Ernesto Talvi, precandidato por el Partido Colorado
“Creo que Ciudadanos tiene una gran chance de ganar la interna”, aseguró, con confianza, el precandidato por el Partido Colorado, Ernesto Talvi. Su principal retador en este escenario sería, ni más ni menos, que el expresidente Julio María Sanguinetti que, aunque aún no confirmó su precandidatura, coquetea con la idea, a la vez que incrementa la intención de voto de su partido, según indica la encuestadora Factum.
Consultado acerca de si aceptaría estar en una fórmula que no lo tuviera a él como principal candidato, Talvi señaló: “Vamos a estar donde la ciudadanía nos honre. Nuestro compromiso es con los cambios que el país necesita, no con el poder”.
Tras presentar los principales lineamientos de su agrupación, Ciudadanos, Talvi redobló la apuesta y apuntó: “Con los pies sobre la tierra, creemos que podemos llegar a ser competitivos de cara a octubre y al balotaje de noviembre”.
El Menú En la cálida cava de Panini´s, el precandidato degustó sorrentinos rellenos de queso cuartirolo, lomito ahumado y tomillo, con salsa crema de champignones y nueces, acompañados por coca cola con hielo y un toque de jugo de limón.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
-Ha hecho pública la necesidad de modificar la normativa que rige a los entes autónomos, algo que han replicado recientemente autoridades del gobierno, como el ministro Danilo Astori o el director de la OPP, Álvaro García, en el plan de Ciudadanos. ¿Cómo trabajaría al respecto?
-Se pronunciaron tarde y bien, después de 14 años de gobierno, pero por lo menos se escuchó la prédica que venimos haciendo desde hace muchos años de que tenemos que promover un acuerdo político entre los partidos que tienen representación en el Parlamento para designar en los directorios de las empresas del Estado a personas competentes en el manejo de organizaciones complejas. Asimismo, tenemos que contratar a las altas gerencias por concurso de mérito. Hay mucho en juego, nosotros estimamos que son US$ 1.200 millones de sobrecosto de producción por ineficiencias en el proceso productivo; con un cambio en la organización, funcionamiento y gestión de las empresas para profesionalizarlas y así que tengan control político pero no injerencia política.
Con esos US$ 1.200 millones de ahorro por ganancia de eficiencia se podría bajar un 30% el precio del gasoil, 30% en la electricidad, insumos muy importantes en el proceso productivo y nos sobrarían US$ 700 millones para bajar el déficit fiscal, que es el gran responsable del grave atraso cambiario que tiene el país, que, a su vez, está sacándole competitividad al Uruguay y asfixiando su aparato productivo.
Si a Ciudadanos le toca el honor de gobernar, se terminaron los directorios políticos y los premios consuelo para quienes no fueron electos para otros cargos; se terminaron las empresas públicas como plataformas de campañas electorales; se terminaron las empresas del Estado como un aparato clientelar para sostenerse en el poder. Las empresas del Estado, como sucede en Nueva Zelanda o en Chile, van a estar al servicio de los ciudadanos para producir con la mejor calidad y el menor precio posible.
-En materia agropecuaria se rodeó de empresarios y expertos en el rubro, como Blasina y Uriarte. El PC tiene una tradición muy arraigada a Montevideo. ¿Pretende cambiar esta visión y orientar la mirada al sector agropecuario?
-En todo el país decimos que nosotros tenemos que reconocernos como un país fundamentalmente agropecuario, agroindustrial, agroexportador y turístico.
El turismo es uno de los grandes motores de nuestra economía y genera desarrollo en los contornos costeros. El agro genera un desarrollo más armónico en todo el territorio nacional y construye tejido social reteniendo a la familia rural en el campo y a la gente en el Interior. No es solo importante como motor económico, sino también como política social.
