“Quien no esté de acuerdo con la reforma de la seguridad social debería proponer una alternativa”

EN PANINI’S

Alfredo Cabrera, presidente del Banco de Previsión Social (BPS)


La tan mentada reforma del sistema previsional implicará desafíos importantes para el BPS, aunque también es una “oportunidad” para mejorar sus sistemas de prestaciones, aseguró el jerarca entrevistado por CRÓNICAS. Además, defendió el proceso de discusión en torno a ese tema y dijo que plantear que no ha sido amplio “es faltar a la verdad”. Por otra parte, destacó que los indicadores del banco reflejan el crecimiento de la actividad económica y se refirió a la importancia de mejorar los controles de las certificaciones médicas, entre otros asuntos.


El menú En la cava de Panini’s, Cabrera degustó carpaccio de lomo, y como plato principal escogió corvina rubia a la plancha con arroz basmati persa, alubias y cebolla caramelizada, y sanfaina. Acompañó el menú con agua mineral. Para extender la sobremesa, optó por café.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-Los primeros dos años de gobierno estuvieron marcados por la crisis sanitaria. ¿Qué lectura hace de la gestión del BPS en ese contexto?

-El banco cumplió con creces, siendo un soporte para un momento de crisis como nunca el país había vivido; hizo frente a un incremento en su demanda de prestaciones y lo cumplió sin dejar de pagar. En marzo de 2020 tenía una cobertura en el seguro de desempleo de 40.000 personas, y en mayo de 2020 tenía 200.000: se quintuplicó la cantidad de gente a atender y se hizo. Fue una gran gestión.

-¿Cuáles son los principales focos de la gestión dejando de lado la pandemia?

-Dentro del plan estratégico para este período tenemos objetivos importantes. Nos preocupa la eficiencia, la cercanía, la transparencia y la ciudadanía.

Antes de fin de año vamos a instrumentar un sistema de atención integral a los usuarios donde quede registrada la actuación de la persona, de manera tal que cada vez que vuelva a solicitar un trámite, sepamos en qué estado está o cuáles trámites tiene realizados, quién la atendió y qué respuesta le dio, lo cual va a mejorar la atención.

Estamos terminando una licitación para incorporar biometría y geolocalización a efectos de constatar la fe de vida para el pago de prestaciones en el exterior –aclaro que el software reconoce personas muertas– y para verificar que las ayudas extraordinarias que brindamos sean otorgadas a la persona y en el lugar correctos.

Además, estamos haciendo un plan piloto para llevar el trabajo a donde tenemos los recursos disponibles. Hay cosas que deben hacerse con el usuario adelante y otras que pueden hacerse en cualquier lugar. O sea, no importa dónde una persona pida una jubilación, lo que preciso saber es dónde tengo un recurso humano disponible que pueda ocuparse en el menor tiempo posible de atender eso. Es una apuesta muy ambiciosa.

-¿Qué rol tiene el banco en temas de salud?

-Nosotros tenemos competencias de salud que vienen de antes del Sistema Integrado de Salud. Allí está el Crenadecer (Centro de Referencia Nacional de Defectos Congénitos y Enfermedades Raras), que no lo tiene ningún otro en el sistema. Firmamos un convenio con el Fondo Nacional de Recursos y el Ministerio de Salud Pública, a fin de potenciar el Crenadecer e integrarlo al sistema de salud, aunque va a seguir en la órbita del BPS.

El banco también pesquisa a todos los niños nacidos en los primeros 15 días con una gota de sangre y los cordones umbilicales en otros casos y se determinan enfermedades en laboratorio que no tienen síntomas. Desde el 2021 hicimos casi 40.000 pesquisas, lo que nos permitió desde el 92 haber detectado 700 casos de niños que evitaron muerte súbita o deficiencias psíquicas.

-¿Cómo se ha avanzado en la mejora de controles prevista sobre las certificaciones médicas?

