La industria uruguaya: el motor del 80% de las exportaciones y generadora de 265.000 empleos

Pache detalló las propuestas para impulsar el desarrollo del sector

En ocasión del Día de la Industria, y de su 126° aniversario, la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) realizó un evento al que fueron invitados el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y los candidatos presidenciales. Como parte de la celebración, la cámara presentó la muestra “La industria es parte de tu vida”, que contó con 14 obras de arte en las que se destacó la presencia de productos industriales en la vida cotidiana del uruguayo promedio. Además, tuvieron la palabra Sebastián Pérez y Fernando Pache por la CIU, y el viceministro de Industria, Walter Verri.

A modo introductorio, se le otorgó la palabra al contador Sebastián Pérez, asesor económico de CIU, para que expusiera sobre la situación actual de la industria en nuestro país. El experto primero caracterizó al sector en rasgos generales y destacó que representa aproximadamente un 10% de la generación de valor agregado en la riqueza producida por Uruguay. En materia de ventas, sostuvo que la industria genera ganancias de alrededor de US$ 18.600 millones, y en ese sentido lo contrastó con las de las grandes superficies como Géant, Devoto y Ta-Ta, que todas sumadas generan unos 2.300 millones. De esos 18.600 millones, unos 9.100 se exportan, con lo cual la industria supone un 80% del total de las exportaciones de bienes y 9.500 permanecen en el mercado interno.

En lo que respecta al empleo, señaló que la industria emplea alrededor de 165.000 personas de manera directa, entre los que se cuentan empleados, obreros, trabajadores por cuenta propia y demás; y que de forma indirecta emplea a unas 100.000 personas más; con lo que, sumados, se alcanza una cifra de 265.000 trabajadores que dependen de la industria. Esto configura un 15,4% de la fuerza de trabajo en el país.

Además, hizo hincapié en la cantidad de grandes empresas que forman parte de la industria, 180 para ser exactos, que generan unos US$ 14.600 millones en ventas. Al analizar el volumen de producción industrial en Uruguay, si tomamos en cuenta la totalidad de los productores, incluyendo los que están en zonas francas, se proyecta un crecimiento de la industria de 3% para 2024. Sin embargo, si se excluyen las zonas francas, hubo un decaimiento del -1%. El empleo, que fue mermando durante el quinquenio entre 2015 y 2019 y tuvo un punto bajo en la pandemia, ha ido recuperándose estos últimos cinco años.

Los productos de la industria uruguaya

Asimismo, el contador hizo un paneo por los diferentes productos que se elaboran en suelo uruguayo. La industria de las carnes, por ejemplo, produce 2,3 millones de cabezas bovinas, 1,3 ovinas, 180.000 porcinas y 78.000 toneladas de carne avícola por año. Las exportaciones en este sector se dividen mayormente entre China, Estados Unidos y Europa; y emplea a unos 17.000 trabajadores. La producción de lácteos es también muy importante en el país: genera 2.200 millones de litros por año, de los que un 30% se destinan al mercado interno y 70% se exportan. Entre los productos más destacados están la leche en polvo, los quesos, la manteca, el suero lácteo, la leche fluida y los postres.

La industria alimenticia, por su parte, genera artículos envasados, pastas, pescado procesado, harina y pan, aceites de muchos tipos, raciones para animales y bandejas de alimentación escolar, entre otros. Este sector de la economía emplea a alrededor de 37.000 personas. El arroz es otro producto que genera muchas ganancias y su producción cubre por completo el mercado interno, además de exportar en el orden de US$ 500 millones y emplear a unos 1.700 trabajadores. El país tiene también una fuerte producción de bebidas tanto alcohólicas como analcohólicas.

Por otro lado, el país tiene una pujante industria farmacéutica que genera alrededor de US$ 660 millones en ventas, cubre el 75% del mercado interno y es de los sectores que crece con mayor intensidad. La industria química, que otorga remuneraciones del doble que el resto del promedio industrial, emplea a 3.300 trabajadores en la manufactura de artículos como cloro, fertilizantes, medicamentos animales, gases para salud e industria, detergentes y jabones, biocombustibles y más. Asimismo, la madera y sus derivados se están convirtiendo en un nicho creciente en Uruguay, no solo por la producción de pasta de celulosa, sino también de la madera contrachapada, cajas y envases, papel higiénico y otros productos.

