El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) lanzó nuevas herramientas para propiciar la inversión y, entre otros aspectos, fomentar el empleo. El nuevo decreto que se enmarca en la Ley de Promoción de Inversiones permitirá que una inversión intensiva en empleo exonere hasta un 47% de IRAE, a la vez que promoverá la inclusión de personas con discapacidad. Además, dará la posibilidad de poner en suspenso el beneficio en caso de que la renta sea baja y también propone mayores exoneraciones para las pymes. Los lineamientos comenzarán a regir a partir de la próxima semana.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
“Se puede gritar el gol”, dijo, entre risas, el subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, en la noche del pasado miércoles, mientras Peñarol se debatía con Atlético Tucumán por Copa Libertadores.
A pesar de ese detalle, el evento Línea de Encuentro de Somos Uruguay sobre incentivos a la inversión con cita en el Hotel Sheraton se realizó a salón completo. Allí, el subsecretario estuvo acompañado por el director de Asesoría Macroeconómica, Christian Daude, y la asesora del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Ana Inés Morató.
La necesidad de crecimiento y su correlación con la equidad fue el punto de partida de la disertación de Ferreri.
El subsecretario remarcó que la tasa de crecimiento se cuadruplicó en Uruguay en la segunda mitad del siglo XX. “Equidad y crecimiento son las dos caras para poder hablar de desarrollo. Es fundamental crecer, pero también repartir de manera justa y equitativa el crecimiento”, indicó el representante del MEF.
En la misma línea, sostuvo que solamente aquellas sociedades que crecen de manera sostenible conservan la equidad.
“La Ley de Inversiones hubiese sido menos efectiva sin una reforma tributaria, y viceversa”, sostuvo Daude.
“Una faceta fundamental de ese crecimiento es la inversión”, continuó Ferreri. Asimismo, resaltó el rol de la inversión como expresión de confianza en el país. “Nadie define una inversión por un factor circunstancial como el tipo de cambio, es una decisión multidimensional”, apuntó.
Pero ¿qué hace el MEF para inclinar la balanza a favor de Uruguay?
Según el subsecretario, actualmente, el país atraviesa “el ciclo de crecimiento más largo e intenso de su historia contemporánea”. Para él, no es casualidad que eso ocurra al compás de la recepción de inversiones más importante. Es por esto que resulta clave para el Ministerio implementar una sofisticación de la herramienta de promoción de inversiones para no perder dinamismo.
“Mientras el promedio de inversiones entre el 1985 y 2006 fue del 15% del PIB anual, en la última década estuvo por encima del 20%”, destacó Ferreri.
Asimismo, el subsecretario hizo énfasis en la evolución de las exportaciones, consumo e inversiones, los tres motores del crecimiento económico.
Ante la mirada del ministro de la cartera, Danilo Astori, Ferreri se refirió al crecimiento del 12% en las exportaciones en el acumulado entre enero y abril de este año, lo que refleja que los diversos rubros pudieron compensar el mal momento de la soja y el impacto de la sequía. Además, hizo hincapié en la evolución del consumo privado gracias al crecimiento del salario real, pero se detuvo en el freno del crecimiento de las inversiones, motivo por el cual el MEF decidió poner el foco en una “nueva sofisticación en las herramientas de promoción de inversiones”.
El subsecretario recordó la buena posición de Uruguay en la calidad de gobernanza, en sus instituciones democráticas, el Estado de Derecho y la libertad de prensa.
A su vez, remarcó que el orden macroeconómico del país inspira confianza y ratificó que Uruguay posee el grado inversor por parte de las cinco principales calificadoras de riesgo del mundo.
Más competitividad
En tanto, el director de Asesoría Macroeconómica, Christian Daude, afirmó que en el largo plazo es necesario explicitar el apoyo multidimensional al sector productivo. “En el largo plazo estas son las políticas que, al final, son mucho más importantes desde el punto de vista de la competitividad que medidas que pueden ser unidimensionales como el abaratamiento de un insumo”, apuntó.
Acerca de los incentivos fiscales, Daude comentó que es necesario pensar en cómo optimizar el uso de los instrumentos públicos para optimizar el clima de negocios y facilitar la toma de decisiones.
El director añadió que, desde el 2005 a la fecha, se ha dado una agenda muy importante de políticas públicas y transformaciones de los incentivos. “La Ley de Inversiones hubiese sido menos efectiva sin una reforma tributaria, y viceversa”, reconoció.
