Luis Almagro, secretario general de la OEA
Desde que Luis Almagro asumió como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), prácticamente no ha podido visitar Uruguay –en el último año solo lo hizo una vez y por razones personales-. Aunque la función que desempeña en Estados Unidos le consume casi todo su tiempo, hizo un lugar en su apretada agenda para conversar con CRÓNICAS, y aprovechó para aclarar algunas versiones que trascendieron acerca de su pertenencia al MPP y sus declaraciones sobre Venezuela y su presidente, Nicolás Maduro.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
El sector que lidera el expresidente José Mujica aseguró a través de un comunicado que Almagro se había autoexcluido, pero él afirmó que no fue así. De todas formas, admitió que en el MPP le cobraron su postura con respecto al “gobierno bolivariano y sus acciones”.
El excanciller uruguayo no se arrepiente de sus declaraciones contrarias al presidente venezolano, dado que, según explicó, el tiempo ha demostrado que “el deterioro de las instituciones democráticas en Venezuela se ha profundizado”. Sin embargo, expresó que desea retomar la relación con Mujica.
A su vez, sostuvo que su forma de pensar nada tiene que ver con su ingreso en la OEA, y recordó que él ya se manifestaba en contra del régimen chavista desde mucho antes. Por otro lado, remarcó la importancia de que el referéndum revocatorio contra Maduro se lleve a cabo este año.
A continuación, un resumen de la entrevista.
-“Luis Almagro se autoexcluyó del MPP por desarrollar una práctica política contraria a nuestras definiciones históricas y nuestro rumbo estratégico en lo que a relaciones internacionales se refiere”, rezaba un comunicado emitido por el sector del expresidente y senador José Mujica en junio pasado. ¿Qué opinión le merece?
-Nunca me autoexcluí y siempre defendí dentro del MPP la posibilidad de disentir. Dudo mucho que el rumbo estratégico y las definiciones históricas del MPP coincidan ni siquiera remotamente con lo que pasa hoy en Venezuela, con presos políticos, desconocimientos de libertades fundamentales, desconocimiento de la separación de poderes y desconocimiento de los derechos de participación política de los ciudadanos, incluido el derecho al referéndum revocatorio en 2016.
“El Mercosur hizo lo que debía hacer, apartó a Venezuela de la Presidencia pro Témpore”
-Pero ¿cree que en el MPP le cobraron su postura con respecto a Venezuela?
-Muchos de los enojos de políticos y funcionarios del MPP tienen que ver con mis críticas al gobierno bolivariano y sus acciones, que afectan los elementos esenciales de la democracia de acuerdo al artículo 3 de la Carta Democrática Interamericana (CDI) y a los componentes fundamentales del ejercicio de la democracia conforme al artículo 4 de la CDI.
-¿Cómo tomó la “despedida” de Mujica a través de una carta, luego de que usted criticara a Maduro?
-Fue porque critiqué el proceso electoral que llevó a las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre en Venezuela. Lo tomé como una necesidad política suya y una necesidad política mía.
-¿Hoy no tiene relación con Mujica?
-Digamos que me gustaría restablecer el diálogo con él. Ojalá ello fuera posible. La lógica es que no nos andamos buscando todos los días, pero no tenemos problemas si nos encontramos por ahí para hablar de cualquier cosa.
-¿Se arrepiente en algún sentido de lo sucedido?
-No, no me arrepiento. Uno piensa que está en lo cierto inclusive cuando se equivoca, por lo que el tiempo suele ser importante para evaluar lo actuado. En esta ocasión, estos meses han mostrado que el deterioro de las instituciones democráticas en Venezuela se ha profundizado. Por lo tanto, no hay razón alguna para estar arrepentido en este punto.
“Dudo mucho que el rumbo estratégico y las definiciones históricas del MPP coincidan con lo que pasa hoy en Venezuela”
-Consultado acerca de la activación de la Carta Democrática a iniciativa suya, el senador del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, expresó: “Almagro ha tenido un cambio radical. Era de los sostenes que tenía junto al MPP y el FA el régimen chavista, y ahora en la OEA rápidamente modificó su forma de pensar”. ¿Esto es así?
-No es así. Es una historia muy anterior. Quisiera recordarles a todos algunas crónicas de marzo de 2014, cuando tuvo lugar la primera misión de Unasur.
Paso a leer: “Según el líder universitario Juan Requesens, el canciller de Uruguay, Luis Almagro, tomó la palabra para mostrar su ‘repudio a toda forma de violencia’. Alfredo Romero, director del Foro Penal Venezolano, destacó la postura del ministro del presidente José Mujica, que todavía rechina en Miraflores. ‘Fue contundente en cuanto a que hay que detener la violación de derechos humanos’, precisó”. Esto fue publicado en La Nación (Argentina), el 28 de marzo de 2014.
Y esas declaraciones, además, me costaron seis meses de oposición del gobierno de Venezuela, cuando mi candidatura a la Secretaría General de la OEA se presentó.
Por otra parte, también Infobae informó al respecto: “A medida que se daban las intervenciones de los cancilleres y estudiantes durante la reunión, Requesens publicó una parte de lo dicho durante el encuentro en su cuenta de Twitter. “Uruguay (canciller Luis Almagro) dice: ‘Las garantías a las manifestaciones de los estudiantes deben ser plenas’”, escribió el estudiante en su cuenta”.
