En el marco de la renovación institucional de Salto Grande, el Ec. Nicolás Irigoyen, integrante de la Delegación de Uruguay en la CTM, se refirió, en diálogo con CRÓNICAS, al rol de la central hidroeléctrica binacional. El desarrollo regional, y la generación y transmisión eficiente y segura de energía limpia, son algunos de los objetivos que se persiguen desde la principal fuente de energía renovable del país.
Al día de hoy, la CTM, sujeto de derecho internacional creado por la República Argentina y la República Oriental del Uruguay, está compuesta por tres delegados de cada país y tiene a su cargo todos los asuntos referentes a la utilización, represamiento y derivación de las aguas del Río Uruguay, en la zona de influencia de Salto Grande. La propiedad de este establecimiento es indivisa y de partes iguales para ambos Estados. Por esto, Uruguay es responsable del 50% del mantenimiento, operación y funcionamiento de la central.
En este marco, el vicepresidente de la Delegación de Uruguay contó a CRÓNICAS que se encuentra actualmente participando en el proceso de renovación de Salto Grande. Para esto se ha creado una subcomisión permanente —conformada por el presidente de la Delegación Argentina, los gerentes generales y los gerentes del proyecto— donde se evalúan todos los pasos a dar.
“El proceso de renovación tiene carácter refundacional, es de gran impacto para la matriz energética uruguaya, por lo que es un orgullo formar parte del proceso. Debemos generar un cambio cultural, incorporando el concepto de renovación en cada uno de nuestros funcionarios, pues de eso depende el futuro de la organización”, dijo el jerarca.
A su vez, agregó que se busca posicionar a Salto Grande como una organización líder en la integración binacional argentino-uruguaya, apuntando al desarrollo regional, y la generación y transmisión eficiente y segura de energía limpia. “Queremos ser referentes en el desarrollo, investigación y aplicación de conocimientos técnicos”, manifestó Irigoyen.
El rol de este organismo en el país
Actualmente, el establecimiento cuenta con una central de generación hidroeléctrica de 1890 MW de potencia instalada, con 14 grupos turbina-generador de 135 MW y una producción media anual de 8574 GWH para ambos países.
Para Uruguay, Salto Grande es responsable de un suministro eléctrico promedio del 43% anual (2010-2019), e incluso ha sido, en momentos puntuales, abastecedor del 60% de la demanda de energía eléctrica del país.
Esta es, además, la mayor fuente de energía renovable del país y la principal conexión internacional en extra alta tensión, que permite el intercambio regional de hasta 2000 MVA, haciendo posible exportar o importar energía al mejor precio.
Al mismo tiempo, actúa como regulador de frecuencia secundaria del sistema interconectado uruguayo-argentino, y juega un papel fundamental en la mitigación de crecidas del Río Uruguay.
En lo que refiere a guarismos, para el país, Salto Grande presenta un costo de producción total menor a U$S 7/MWH, un valor muy inferior al de otras fuentes de energía.
En esta línea, cabe destacar que Salto Grande ROU no factura la energía generada, ya que es UTE quien se encarga de la comercialización de la misma. Es por esto que el financiamiento del presupuesto depende de Rentas Generales. “Recibimos una partida financiera fija de $ 744 millones por Ley de Presupuesto Quinquenal, la cual no se ajusta desde el año 2015, por lo que estamos articulando con los diferentes actores del Ejecutivo para intentar actualizarla”, explicó Irigoyen.
Adicionalmente, para cubrir las diferencias entre esta partida y el presupuesto, se define una Comisión por Administración a percibir por parte de UTE, fijada anualmente por el Poder Ejecutivo, a propuesta de la Delegación del Uruguay en CTM.
“La partida desactualizada es una situación al menos incómoda desde el punto de vista político-empresarial, por lo que, como comentaba anteriormente, estamos trabajando en una propuesta de financiamiento diferente”, añadió el entrevistado.
Un plan estratégico a 30 años
-¿En qué consiste y cómo ha impactado el Convenio de Cooperación Técnica entre el organismo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)?
-Desde que se firmó el Convenio de Cooperación Técnica con el BID, Salto Grande se encuentra trabajando en la planificación e implementación del Plan de Renovación y Modernización de Salto Grande. Se ha trazado un plan estratégico a 30 años para la renovación de la infraestructura y equipamiento electromecánico auxiliar y principal del complejo hidroeléctrico, con el objetivo primordial de evitar la pérdida de disponibilidad por obsolescencia del equipamiento.
Actualmente, estamos ejecutando la primera etapa del programa con financiamiento con recursos del BID por un total de US$ 80 millones. Está compuesto por dos préstamos “espejo” de US$ 40 millones por margen, donde la CTM de Salto Grande es el organismo ejecutor para ambos. La gestión integral del proyecto de renovación es una sola y única, independientemente del origen de los fondos y la nacionalidad.