Para el 2018, Daude indicó que el plan del Ministerio propone “optimizar los incentivos y los esquemas sectoriales”. Resaltó que algunos sectores son prioritarios ya sea porque el país tiene una desventaja comparativa en ellos que debe corregirse o bien ha demostrado la capacidad de crecer en base a ellos.
Finalmente, el especialista se refirió a las pymes e indicó que es necesario consolidar un régimen simplificado para el impuesto al patrimonio, para las pequeñas y medianas empresas, lo que va a permitir un cumplimiento cabal de las empresas con sus obligaciones tributarias y, a la vez, un procedimiento menos costoso con respecto a años anteriores.
Transformaciones
Las novedades llegaron de la mano de la asesora del Ministerio de Economía y Finanzas, Ana Inés Morató. Cerca de las nueve de la noche y con Peñarol abajo por un gol en la contienda futbolística internacional, la economista se encargó de explicar cuáles serán las medidas que el MEF tomará de cara a perfeccionar la Ley de Promoción de Inversiones y adaptarla a la actual conyuntura.
Morató hizó énfasis en que las modificaciones se presentaron a 20 años de la Ley de Promoción de Inversiones promulgada en 1998, y destacó la evolución que ha tenido la herramienta.
En los hechos, entre 1998 y 2007, en el marco de la normativa que regula la inversión promovida, se presentó un proyecto por semana ante la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones, y de 2007 a la fecha se presentaron unos 12 proyectos semanales. “Eso habla de un cambio profundo del lugar que juega este régimen en el escenario empresarial”, indicó la economista y agregó: “Entre el 2007 y hoy, el 21% de la inversión privada fue promovida”.
En este contexto, el nuevo decreto trabajará sobre el indicador de empleo. “El empleo es, en este momento, uno de los grandes desafíos macroeconómicos, si bien en términos históricos la tasa de empleo es alta, ha tenido un descenso claro con respecto a los máximos que alcanzó en 2014 y estamos en los niveles de 2008 y 2009, es un tema que nos preocupa”, sostuvo la economista. “Es por esto que el próximo decreto aumentará la ponderación de este indicador de un 30% a un 40%”, señaló Morató y añadió que un proyecto que tenga el máximo puntaje en el indicador de empleo, es decir que sea intensivo en empleo obtendrá una exoneración en el IRAE equivalente al 47% de su inversión. “Creemos que esto va a ser un incentivo para apostar a proyectos de inversión que generen empleo”, ratificó la asesora.
En la misma línea, se simplificará el cómputo de empleo es decir que no se ponderará diferente el empleo según el nivel salarial. “En un escenario en el que la tasa de desempleo es especialmente alta en la población no calificada, nos pareció que era un tema a rever”. A raíz de esto un empleo, independientemente de su correlación salarial se contará como uno en cualquier caso aunque sí existirán consideraciones con un puntaje adicional para determinados grupos que tradicionalmente tienen problemas para acceder al empleo como son las mujeres, los jóvenes, los trabajadores rurales y, se incorporan, las personas con discapacidad.
Por eso un empleo siempre se contará como uno, también se cuentan las personas con discapacidad con un puntaje adicional.
Por otro lado, las inversiones que estén vinculadas a la innovación, la investigación y el desarrollo o a tecnologías más limpias se computarán por separado con el fin de brindar un doble beneficio a aquellas empresas que comprendan tanto la innovación como las tecnologías limpias.
Paralelamente se flexibilizarán las condiciones para el uso del beneficio. “Si las empresas no pueden utilizar el beneficio porque, por ejemplo, la renta que tienen no les alcanza para usarlo en el plazo que se les da, tendrán alternativas”.
Tendrán la posibilidad de, por su sola voluntad, suspender el plazo por un año en el caso de que la empresa sepa que no tuvo renta o tuvo una renta muy baja y luego podrá retomar el beneficio. “Eso será de un año para las empresas que tengan hasta cinco años de plazo y de dos años para las que tengan más de cinco años”, detalló Morató.
Asimismo destacó que las nuevas empresas tienen problemas para empezar a usar el beneficio por lo que además de la suspensión se aumentará el porcentaje de la obligación de IRAE del período. “Ahora tendrán que pagar el 20% de la obligación del ejercicio y el resto podrán deducirlo por este concepto”, indicó la economista. Hasta el momento, esa cifra se ubicaba en el 40%.
Finalmente, la experta se refirió a los beneficios para las pequeñas y medianas empresas y destacó que ahora se les dará un beneficio de IRAE un 20% superior al que tiene una empresa de mayor porte.