Si bien se reconoce que es un incremento “reducido”, hubiese sido esperable más prudencia debido a la compleja situación económica de la región, según indicaron en diálogo con CRÓNICAS, los economistas María Dolores Benavente y Pablo Moya. Ambos concuerdan que proyección de crecimiento oficial es alcanzable, pero la de déficit es “totalmente inviable”.
El proyecto de Rendición de Cuentas que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento prevé un incremento de recursos por unos US$ 150 millones, de los que unos US$ 54 millones eran ya gastos comprometidos y unos US$ 96 millones se agregaron ahora (ver CRÓNICAS del 8 de junio). Sin embargo, la discusión está sobre la mesa: algunos creen que el incremento del gasto debió ser mayor, otros por el contrario, piensan que se está dando más de lo que se debería.
Este último es el caso de los economistas María Dolores Benavente y Pablo Moya, que en diálogo con CRÓNICAS evaluaron el aumento presupuestal previsto, las proyecciones de crecimiento y déficit, y los impactos de la coyuntura regional, la suba del dólar y los problemas del mercado laboral.
“La austeridad fiscal debería ser la tónica” | María Dolores Benavente
Para Benavente, de la Academia Nacional de Economía, por un lado “el Gobierno reconoce que no tiene margen para incrementar el gasto”, pero igualmente prevé un aumento del mismo en algunas áreas definidas como prioritarias. “En realidad uno esperaría mucha más prudencia porque dada la situación regional y dada la situación internacional que ya está repercutiendo y seguramente va a seguir repercutiendo en el nivel del tipo de cambio, en el nivel de actividad del Uruguay, y por lo tanto en la recaudación, la austeridad fiscal debería ser la tónica”, señaló, explicando que en todo caso lo que debió ocurrir fue una “redistribución del gasto”.
En la misma línea, Moya, de la consultora Oikos, evalúa que lo “deseable” hubiese sido que “no se hubiera implementado el (mayor) gasto”. “Ahora bien, el incremento anunciado o propuesto al Parlamento en su monto es reducido y presenta financiamiento en su totalidad, con lo cual, si bien no es lo deseable, entendemos que es la única forma que tiene el gobierno de alguna manera para cumplir con parte de las promesas electorales y con los compromisos asumidos con la ciudadanía o con una parte de la ciudadanía”.
Crecimiento y déficit
Para ambos expertos, los supuestos de crecimiento son “alcanzables” aunque dan por descartado que no se podrá cumplir con la meta de déficit fiscal establecida.
Moya aseguró que la proyección de crecimiento de 2,5% para este año y de 3% para los próximos está basada sobre “supuestos optimistas” sobre todo por el empeoramiento de la coyuntura regional. “Pasamos de un escenario en que la situación era poco favorable a desfavorable”, resumió. Puntualmente Moya espera un crecimiento algo menor al que estima el Gobierno, y proyectó una expansión del entorno del 2%. Sin embargo, en materia de cuentas públicas aseguró que “es totalmente inviable que el gobierno cumpla la meta de 2,5%” de déficit. “Totalmente inviable”, insistió.
Déficit: “Es totalmente inviable que el gobierno cumpla la meta de 2,5%. Totalmente inviable” | Pablo Moya
Benavente por su parte, estimó que el objetivo del Gobierno “más o menos alcanzable”, aunque pese a ese crecimiento el déficit fiscal “no está convergiendo a los niveles que serían deseables, que son establecidos por las propias autoridades que es llegar al 2,5% del PIB”. La experta de la Academia de Economía dijo que es fundamental preservar el grado de inversión para tener acceso a financiamiento más barato. “Justamente, ahí la recomendación es de tener extrema prudencia y no aumentar el gasto, sino redistribuir”.
Para Benavente los problemas de la región son una amenaza, pero al mismo tiempo “son un desafío para avanzar por nuevos territorios que hasta ahora no habíamos incursionado, como es la firma de acuerdos comerciales con otros países”.
Moya por su parte, no prevé que haya una rebaja de la calificación del Gobierno por parte de las agencias calificadoras de riesgo soberano porque si bien no se espera un descenso pronunciado del déficit, tampoco se espera un aumento del mismo. “El gobierno no va a incrementar el déficit, en todo caso lo que está tratando es de implementar alguna reducción parcial; una reducción parcial porque una reducción permanente y sostenida del déficit demandaría reformas estructurales muy fuertes que claramente no están planteadas, ni para la actual administración y creo que la próxima administración tendría que generar un acuerdo en todo el ámbito político y social para poder implementar algún tipo de reforma, y tampoco está planteado”, explicó.
Dólar y empleo
Respecto a la evolución del dólar en las últimas semanas, Benavente señaló que el efecto de esa suba ya está reflejando en menores niveles de consumo, aunque del otro lado, algunos sectores vinculados con la exportación sienten “un alivio”.
Por su parte, Moya explicó que hay un impacto negativo de la apreciación del dólar en “la incertidumbre que genera”, si bien es cierto que “para los sectores exportadores de alguna manera les permite ‘ganar’ competitividad”. El experto relativizó ese beneficio, explicando que esa competitividad de precio “de nada sirve” si simultáneamente “no se genera competitividad real”. “Esta variación o suba que se está observando del tipo de cambio claramente mejora estas ventajas de los exportadores, pero también determina un pasaje de incremento de los precios importados. Y el Uruguay, si bien produce muchos bienes, demanda otra gran cantidad de bienes para producir sus propios bienes que a su vez reexporta. (…) Aquellos que lo único que necesitan son con baja intensidad de bienes importados para exportar tienen una mejora, pero no es la generalidad”, fundamentó.
De todas formas, estimó que “Uruguay estaba quedando con un dólar muy barato, y ahora se está recomponiendo en ese ‘valor de equilibrio’ pero no por un hecho puntual de la economía domestica, es por un hecho internacional”. En ese sentido, estimó que la política adoptada por el Banco Central (BCU) de realizar intervenciones puntuales para mitigar distorsiones pero dejando que el dólar se mueva según el mercado, “es la política más sensata”.
Por último, Benavente hizo mención al tema del mercado laboral, que está “demostrando una fuerte vulnerabilidad” y “la tasa de empleo sigue sin recuperarse”. “Ahí va a haber que revisar un poco cómo está de rígido nuestro mercado de manera de que no se sigan perdiendo puestos de trabajo y puestos de trabajo formal”, interpretó.