Esto no quiere decir que no es importante también el país logístico, el país de la alta tecnología, pero lo primero es darle competitividad a lo que son los motores centrales de nuestra economía hoy. Es fundamental para que paremos esta sangría en la que todos los días cierran empresas; esta semana cerró Medea y también Pili. Todos los días se pierden empleos, hemos perdido 60.000 puestos de trabajo en los últimos cuatro años y no podemos pretender seguir de brazos cruzados cuando el aparato productivo nacional está asfixiado. Por eso nos hemos rodeado de personas capaces, los dos que mencionó, por ejemplo, no son de tradición colorada, pero cuando decimos “vamos a apelar a los mejores”, realmente lo hacemos.
-Para detener esa sangría de la que habla, tanto a nivel agropecuario como industrial y productivo en general, ¿qué medidas cree que se deben poner en práctica?
-Proponemos cinco medidas concretas. Lo primero que tenemos que hacer es bajar el déficit fiscal, que es lo que está detrás del grave problema del atraso cambiario. Tenemos que darle respuesta al problema fiscal pero sin subir impuestos ni tarifas, porque no podemos hacerle eso a un aparato productivo que está ya asfixiado. Hay que actuar, por tanto, por el lado del control del gasto. Nosotros proponemos por cinco años no reponer vacantes. Hay 9.000 personas que se jubilan o fallecen en la Administración Pública por año, por lo que, en cinco años volveríamos a tener el mismo nivel de empleo público que había al final del primer gobierno del Dr. Vázquez. En el gobierno anterior hubo un aumento impresionante; casi 50.000 funcionarios públicos ingresaron a la Administración, lo que significa una suba del 24% que le cuesta al país US$ 1.000 millones.
Por otro lado, vamos a cambiar la forma de organización y gestión de las empresas del Estado como mencioné anteriormente.
También, vamos a modernizar la negociación colectiva para incluir en la ley cláusulas de prevención y resolución escalonada de conflictos para que tengan que seguirlas obligatoriamente aquellos convenios colectivos que no las contengan. A su vez, vamos a promover la negociación bilateral entre empresas y trabajadores después de resueltos los laudos a nivel colectivo, de manera tal de que puedan acordar condiciones distintas a las que se laudan a nivel sectorial, porque cada empresa es un mundo. Eso es lo que recomienda la OIT. El trabajador queda protegido, porque si no hay acuerdo, lo que vale es el acuerdo conseguido a nivel sectorial. A partir del 1º de marzo de 2020 vamos a derogar el decreto que interpreta la ocupación como una extensión natural del derecho de huelga; no lo es, la ocupación es inconstitucional y viola el derecho de propiedad, la libertad de trabajo y los acuerdos internacionales que Uruguay tiene como miembro de la OIT.
Vamos a reorientar la diplomacia, al estilo de como lo hace Nueva Zelanda, con oficinas comerciales potentes en todas las embajadas para abrirle nuevos mercados a nuestros productos, especialmente a los de la cadena agoexportadora que son demandados por los mercados más exigentes del mundo, pero a todos lados entramos sin preferencias, pagando impuestos muy altos y nos deja sin posibilidad de competir.
En esta línea, vamos a levantar la bandera de un cambio en la naturaleza jurídica del Mercosur. El Mercosur hoy es una unión aduanera vetusta y disfuncional; no nos podemos ir, no podemos perder las preferencias con las que ingresamos a Argentina, Brasil y Paraguay, pero vamos a proponer convertirlo en una zona de libre comercio, ágil y dinámica que nos permita recuperar soberanía comercial, negociar acuerdos a nuestro ritmo con bloques, con países, por producto, y sin tener que pedirle permiso a Argentina y a Brasil para cada paso que damos. Creo que esto es viable, y Argentina, con el actual gobierno, podría acompañar a Uruguay en esta postura.