Mi actuación en esa oportunidad se informó en todos lados, menos en Uruguay. En todo caso he sido consecuente con la defensa principista de la democracia y los derechos humanos.
-¿Por qué cree que parte del FA lo acusa de haber cambiado su ideología tras haber asumido en la OEA?
-Todo lo contrario. Defender las libertades fundamentales, condenar la existencia de presos políticos, exigir la separación de poderes, exigir que se ejerza el poder conforme al Estado de Derecho y defender la libertad de expresión, considero que son postulados esenciales de cualquier posicionamiento ideológico dentro del FA. Solamente puedo dudar de que alguien ande tan perdido dentro del FA, como para defender lo contrario. Lo que vale en casa debe valer afuera también.
“Tan importante como el derecho que tenía la gente de elegir a Maduro es el derecho que tiene de revocarlo”
-Sin embargo, da la sensación de que al menos parte del FA defiende al gobierno de Maduro y no considera que haya violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
-Me extrañaría mucho esa posición, dado que la misma no condice con lo señalado por la integridad del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, así como por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y los comités especializados de Naciones Unidas, como el de detenciones arbitrarias, el de tortura, el de libertad de expresión. Es decir, todo el mundo hoy reconoce las violaciones en materia de derechos humanos que existen en Venezuela, no es posible negar tanta evidencia y tanta prueba.
-Si no hubiera renunciado al Senado para asumir en la OEA, ¿habría tomado la misma posición con respecto a Maduro y a la situación en Venezuela?
-Como dije anteriormente, ya había tomado esa posición antes y la habría vuelto a tomar todas las veces que fueran necesarias. Lo que hago es una defensa de principios y valores de la democracia en función de lo que ocurre en el país que el presidente Maduro gobierna.
-¿Y qué siente cuando escucha que Maduro lo llama “traidor”?
-El centro de mi preocupación es la situación del pueblo venezolano. Nunca he contestado descalificaciones como esas. Espero que la vida me siga dando solidez política y fuerza moral como para nunca tener que hacerlo.
-¿Cuáles cree que son las dificultades más graves que afronta hoy Venezuela?
-Es difícil resumir en una respuesta lo que dije en un informe de 132 páginas que está en el sitio web de la OEA. En Venezuela hay una profunda crisis social, humanitaria, política, institucional y económica.
Las cosas que más duelen son las que les pasan a la gente, a los presos políticos, algunos de ellos torturados, los niños muertos en hospitales por no tener medicinas básicas, los 22 niños que han muerto por difteria porque no hay vacunas –algo que se resuelve con la inoculación de la triple bacteriana simplemente-, los linchamientos, la gente que hoy come una sola vez al día en un país inmensamente rico en recursos. Ese es el verdadero horror, la tragedia que surge del accionar de este gobierno.
-Recientemente dijo a El Observador que el referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro debía hacerse este año, lo que ya fue descartado por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela. ¿Cuáles serán los riesgos en este caso?
-Si el referéndum revocatorio no se hace en el 2016, el gobierno pierde la última variable democrática que hoy puede esgrimir y es su legitimación de origen, dado que a Nicolás Maduro en determinado momento lo eligió la gente.
Pero tan importante como el derecho que tenía la gente de elegir a Maduro es el derecho que tiene la gente de revocarlo hoy. Es un derecho constitucional que debe ser respetado en pie de igualdad con el derecho a elegir. A partir del desconocimiento de ese derecho, la democracia venezolana colapsa completamente y queda definitivamente deslegitimado el gobierno en esa y todas las demás variables que hemos expresado.
“Nunca me autoexcluí y siempre defendí dentro del MPP la posibilidad de disentir”
-¿Qué medidas tomará la OEA ante esto?
-Debe avanzar a los siguientes pasos de aplicación de la CDI.
-¿Qué salida le ve a la crisis política que vive Venezuela?
-La salida institucional y constitucional es la realización del referéndum revocatorio y la realización de elecciones. Ello debería ser así en un marco de respeto a la Constitución y al Estado de Derecho.
-Una vez culminado el quinquenio, ¿cree que seguirá haciendo política en Uruguay?
-¿Cómo puedo saber eso? Hoy tengo una tarea regional muy importante por delante y la tengo que hacer bien. Eso es lo único que cuenta. No puedo usar este cargo para hacer política en el Uruguay, eso es obvio. Nunca opino sobre Uruguay y prácticamente no he visitado el país –en el último año solo una vez y por motivos estrictamente personales-.
-¿Está conforme con su gestión al frente de la OEA en lo que va del período?
-Hemos ido avanzando en posicionar a la OEA en los temas claves del hemisferio. Todavía queda mucho por hacer. Yo simplemente quiero seguir trabajando y luchando por las mismas cosas por las que estoy luchando ahora.
-¿Qué análisis hace acerca de la crisis institucional que atraviesa el Mercosur, que se profundizó por la asunción unilateral de la Presidencia pro Témpore por parte de Venezuela?
-El Mercosur hizo lo que debía hacer, apartó a Venezuela de la Presidencia pro Témpore y exigió el cumplimiento de la normativa Mercosur so pena de excluirla. Es un posicionamiento con mucha fuerza desde el punto de vista político en defensa de principios y valores fundamentales para salvaguardar el proceso de integración.