Daniel Buquet y Eduardo Bottinelli analizaron para CRÓNICAS los principales acontecimientos que dejaron las elecciones internas. Los especialistas puntualizaron en la debilidad “grande” que tiene Ripoll producto de haberse opuesto a temas centrales de este gobierno, destacaron que la fórmula del FA pudo haber condicionado la del PN y argumentaron que Ojeda dentro de su partido no hegemoniza y su futuro depende de cómo le vaya en octubre.
Por Mateo Castells
No hubo sorpresas. Quienes lideraban las encuestas la semana previa a las internas fueron los que resultaron electos como candidatos a presidente. Pero las noticias fueron otras. La rápida decisión del Frente Amplio (FA) sobre su fórmula y la palabra de ambos exintendentes luego de una efusiva presentación, el aletargado anuncio de la candidata a vice del Partido Nacional (PN) y el fenómeno Ojeda en el Partido Colorado (PC), se llevaron los flashes de la elección interna del pasado domingo 30 de junio.
Los ecos de la fórmula blanca
Parado en un estrado frente a la prensa y la poca militancia que aguantaba el frío pasado la medianoche del domingo, Álvaro Delgado le propondría a una compañera con “valentía” y “compromiso”, para que “siga peleando por esas causas sociales”, que lo acompañe en la fórmula presidencial. Esa compañera era Valeria Ripoll. El ambiente en la Plaza Matriz no era de algarabía, era más bien de shock.
Al día siguiente, las redes y los titulares de los portales se inundaron de los antecedentes de la ex secretaria general de Adeom y la candidata a vice tuvo que resistir su archivo ante periodistas y dirigentes políticos en una recorrida por los medios, como quien esquiva guantes y contraataca en una contienda pugilística.
Daniel Buquet dijo a CRÓNICAS que Ripoll tiene una debilidad “grande” porque está en una fórmula “muy oficialista”, dado que representa la continuidad del gobierno, y sin embargo tiene antecedentes donde se opuso al gobierno en temas centrales.
Al respecto, agregó que, si se tienen en cuenta las condiciones personales de Ripoll, “podría ser” una figura que aporte, en el sentido de buscar a alguien de afuera con mayor sensibilidad social, pero remarcó que su designación tiene puntos “complicados”, como la resistencia y el rechazo que ha generado en la interna del PN, lo que es un problema a resolver.
Sería lógico, según explicó el politólogo, que ese rechazo interno lo neutralizara el propio Lacalle Pou, porque no se imagina que esta decisión se haya tomado sin el consentimiento del presidente, quien es el “verdadero líder” del partido. “Es el presidente quien deberá disciplinar a la tropa y decir que no hable más mal de Ripoll”, remató.
Eduardo Bottinelli, también consultado por CRÓNICAS, dijo que la fórmula apunta a, más que capturar votos para la primera vuelta, pensar en retener votos en una segunda vuelta.
“Ripoll es un perfil que podría mitigar la pérdida de votos entre la primera y la segunda vuelta. Y no aparece que el PN pueda perder votos de los blancos por la fórmula”, agregó al respecto.
Otra de las patas del asunto es la reacción por parte del Herrerismo y de Alianza Nacional, sectores que apoyaron a Raffo, que intentarán jugar fuerte hacia las elecciones nacionales para lograr una bancada decente. Sobre este punto, ambos politólogos coincidieron en que es poco probable que los votantes de Raffo dejen de votar al PN.
El fenómeno Ojeda
“Sale un liderazgo de casi 90 años para cambiarlo por uno de 40”, decía Andrés Ojeda luego de que se confirmara su triunfo, con 40.040 votos en total.
En las elecciones internas, el manual especifica que las estructuras pesan más cuantos menos votos hay, pero Ojeda, en una elección de baja votación donde el PC tuvo 101.386 -mientras que en 2019 obtuvo 184.819-, logró ganarles a estructuras tradicionales del partido e imponerse a sectores como Ciudadanos o Batllistas.
Aun así, Bottinelli resaltó que, con una cantidad similar de votos, los efectos son distintos, porque un candidato a presidente como Ojeda, que se habla de él como un nuevo “fenómeno”, juntó 40.000 votos, mientras que Raffo alcanzó los 60.000 y quedó “muy golpeada” y fuera de la fórmula.
Por su parte, Buquet destacó que Ojeda dentro del partido “no hegemoniza”, pese a que hizo un buen trabajo y tiene, además de su capacidad de comunicación, un rasgo de renovación y juventud, que es un capital “atractivo” en términos electorales.
“Está bien ubicado y su futuro depende de cómo le vaya en octubre. Un PC que remonte o empate la votación de 2019, con Ojeda como candidato, creo que lo ubicaría en una posición por encima del resto y como un nuevo líder emergente. Si el PC vota por debajo de 2019, creo que tal vez su liderazgo pueda cuestionarse”, concluyó Buquet.
La fórmula del FA pudo haber condicionado la del PN
“Es un gusto y un orgullo presentar a mi compañera de fórmula”, anunciaba Yamandú Orsi y recibía a Carolina Cosse con un abrazo frente a la Huella de Seregni, frente al público y escoltado por diversos dirigentes del partido. Hablaron los dos, hubo energía, fue rápida y efusiva y se mostró cierto grado de optimismo.
“Parece bastante claro”, remarcó Bottinelli, que la fórmula del FA “pudo haber condicionado” la fórmula del PN, no solamente porque se ratificó lo que se había anunciado, sino porque la forma en que la fórmula se selló por parte del FA fue “mejor que lo que se pensaba”.
“Lo que mostró el FA fue fortaleza por la votación, fortaleza por cómo conformó la fórmula y buena sintonía. En el PN pesó la idea de que la vice tenía que ser una mujer y que tenían que salir de la mejor manera para contrarrestar eso, donde puede haber habido una idea de que Ripoll puede emparejar por perfiles con Cosse”, destacó Bottinelli.
