Amorín: “Los familiares de los políticos no deberían estar en la función pública”

José Amorín Batlle, senador por el Partido Colorado


El senador y precandidato por el Partido Colorado dialogó con CRÓNICAS acerca de la imperiosa necesidad de reducir el déficit fiscal y, por consiguiente, los gastos del Estado. Amorín Batlle aseguró que se deben frenar las contrataciones en la órbita pública al igual que se hizo en 1995 y apostar a la disminución de gastos superfluos. Por otra parte, se refirió a la convocatoria que citó a los ministros de Economía e Industria para explicar el incremento de tarifas, instancia a la que los jerarcas no concurrieron. “Es una falta de respeto del Poder Ejecutivo al Parlamento que manden a un subsecretario cuando se cita a un ministro”, sentenció.


 El Menú  En la cálida cava de Panini’s, el senador José Amorín Batlle degustó gnocchi cuatro formaggi y lo acompañó con refresco light. A la hora de la sobremesa eligió un té.


Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-Aseguró que el gobierno “ningunea” al agro. Ahora que Vázquez se reunió con los autoconvocados y presentó una serie de propuestas específicas para los sectores más afectados, ¿mantiene la posición?, ¿qué reflexión hace de la situación del agro?

-Es evidente que todo el sector exportador y productivo está mal por distintos motivos. El problema de fondo es el gran déficit fiscal que tiene Uruguay que le da muy poco margen al gobierno para intentar solucionar estas cosas.

Es un problema enorme que tiene el país, llama la atención que tras períodos de enorme crecimiento, los gastos hayan aumentado más.

El gobierno gastó mucho y mal, de forma irresponsable. Eso crea una situación complicada para todo el sector productivo en Uruguay.

El agro ha sido históricamente la base de nuestra economía, lo sigue siendo y lo va a ser por un tiempo más, a futuro veremos. Pero hoy hay que buscar que al agro le vaya lo mejor posible; hay que prestarle atención a las familias que viven del agro. Vázquez los ninguneó.

El surgimiento de los autoconvocados se da después de que las gremiales agropecuarias piden reuniones con Vázquez y él dice “cuando vuelva de la licencia voy a ver cuándo los recibo, si es que los recibo”. Ahí los famosos autoconvocados ven que las gremiales no tienen fuerza frente al presidente y hacen esta convocatoria para plantear sus problemas. Después Vázquez los recibe y está bien que lo haga, hizo bien en cambiar, lo que no fue positivo fueron las propuestas que les hizo.

-Ahora hablamos del agro, pero el presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, aseguró a CRÓNICAS hace algunas semanas que este problema aqueja a todos los rubros…

-Es la industria, el comercio, es la población. Las tarifas altas de UTE las paga todo el mundo. (Roberto) Kreimerman, que fue el último ministro de Industria en el período de Mujica, decía que las tarifas podían bajar un 30%  y las tarifas subieron, eso lo paga toda la sociedad salvo los 70.000 que están colgados.

El precio de los combustibles lo pagan todos, aunque no lo sepan, porque se paga con el transporte de personas y de carga, lo que hace que los bienes salgan más caros.

La industria está en problemas además porque el dólar está barato y Uruguay está muy caro, eso es innegable. El atraso cambiario afecta a todo el sector exportador y a la producción nacional que compite con la importación.

“El FA no se anima a enfrentar a las cúpulas sindicales que no quieren cambios”

-Criticó que UTE compraba la energía a un precio (US$ 16) para después venderla a un valor más alto a las empresas (US$ 124) y mucho más alto a la población (US$ 267), este fue uno de los puntos que derivó en que citara a la ministra de Industria, Carolina Cosse,-que finalmente no concurrió- para una comparecencia en el Parlamento que fue realizada este lunes. ¿Qué se explicó al respecto?

-Explicaron que subía menos que el Índice de Precios al Consumo (IPC), pero no tiene nada que ver una cosa con la otra, es como comparar naranjas con butifarras. UTE debería vender la energía al costo con una pequeña ganancia. UTE facturó US$ 2.000 millones en 2017, 1.000 van para UTE y la otra mitad a rentas generales, una parte por impuestos y los otros US$ 400 millones por los buenos resultados, y esos US$ 400 millones es lo que está pagando la gente de más.