Finalmente, apostamos a extender a los nuevos proyectos de inversión el mismo tipo de beneficio que se le dio a UPM para la nueva planta de celulosa. Vamos a darle a las empresas nacionales -grandes o chicas, del Interior o Montevideo- las mismas oportunidades que tuvo UPM. Si son proyectos chicos, tanto mejor, porque el 80% del empleo se genera en emprendimientos chicos. A las empresas uruguayas no les faltan ideas ni proyectos, les faltan estímulos.
-Si a nivel impositivo todos los proyectos tienen los mismos beneficios que tiene UPM, ¿no se resienten los ingresos del Estado?
-No en la medida de que son proyectos nuevos. Son proyectos que en ausencia de estos incentivos nunca se harían, entonces uno no está renunciando a cobrar sobre algo que jamás hubiera existido. Es una cuestión de justicia y también de darle un desarrollo más armónico a la economía y no solo basarnos en megaproyectos que, si bien les damos la bienvenida, no pueden ser una estrategia sostenida y lo único a lo que debemos apostar.
-Como liberal y progresista, ¿está de acuerdo con la agenda de derechos que instaló la izquierda?
-En general, hemos tomado una posición favorable a la agenda de derechos que llevó adelante el Frente Amplio (FA). Hemos tomado posición firme al respecto. En el tema de la marihuana legal hemos dicho que la tendencia moderna hoy es a legalizar, descriminalizar la producción, la distribución y el consumo de las drogas blandas como la marihuana. Creo que el error fue hacerlo en un clima festivo; legalizar es una cosa, festejar es otra. Debió hacerse como ahora lo va a hacer el gobierno del Dr. Vázquez, advirtiendo a los jóvenes y a los padres de los daños que, aún el consumo social de marihuana si es prolongado, puede ocasionar. Creo que perdimos una gran oportunidad de ponernos a la vanguardia de la industria asociada al cáñamo, la planta de la marihuana. Por ejemplo, desarrollar la industria medicinal, cosmética y alimentaria, que tienen usos no psicoactivos de la planta, y que países de vanguardia, como Israel u Holanda, trabajan de forma activa en esto. Estamos trabajando con nuestro equipo para poner al país a la delantera de estas industrias y, a la vez, mantener una campaña muy firme de que el consumo de marihuana no es inocuo.
-Al frente de su equipo en materia social está Ney Castillo. ¿Qué cambios implementarían en este plano?
-Yo creo que las políticas sociales del FA han fracasado porque consolidaron la dependencia en lugar de generar oportunidades. Vamos a cambiar la orientación de estas políticas para generar igualdad real de oportunidades para chiquilines que hoy nacen con la suerte sellada.
Hoy, la mitad de los chiquilines que nacen en el país lo hacen en las periferias urbanas pobres, y de ellos, solo 13 de 100 terminan el liceo. A prácticamente la mitad de los chiquilines que nacen en el país los condenamos a la informalidad, a la dependencia de los planes sociales o a elegir el delito como forma de vida. Es el semillero de las narco-mafias.
Para cambiar esta realidad vamos a trabajar en dos planos. Primero, apuntamos a la primera infancia, desde el embarazo hasta los tres años se juega el partido. Un chiquilín que no está bien nutrido, bien estimulado, no tiene un desarrollo físico, emocional ni cognitivo como para poder absorber aprendizajes.
Hoy tenemos 18.000 familias con niños menores de tres años que viven en condiciones de extrema pobreza y con una realidad familiar muy compleja. Vamos a atender esta realidad con un trabajo mucho más intenso. Estamos mirando con mucho interés una ley que acaba de presentar Cristina Lustemberg, del FA, una mujer muy competente que tiene una preocupación que compartimos, por la primera infancia. Estamos dispuestos a trabajar con ella para tratar de sacar esto adelante.