-El 31 de diciembre todos los prestadores de salud deberán tener la Historia Clínica Electrónica incorporada a sus sistemas. La ley nos confiere el rol de auditor del Sistema Nacional de Certificaciones Médicas y desarrollamos un protocolo para integrar la historia clínica a la certificación laboral.

En el modelo que estamos manejando, que puede tener cambios, queremos que la certificación sea un acto médico, que podamos conocerlo, interactuar con él, estar informados sobre los detalles, decir cuántos días es el tiempo estimado de recuperación de esa enfermedad a nuestro juicio –el médico tiene independencia técnica, puede compartir o no–. Eso nos va a permitir acumulación de información para analizar el sistema desde su globalidad y finalizar con las certificaciones complacientes, que es un tema que les causa perjuicios a las empresas y al país.

-¿Por qué casos lo dice, por ejemplo?

-En la Rendición de Cuentas se está estableciendo el cronograma de incorporación de los públicos al sistema, y nosotros estamos asumiendo la responsabilidad de auditar y comunicar sobre la certificación a todos los patrones cuando hay multiempleo, porque a veces se da el caso de personas certificadas para una actividad y que siguen trabajando en otra, entonces, queremos unificar esa información. Buscamos resolver un problema que viene de hace muchos años y todos lo sufrimos, excepto el vivo que se beneficia. El tema es que si una persona tiene un médico que indica que le pasa algo, es muy difícil demostrar que eso no es así.

-¿Cuál es el principal rubro de inversión del banco hoy?

-Es informática, sistemas. Estamos analizando las posibilidades de la reforma de la seguridad social y sabemos que nos va a implicar desafíos informáticos importantes. Igualmente, lo vemos como una oportunidad para mejorar todos nuestros sistemas de prestaciones.

-¿Cuál es la importancia de implementar esa reforma en este período?

-Todos los partidos han coincidido en la necesidad de hacer una reforma, que tiene un primer fundamento que son las circunstancias demográficas: los uruguayos vivimos más tiempo, tenemos mejor calidad de vida, y hay una baja tasa de natalidad. Esos dos extremos contrapuestos generan una carga sobre el sistema que se debe atender, como está haciendo el gobierno, con anticipación, para que no entre en crisis. Hoy son cambios necesarios, inevitables, pero que se pueden hacer con progresividad. A algunas cajas paraestatales que no hicieron las modificaciones que debieron hacer, hoy la progresividad que se plantea para el régimen general, no les alcanza. Entonces, la demografía nos obliga a hacer la reforma ahora, porque cuanto antes se comiencen a tomar las medidas, más progresiva será la transformación y se evitará llegar a situaciones de crisis donde haya que hacerla de manera radical.

-Uno de los puntos que ha generado más oposición es el aumento de la edad de jubilación.

-La reforma busca equilibrar, hacer un sistema más justo donde cada peso que se aporte valga igual, con independencia de cuál sea la caja en la que la persona esté afiliada. Hay temas más simples de entender y de polemizar, pero no se puede hablar de la edad en forma aislada. Esta es una propuesta que no implica mayor carga de aportes y que dejó por fuera a aquellos sectores de trabajo penoso.

-¿Cree posible que se apruebe en este período?

-Yo no participo en la discusión política, pero me parece claro que el Poder Ejecutivo tiene la voluntad de que se apruebe en este período, y los partidos de la coalición han manifestado su voluntad de apoyarla.

-¿La reforma debería ser una política de Estado, como esperan algunos actores?

-La seguridad social debe ser una política de Estado, en los hechos lo es: Uruguay tiene un sistema muy amplio, antiguo, que lo ha ido elaborando a lo largo del tiempo y todos los gobiernos han ido corrigiendo y modificando cosas. La discusión que antecede a este proyecto ha sido amplísima, el trabajo de la Comisión de Expertos desde su integración y con todas las consultas que hizo, ha sido muy extenso. Por supuesto, alguien puede no estar de acuerdo con lo que se propone, y en ese caso debería hacer una propuesta alternativa, pero plantear que este no ha sido un proceso amplio de discusión es faltar a la verdad de cómo fueron las cosas.

