A 10 años de implementada la reforma sanitaria, el Frente Amplio (FA) está planificando una segunda generación de cambios en áreas que necesitan una mejora. Algunas de ellas involucran a las instituciones privadas, quienes esperan formar parte del debate de cara a esta nueva etapa, dijeron a CRÓNICAS sus representantes.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Luego de analizar el funcionamiento del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) durante esta década, actores del oficialismo identificaron tres áreas a profundizar. La primera tiene que ver con el rol de rector que tiene el Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre el sistema nacional –incluidos prestadores públicos y privados-. Sobre este punto, la idea es establecer un conjunto de normas para darle más potestades a la cartera.
Según explicó a CRÓNICAS el senador frenteamplista Charles Carrera, quien integra la Comisión que creó el FA a fin de elaborar el plan de profundización del SNIS, si bien el Ministerio hoy tiene la autoridad suficiente como ente rector, es necesario aumentarla para que pueda seguir desarrollándose como tal.
El segundo aspecto en el que el partido de gobierno pretende trabajar es en la complementación de servicios entre el sector público y el privado, dado que, aunque hoy las herramientas están, hace falta fortalecerlas y que sean mejor aprovechadas en todo el territorio nacional.
“Hoy la complementariedad se está desarrollando, pero según el lugar. Por ejemplo, en mi pueblo, Minas de Corrales, se estableció un convenio entre la mutualista Comeri, que utiliza la puerta de emergencia del hospital local, pero en este falta un ginecólogo, y quien se compromete a brindarlo es la institución privada”, indicó el legislador.
El otro objetivo planteado está relacionado con la “reingeniería de ASSE”, para la que están elaborando un conjunto de normas a los efectos de tener una gestión transparente y ágil en el prestador público. Una de ellas busca resolver el conflicto de intereses que se da cuando un médico trabaja tanto para salud pública como para una empresa privada.
“Muchos trabajadores están de los dos lados del mostrador. Hay un artículo del Tocaf (Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera del Estado) que los prohíbe; nosotros creemos que la prohibición tendría que ser a nivel departamental y no nacional, es decir, que si un médico es dueño o participa en una empresa de salud privada en Montevideo, puede desarrollar tareas en el Hospital de Rivera”, señaló. Además, otro proyecto que entra en esta categoría es la elección de los directores de los centros hospitalarios mediante concurso.
El rol de los privados
En conversación con CRÓNICAS, el representante de las mutualistas en la Junta Nacional de la Salud (Junasa) del MSP, Baltasar Aguilar, sostuvo que las instituciones privadas no conocen exactamente cuáles son los temas que están en la agenda de la Comisión del FA bajo el rótulo de la profundización del sistema sanitario.
De todas formas, admitió que si dentro de los asuntos a tratar se encuentran la complementación de servicios entre el sector público y el privado, y el aumento del papel rector del MSP, tal como informó a este semanario el Dr. Carrera, “en ambos aspectos nosotros esperamos ser convocados para el análisis”.
Aguilar aclaró que al no estar totalmente definidas las propuestas, este no es el momento en el que deben participar. “Seguramente vamos a reclamar participación cuando esto sea tratado en la instancia administrativa, a nivel del MSP o en la Junasa, y ni qué hablar si alguna iniciativa merece consideración parlamentaria”, concluyó.
En la misma línea, el vocero de las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva, Daniel Porcaro, dijo en diálogo con CRÓNICAS que nunca fueron convocados ni se les explicitó en qué consiste la profundización del SNIS. “Nosotros atendemos a dos tercios de la población del país, pero no sabemos el alcance del tema. Capaz que están elaborando propuestas y nos llamarán en su momento, pero a esta altura del año no creo que lo hagan”, añadió.
“Nosotros atendemos a dos tercios de la población del país, pero no sabemos el alcance” de la segunda reforma, afirmó el vocero de las mutualistas, Daniel Porcaro.
Consultado al respecto, el senador Carrera afirmó que el grupo de trabajo que integra está dialogando con diferentes actores en este proceso de construcción de cara a la segunda reforma. De hecho, se ha reunido con trabajadores, jubilados y pensionistas, el Sindicato Médico del Uruguay y la Universidad de la República, entre otros.
A su vez, contó que la Comisión se comprometió a presentar en el primer cuatrimestre del año próximo un conjunto de iniciativas, que todavía están en elaboración. “Cuando se presenten los proyectos se va a escuchar a los privados”, aseguró, y agregó que “el privado que quiera venir a hablar con nosotros, estamos abiertos para escucharlo”.
Sobre esto, Porcaro opinó: “Nos tienen que convocar ellos y decirnos exactamente qué es lo que quieren hacer. La iniciativa no fue nuestra. Si están pensando en hacer un cambio, con gusto podemos dar nuestra opinión, pero los protagonistas de este tema son ellos y esperaremos que nos convoquen”. Igualmente, coincidió con Aguilar en que deberían ser consultados cuando se tengan las propuestas más concretas.
Pautas claras
Carrera dejó en claro que el 93% de los ingresos que reciben las mutualistas privadas proviene del Fonasa. “Es decir, es un fondo público, y nosotros lo que estamos haciendo es trabajando a los efectos de profundizar esa gran reforma que pone a Uruguay como modelo a nivel internacional”, puntualizó.
Además, reforzó la idea de que es necesario que haya un conductor que establezca pautas claras. “Acá está el problema de que muchas veces faltan los recursos humanos, la tecnología, pero si en un departamento hay dos instituciones privadas y una pública, y un solo tomógrafo, es importante tener pautas para que la complementación se pueda desarrollar”, remarcó, y sostuvo que con el propósito de defender los intereses y los recursos de todos los uruguayos, se necesita un ente rector que pueda establecer algunos aranceles.
Puede mejorar
Gracias a la primera reforma, “la mejora de la atención se ha logrado, se han hecho inversiones importantísimas para mejorar las infraestructuras y adquirir equipamiento, se ha capacitado al personal; se han hecho un montón de iniciativas en diferentes años y nos hemos adaptado a eso”, subrayó Porcaro.
A su vez, dijo que al ser una reforma que “ha cambiado el funcionamiento del sistema, que tenía 50 años y que no podía seguir subsistiendo de la misma manera, recién tiene 10 años y hay que ayudar a que siga evolucionando”.
Finalmente, manifestó que quedan temas por mejorar, como algunos aspectos de gestión, y sobre todo de integralidad en el financiamiento del sistema, lo que quiere decir que éste no esté financiado de una forma tan “fragmentada” y “dependiente” de fondos públicos.