El problema que tiene el gobierno es que tiene un déficit gigante. Se comprometieron a fines de 2014 a no aumentar impuestos; Vázquez, con la soberbia que lo caracteriza, dijo “no tenemos previsto poner más impuestos” y lo hicieron. A principios de 2017 aumentaron el IRPF y el IASS. Astori sabe que no puede aumentar más, dijo que la carga tributaria ya llegó al máximo. Ahora, ¿cómo hace para recaudar más? Sube las tarifas por encima de los costos, y tiene el mismo efecto; el Estado recauda más y nosotros seguimos poniendo más dinero de nuestro bolsillo para que el Estado crezca.

Astori hizo todo lo contrario a lo que se comprometió a hacer. Dijo que buscaba políticas económicas contracíclicas, es decir que iba a ahorrar cuando la cosa anduviera bien para poder gastar cuando viniera mal. Después cambió por “los espacios fiscales” que quiere decir “voy a gastar todo lo que haya y un poco más”. Eso hace que haya déficit fiscal y que todos los años nos endeudemos en US$ 2.000 millones más.

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-En lo que tiene que ver con el cambio de matriz energética, un factor clave es el compromiso que el gobierno tiene con los privados y que deriva en que se encarezca el costo de la energía porque se les asegura una retribución. ¿Es necesario ceder tanto para que la inversión se haga efectiva?

-Como cosa positiva destaco el cambio de matriz energética en sí. El problema es que para que se construyan tantos parques eólicos la UTE le tiene que asegurar al privado una rentabilidad. La rentabilidad hoy está en unos US$ 70 el megavatio, y yo creo que está sobreinvertido, creo que hay parques eólicos de más, pero es cierto que se hizo hace ya bastante tiempo. De cualquier manera las tarifas igual están bien por encima de los costos.

-Otro aspecto fue el contrato que se negocia con la empresa Shell, que busca continuar las obras de la regasificadora de Puntas de Sayago. ¿Coincide en la visión de que este contrato puede llevar a un monopolio privado por parte de Shell?

-El 9 de febrero comparecerán en el Parlamento por este tema. En realidad todo el tema de la regasificadora fue un gigantesco lío y nosotros queremos ver bien este contrato, no sabemos cómo funciona. Lo sabremos cuando la ministra comparezca en la comisión permanente el 9 de febrero.

-¿Qué impresión le dio que hayan asistido a la comparecencia los subsecretarios de Industria y Economía en lugar de los titulares de cada cartera?

-Esto no es un tema personal, es institucional. Cuando el Parlamento cita a los ministros tienen que ir los ministros porque se está convocando a las personas, no al Ministerio. Cuando nos enteramos que el presidente Vázquez había citado a las gremiales  a la misma hora de la convocatoria pedimos para suspender la sesión y hacer a las 14 horas, el gobierno dijo que no y vinieron los subsecretarios. Me parece una falta de respeto del Poder Ejecutivo al Parlamento que manden a un subsecretario cuando se cita a un ministro.

-¿Qué piensa de que las ganancias de las empresas públicas se vuelquen a rentas generales? El presidente de la CIU, Gabriel Murara, opinó que debía ponérsele un freno o un tope a esto. ¿Coincide?

-Está bien pensado y es posible hacerlo. La información que tengo yo es que UTE vierte mucho a rentas generales pero no está reinvirtiendo en los tendidos para la distribución; empieza a haber dificultades porque falta dinero. Yo creo que puede haber un monto que se vierta en Rentas Generales pero no lo que se le da hoy. Sería bueno implementar ese tope por ley para evitar que las empresas públicas sirvieran como un elemento de recaudación para el Estado. Buena idea de Murara, la tomaremos en cuenta.

-Estuvieron reunidos en pos de plantear algunas propuestas en cuanto a esta necesidad de que se rebajen las tarifas ¿Qué se está barajando?

-El senador Bordaberry presentó primero él un proyecto de ley y después presentamos uno juntos para que no se puedan tomar más empleados públicos. Hoy hay 70.000 más que en 2004. Yo creo que no son necesarios y como no queremos echar a nadie, decimos que no deberíamos tomar a nadie durante un tiempo. Esto no es nuevo en el Uruguay, en 1995 se hizo en base a un proyecto de ley de Reinaldo Gargano y Jorge Batlle; lo hicieron para evitar el crecimiento descomunal del Estado y yo creo que es momento de hacerlo nuevamente.

-¿Comparte la propuesta de Larrañaga de que la oposición se una para acordar algunos puntos programáticos de cara al 2019?