Una política para el futuro

Por su parte, el presidente de la CIU, Fernando Pache, aprovechó la instancia para “hacer un balance” de los dos últimos años en la institución. Para ello, se apoyó en el documento realizado por la cámara “Plan de acción para el desarrollo industrial del Uruguay”, en el que se compilan más de 90 propuestas ordenadas en seis ejes de trabajo. A su vez, el presidente inició su disertación sosteniendo que “sin una clara política industrial no hay desarrollo ni futuro próspero” para el país.

Entre las acciones mencionadas en el documento como necesarias, Pache instó a “la creación de un mejor entorno macroeconómico competitivo” a través de medidas como “la reducción del gasto público”, el “perfeccionamiento de la regla fiscal”, la “desindexación de tarifas y precios del Estado e intendencias”, y la “actualización de relaciones laborales”, que “busquen mantener las fuentes de empleo”, pero apuntando a “negociaciones tripartitas únicamente para salarios mínimos, y diferenciadas por tamaño de empresa y zona geográfica”. A modo de ejemplo del compromiso de la cámara con la creación de empleo, Pache anunció que en pocos días la CIU firmará un acuerdo con la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas, cuyo objetivo es promover la reinserción social y laboral de personas liberadas del sistema carcelario, mediante “el desarrollo de acciones conjuntas que faciliten su inserción en el mercado laboral y la vida comunitaria”.

Por otro lado, hizo referencia a las propuestas de la cámara en relación al abaratamiento de energía, entre las que contó la “generación de un marco normativo para el hidrógeno verde”. En ese sentido, comentó que, para contribuir a los esfuerzos del país en el desarrollo de esta industria, la institución se incorporó como socia fundadora de la Asociación Uruguaya de Hidrógeno. Asimismo, Pache valoró que la CIU está “comprometida con que la industria cumpla los objetivos de desarrollo sostenible”, y como ejemplo mencionó el proyecto Impulsa Verde, ejecutado por la institución que dirige junto a la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana, cuyo objetivo es brindar ayuda a las mipymes industriales para que puedan mejorar su competitividad de manera “amigable con el medioambiente”.

En materia de políticas públicas, Pache apuntó a un perfeccionamiento del sistema tributario, como la aceleración del proceso de aprobación de los proyectos de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap), que definió como “un tema muy importante para los industriales”. Además, alentó a “no seguir gravando con impuestos al patrimonio las materias primas adquiridas en el extranjero que estén pendientes de pago”, y al fortalecimiento de los controles fronterizos, con lo que hizo memoria del impacto positivo que tuvieron en el comercio los cortes de pasaje a países vecinos durante la pandemia. A su vez, el presidente abogó por una “mayor participación de bienes nacionales en compras del Estado” y por el “cuidado y control de los instrumentos que conceden preferencias a la producción nacional”.

En tanto, uno de los ejes estratégicos planteados por la CIU tiene que ver con la promoción de la industria exportadora. El presidente señaló que desde la cámara se apoya a las empresas en el desarrollo de capacidades de exportación y se las asesora en el instrumento de política comercial, a la vez que se les “facilita información para el acceso de mercados externos”. En este punto, Pache enfatizó su solicitud de que “quien tenga la responsabilidad del gobierno a futuro mantenga el criterio aplicado por el gobierno actual”. Otro foco de la exposición de Pache estuvo en la necesidad de la industria de ganar competitividad tanto en el mercado internacional como en el doméstico. “Nunca lograremos acceso a los mercados de exportación si no logramos previamente consolidar la competitividad en nuestro mercado interno”, declaró.

Por último, destacó la importancia de promover una “industria innovadora”. Entre otras iniciativas que apuntan en esa dirección, remarcó el convenio firmado en conjunto con la Universidad de la República titulado “La industria investiga”, a través del cual se ejecutarán proyectos de innovación en pymes industriales centradas en las temáticas agua, envases y energía.

Un “clima de optimismo”

También tomó la palabra en el evento el ministro interino de Industria, Energía y Minería (MIEM), Walter Verri, quien felicitó a la industria por ser “quienes hacen este país más grande”. A su vez, celebró el “clima de optimismo” y apuntó que “estamos mucho mejor que unos años atrás”.

El jerarca contrastó la situación actual con la de hace cinco años, cuando “la inflación rondaba los dos dígitos, teníamos un déficit fiscal de 4,7% y habíamos perdido 56.000 puestos de trabajo en un quinquenio”. Mientras tanto, hoy “la inflación es la más baja en los últimos 15 años, recuperamos 87.543 puestos de trabajo y tenemos la mayor cantidad de aportantes al BPS y la mayor masa salarial”.