Por otro lado, proponemos instalar una red de 136 liceos públicos modelo en todos los barrios vulnerables del país para atender a 80.000 chiquilines que hoy están en riesgo de desertar del sistema educativo. Es una propuesta novedosa, innovadora, basada en la experiencia que me tocó el honor de vivir como fundador del liceo Impulso, el primer liceo privado, gratuito y laico en la cuenca de Casavalle. Otros fueron el alma mater del proyecto, pero fui testigo privilegiado y doy fe de que se puede consumar un milagro donde parece que está todo perdido.
-¿De dónde se recorta para obtener los US$ 160 millones anuales que son necesarios para crear esta red de liceos?
-Esos US$ 160 millones adicionales por año que se necesitan para poner a funcionar estos liceos es una gota en el océano del presupuesto de US$ 15.000 millones. Pero lo importante es que no es un gasto, sino una inversión. Hay que mirarlo como un proyecto de largo aliento. El nivel educativo es el principal predictor del nivel de ingresos, por lo que este es el proyecto más rentable para el país. Si se le presenta este proyecto a los bancos de desarrollo, lo financian; como hicieron en su momento con la seguridad social.
Tradición o renovación
La encuestadora Factum aseguró que el repunte del PC que lo posiciona con una intención de voto que ronda el 16% fue producto de la aparición del expresidente Julio María Sanguinetti en la antesala de la contienda electoral. En este contexto el precandidato analizó la interna de su partido y la reaparición del expresidente en la arena política.
“A mí me parece que el PC ofrece un menú muy atractivo en la elección interna. El hecho de que el Dr. Sanguinetti haya salido de su retiro para volver a la política activa contribuyó a animar esa interna”, opinó Talvi. Pero a la vez, diferenció con claridad ambas propuestas. “Tenemos, por un lado, las corrientes históricas representadas por el Dr. Sanguinetti y el senador Amorín. Con ambos hay una excelente relación, y quienes se inclinen por la tradición tendrán una gran opción allí. Por otro lado, para quienes prefieran la renovación, el cambio y el futuro con una nueva generación de líderes que ponga al país en marcha de cara al Siglo XXI, aquí está Ciudadanos, que viene a instalar una cultura política nueva”, enfatizó.
Según los números de su agrupación, la renovación es la clave para el crecimiento del PC. “Si el partido no va con una opción de renovación, difícilmente pueda salir de la magra expresión electoral que ha tenido en las últimas elecciones”, indicó.
Consultado acerca de si vislumbra la posibilidad de ganarle al expresidente en la interna colorada, el candidato no vaciló: “Sí, creo que Ciudadanos tiene una gran chance de ganar la interna, nuestros números nos dicen de forma contundente que la gente cuando conoce el proyecto se ilusiona y confía y tiene una alta predisposición al voto. Hoy me conoce el 36% de la ciudadanía, falta el restante 64% y sabemos que entre los que nos conocen hay una alta predisposición al voto”, apuntó. En la misma línea, Talvi redobló la apuesta y afirmó: “Con los pies sobre la tierra, creemos que podemos llegar a ser competitivos de cara a octubre y al balotaje de noviembre”.
El precandidato asegura que sin la palabra de aliento del expresidente Jorge Batlle no hubiera tomado el impulso necesario para emprender la carrera electoral, sin embargo, aseguró que no se siente heredero más que de los valores del partido y remarcó que Ciudadanos es un sueño y un proyecto propio. “He dejado toda mi vida atrás. Tuve que renunciar a Ceres, a la Brookings Institution, deje mis actividades docentes en la Universidad de Columbia porque siento que habiéndome preparado toda la vida pensando en la política de gobierno, es hora de ser protagonista del cambio”, reflexionó. Tras ser consultado por la posibilidad de integrar una fórmula que no lo tenga como candidato a la Presidencia, Talvi indicó: “Vamos a estar donde la ciudadanía nos honre. Nuestro compromiso es con los cambios que el país necesita, no con el poder”, indicó, al tiempo que resaltó la necesidad de establecer acuerdos interpartidarios en los temas fundamentales.