-Estoy seguro de que estamos de acuerdo en muchos temas. Queremos modificar la educación, por ejemplo, y el Frente Amplio no lo va a hacer. No se animan a enfrentar a las cúpulas sindicales que no quieren cambios. Yo creo que si la oposición gana la elección tenemos que estar de acuerdo para modificar la educación uruguaya y darle más calidad. Otras cosas que no se animan a hacer es establecer acuerdos internacionales para que Uruguay pueda exportar su producción sin aranceles. El presidente, el canciller y el ministro de Economía están a favor de eso pero hay sectores del Frente Amplio -como el MPP o el Partido Comunista- que están en contra de cualquier tipo de acuerdo, con Estados Unidos, China y hasta Chile. Yo creo que la enorme mayoría del esquema político uruguayo está de acuerdo, entonces me parece que podemos concertar sin hacer un acuerdo general en el que se pierdan los matices de cada partido.

Estamos capacitados para gobernar en conjunto -como lo hemos hecho- sin la necesidad de un acuerdo general.

“UTE vierte mucho a rentas generales pero no está reinvirtiendo en los tendidos para la distribución”

-¿Cómo ve a Uruguay en materia de competitividad?

-Hay algunas cosas buenas en Uruguay, pero tiene muchas malas. Hay que incentivar a que las empresas se instalen. UPM nos dio la norma, le pidió al Estado zonas francas para bajar impuestos, infraestructuras- rutas y vías férreas-, le pide mejor educación- mejorar las UTU de Paso de los Toros y Durazno- le pide paz laboral. Eso mismo es lo que pediría cualquier pequeño empresario uruguayo para mejorar la competitividad.

-Esta semana el presidente argentino, Mauricio Macri, presentó unas medidas polémicas para reducir los costos del Estado, entre ellas se establecía, por ejemplo, que ningún familiar de ministro podía trabajar en la órbita pública. ¿Uruguay debería tomar un camino similar?

-Los familiares de los políticos no deberían estar en la función pública, en ningún lado; estoy absolutamente convencido de eso. Yo tengo tres hijos, ninguno es empleado público, ninguno trabaja en nada de eso y me parece que es clave.

Los planes de Macri implican una rebaja en el costo total de US$ 75 millones, es como si bajáramos US$ 7 millones en Uruguay; tiene mucho ruido pero no hace un cambio sustancial.

En el año 2002, cuando Uruguay estaba en una profunda crisis, nos reuníamos para establecer dónde cada uno podía recortar sus gastos; se gastaba un poco más de US$ 3.500 millones. En ese trabajo se logró reducir en US$180 millones, eso se puede hacer para recortar gastos superfluos. Es importante dar mensajes, y eso es lo que hace Macri, pero también es importante que la baja sea sustancial, es algo que se puede hacer rápidamente si se tiene voluntad.

-¿Habría que comenzar con los cargos de confianza?

-A nivel de gobierno central se han duplicado, y también en muchas intendencias. Yo pienso que muchos de esos no son necesarios, y quien llegue al gobierno debe hacer una disminución clara de los cargos de confianza.


La contienda colorada

El presidente del Partido Colorado, Adrián Peña, aseguró a CRÓNICAS que a la oposición le cuesta ser una alternativa frente a la izquierda, Amorín Batlle no está de acuerdo con esta posición. “Yo creo que los colorados tenemos que saber explicar cuál es el modelo de país que queremos y cuáles son los cambios necesarios para lograrlo”, estimó el senador.

Recorrer el país es un peregrinaje clave e inevitable para los candidatos colorados que buscarán seducir o reconquistar a los votantes.

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Los líderes que encabezarían esas recorridas serían el propio Amorín Batlle, Ernesto Talvi, Germán Cardoso, Tabaré Viera y Fernando Amado, hasta el momento. “Hay mucha gente que está trabajando para esto, y después todos debemos estar detrás del que gane la elección”, puntualizó y aseguró que el Partido Colorado crecerá en 2019.

Políticas sociales efectivas, mejoras en la educación y garantizar la seguridad son algunas de las medidas urgentes que Amorín Batlle ejecutaría en caso de ser electo presidente.

Por su parte, el senador Pedro Bordaberry no correrá la carrera por la Presidencia, y en este contexto Amorín Batlle afirmó que a pesar del golpe duro inicial, la ausencia de Bordaberry le dio oportunidades a nuevas figuras. “Hay gente que no estaba trabajando y que ahora lo está haciendo. Es una oportunidad que tenemos que aprovechar todos”, sostuvo.

Aunque inmerso en el debate preelectoral, el legislador reconoce que a esta altura falta poco pero, a la vez, falta mucho para poner la mente en las elecciones. “La gente está pensando en los problemas, no en las elecciones”, afirmó.