El Movimiento Unidos Podemos (MUP), que nuclea a exmilitares, se opone a la propuesta del senador nacionalista Jorge Larrañaga, quien impulsa la creación de una Guardia Nacional militarizada para realizar tareas policiales, y así ayudar al Ministerio del Interior en la lucha contra la delincuencia.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
“El militar está entrenado para el combate, para la guerra, con armamento de uso letal, y no sería prudente emplearlo como policía”. Así lo explicó en entrevista con CRÓNICAS el general retirado Hébert Fígoli, que preside el Comité Nacional Ejecutivo Transitorio del MUP.
El movimiento se creó en octubre del año pasado con el objetivo de lograr representación parlamentaria en el próximo período, tanto a nivel nacional como departamental. La idea es integrar alguno de los partidos de la oposición, para lo cual ya han tenido conversaciones con varios dirigentes.
En este momento están abocados a recorrer el país para presentarse ante los uruguayos y lograr adherentes, y en los próximos meses definirán si van a participar en las elecciones internas del 2019 y bajo qué lema.
Sus propuestas no se limitan solamente a la defensa de los derechos de las Fuerzas Armadas (FFAA), sino que también buscan soluciones a los grandes problemas que afectan a la sociedad y, de hecho, es un grupo abierto a todos los ciudadanos, sin importar su filiación política.
Consultado sobre cuáles son esas problemáticas que pretenden abordar, Fígoli sostuvo: “El profundo deterioro de la seguridad, el crecimiento del narcotráfico, las conductas violentas de sectores marginales, la erosión de las reservas de la familia para cumplir sus funciones de integración, la pérdida de los valores sociales y de la calidad en la educación, el desempleo, la situación crítica de la seguridad social y la de nuestro sistema de retiro en particular”.
El plebiscito
El MUP coincide con tres de las propuestas que el senador Larrañaga incluyó en el plebiscito que impulsa bajo el lema “Vivir sin miedo”, que son los allanamientos nocturnos, la prohibición de salidas anticipadas para quienes cometan delitos graves, y la reclusión permanente revisable ante delitos gravísimos.
Sin embargo, no está de acuerdo con que 2.000 militares conformen una Guardia Nacional. ¿Los motivos? Además de que los soldados no han sido preparados para ejercer el trabajo policial, Fígoli argumentó que “el Ministerio del Interior, que ha quintuplicado en los últimos años su presupuesto, tiene todos los recursos como para administrar eficazmente la seguridad”.
Dijo también que la misión de las FFAA en la defensa nacional es la seguridad exterior, y que aunque hoy los tres cuerpos desarrollan determinadas tareas de seguridad interior, como las guardias perimetrales en algunas cárceles y la vigilancia del espacio aéreo, entre otras, en ningún caso es comparable con el rol de la Policía, que tiene otros objetivos y un entrenamiento totalmente distinto.
“El militar está entrenado para el combate, para la guerra, con armamento de uso letal, y no sería prudente emplearlo como policía”, sostuvo el líder de Unidos Podemos.
De la única forma que esta comunidad consideraría pertinente la existencia de una Guardia Nacional como la que propone Larrañaga, sería ante una grave crisis, si las fuerzas policiales se vieran realmente superadas, “algo que hoy no sucede”, señaló. Esto debería hacerse bajo un marco jurídico, con reglas claras en cuanto al empleo letal de las armas, y por un lapso determinado.
¿Qué proponen?
Para Unidos Podemos, en barrios como 40 Semanas o Marconi, el Estado debe restablecer el principio de autoridad. A su vez, los policías tienen que reprimir, incluso, aunque deban utilizar las armas, y se debería empoderar a las comisarías, para que no sean meras oficinas de trámite administrativo. “Esto debe ir de la mano del combate al narcotráfico, la modificación del régimen de libertad para delitos más graves y el incremento de penas para delitos violentos”, concluyó.