las disposiciones del Art. 262 de la Constitución integradas en 1996, “una figura poco utilizada” que habilitó mecanismos para mejorar la coordinación interjurisdiccional.

El documento también propone redibujar la estructura de gobernanza local, haciendo que los servicios departamentales que funcionan desde los centros comunales zonales, relacionados a trámites, denuncias, solicitudes y servicios, pasen directamente a los municipios. A su vez, cada municipio -además de gestionar el presupuesto participativo en lo referente a su territorio- “podría promover la gestión asociada de infraestructuras o servicios de tipo deportivo, sociocultural o espacios públicos”. En cuanto a los asentamientos irregulares, se recomienda priorizar el realojo de los que se encuentran en áreas inundables, zonas rurales aisladas y sitios de interés ambiental o patrimonial.

Movilidad sostenible

Para afrontar la “situación crítica” en la que se encuentra la movilidad urbana de la capital, particularmente afectada por el crecimiento del parque de autos y motocicletas, se propone crear una Agencia Metropolitana de Transporte que desestimule el uso de vehículos de manera individual, ofreciendo un sistema de transporte público “cómodo, puntual, eficiente y sostenible”. Esto sería teniendo en cuenta un “mapa de empleo metropolitano” a través de la diversificación de modalidades con trenes de cercanía y aprovechando las nuevas vías del Ferrocarril Central y línea Minas de AFE. También se propone redibujar trayectos, acordar subsidios aumentando los apoyos a beneficiarios TUS-MIDES y a viajeros frecuentes, así como mejorar paradas de ómnibus y aplicaciones del tipo “Cómo ir”.

Asimismo, Altmann habló sobre la necesidad de buscar alternativas en las maneras de ingresar y salir de Montevideo hacia el Este, específicamente sobre la Costa de Oro. “Eso requiere de una definición fuerte sobre si queremos que la rambla sea un paseo o una autopista, si Av. Italia debe ensancharse desde Portones hasta el Puente Carrasco”, comentó. El impulso de la propuesta del Tren-Tram Ciudad Vieja-El Pinar, para consolidar el corredor Av. Italia-Av. Giannattasio, “es pertinente desde una mirada técnica de la sociedad civil”, y uno de los puntos donde el Estado, a través de la obra pública, puede “incentivar sinergias con los privados”.

Por otro lado, el transporte público que involucra a la Av. 8 de octubre en el recorrido Tres Cruces-Zonamérica-Barros Blancos, podría ser mejorado mediante un carril exclusivo o el desplazamiento de los buses hacia las calles Rousseau y Joanicó. También implicaría una mejora sobre Camino Carrasco, un eje que “está muy invisibilizado” y que “claramente debe tener una reconfiguración de ensanche” por la gran evolución de la zona en términos de población y actividad industrial.

Ambiente y cambio climático

Montevideo enfrenta frecuentemente inundaciones debido a lluvias intensas en un corto lapso de tiempo. Esto requiere de mejoras en la infraestructura subterránea, incluyendo la ampliación de la red para aumentar caudales y permitir una rápida circulación del agua, entre otras propuestas. También se plantea fomentar el arbolado urbano para mitigar las olas de calor y mejorar la calidad del aire, y la intensificación de la limpieza de las calles y veredas. Al mismo tiempo, el ruido urbano afecta la calidad de vida, por lo que se sugiere actualizar la regulación y métodos de denuncia de ruidos molestos. Finalmente, en la búsqueda de una mejor coordinación institucional entre las intendencias que integran la zona metropolitana, “se necesita articulación en el manejo de los vertederos y los sitios de disposición final, así como los circuitos de economía circular”, destacó Altmann.


Integración socioterritorial

El arquitecto indicó que desde el CED hace varios años se observa “un desacople entre indicadores generales de largo plazo” que muestran baja de la pobreza y del desempleo, la mejora de los puestos de trabajo y nivel de ingresos, pero, por otro lado, “una polarización cada vez más fuerte, con pérdida de áreas donde están los estamentos intermedios”, y a la vez, acrecentando una fragmentación socioterritorial. “Entre barrios de Montevideo (…) quienes partían de una situación menos favorable tuvieron menores mejoras que quienes lo hacían desde posiciones más consolidadas, en el plazo 2006-2020”, menciona el informe. Esto incluye la expansión de asentamientos irregulares -la zona metropolitana concentra casi el 75% a nivel nacional- y un crecimiento significativo de la población en situación de calle. Al mismo tiempo, se ve una reconfiguración de los delitos y problemas de convivencia ciudadana.

“No todo es competencia de la Intendencia de Montevideo (IM). Hay cuestiones vinculadas a la seguridad pública, al desarrollo de políticas sociales, al acceso al suelo urbano y a la vivienda, que requieren de un ensamblaje donde ningún organismo del Estado por sí solo va a solucionar el problema. La IM está muy ensimismada, tiene que abrirse a otros interlocutores dentro del Estado y de la sociedad civil para afrontar estos problemas en donde la agenda se ha desbordado. Hay que trabajar sobre las áreas intermedias y las periferias de la ciudad. La política está respondiendo con demasiado delay y con poca intensidad respecto a la magnitud en que se está desarrollando el fenómeno. Esto requiere calibrar la voluntad de los decisores políticos para poner los recursos en el territorio. En esta ventana en la que se cumplen los 300 años del proceso fundacional, creo que sería un buen objetivo”, concluyó Altmann.