-¿Cuál es la meta del banco en este aspecto?

-La gran meta es poner al banco en condiciones de ejecutar la reforma en todos sus términos de manera eficiente, donde va a tener un rol de consultor previsional muy importante, como lo hizo en su momento con los “cincuentones”.

-La Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social se expresó en rechazo a algunos episodios de violencia que tuvieron lugar en sucursales del interior meses atrás, exigiendo mayor seguridad en las oficinas del organismo y más personal para mejorar la atención. ¿Es posible contar con esos recursos?

-El BPS, como el resto de las empresas del Estado, tiene pautas de contratación de personal como el llenado de las vacantes 3 x 1. Eso implica que se reduzca la plantilla en la medida en que no se llenan todas las vacantes que se producen.

-¿Eso complica el funcionamiento del banco?

-En las áreas estratégicas le pedimos a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto no respetar ese 3 x 1 y, a nivel de recursos informáticos, que es clave, se nos autorizó a hacerlo 1 x 1. También se nos permitió que no hubiera menos de dos funcionarios por sucursal, lo cual nos hace agregar a siete personas.

Con el sindicato tenemos una buena relación, madura, un diálogo, y ha expresado la preocupación por tener más personal. En algunas áreas nos pueden faltar y en otras no, depende de la realidad, pero también creo que el cambio de gestión, que antes se hacía exclusivamente con recursos humanos y hoy se busca optimizar el trabajo a través de sistemas informáticos, va a mejorar la atención.

Estamos presentando terminales de atención automáticas que fueron lanzadas en la Expo Prado como un avance, luego estarán en el hall del edificio central y esperamos llegar con ellas a todo el país. Allí se hará seguimiento de expedientes, solicitud de recibos, de la historia laboral y otros trámites relevantes.

-Y en cuanto a los temas de seguridad, ¿no es viable aumentar recursos?

-El tema de seguridad naturalmente nos preocupa y lo hemos analizado con nuestras gerencias y también con el sindicato. A priori, hay que distinguir de aquellas sucursales que puedan estar localizadas en zonas de riesgo o “rojas” y eventualmente necesiten un mayor requerimiento de seguridad, de aquellas que no lo están. Tenemos 78 agencias en todo el país y atendemos miles de personas día a día, por lo que siempre estamos expuestos a que se produzcan episodios de violencia, pero como es lógico, no es la regla.


“Se nos recrimina que seguimos siendo lentos”

Cerca del 65% de la población tiene una imagen positiva en cuanto a la atención, amabilidad, búsqueda de soluciones y calidad técnica del BPS, de acuerdo con una encuesta de satisfacción de clientes realizada recientemente. “Por supuesto, se nos recrimina que seguimos siendo lentos o no todo lo rápidos que la gente necesita; los tiempos de espera a veces son excesivos y es un desafío tratar de achicarlos”, comentó Cabrera. Además, agregó que los que tienen mejor opinión sobre la institución son los pasivos.


“Los números del BPS confirman el crecimiento de la actividad económica”

-¿Qué reflejan hoy los números del BPS en cuanto a la situación de la economía nacional?

-Los números del BPS a agosto de 2022 confirman una constante de crecimiento de la actividad económica. Si uno mira el promedio móvil de los últimos 12 meses, hoy hay un 5% de puestos cotizantes más, que en términos absolutos son 67.800 personas. Si mirás empresas con el mismo criterio, hay 7.700 más, lo cual implica casi un 3% de crecimiento, y si eso lo llevás a 36 meses, o sea, a la prepandemia, te da un 3,24% de aumento. En definitiva, los números son consistentes en que hay más personas cotizando y más empresas abiertas.