La desocupación tuvo en setiembre un leve aumento, que se explicó por un incremento en la tasa de actividad, que fue mayor a la suba del empleo. El director de la consultora de recursos humanos Advice, Federico Muttoni, dijo a CRÓNICAS que el crecimiento de la desocupación “se vincula más a un problema de educación que de oportunidades de empleo”, y agregó que “hay vacantes que no se pueden cubrir en las empresas, por falta de personas capacitadas y con experiencia”. En ese sentido, lamentó que la educación no sigue el ritmo del mercado laboral.
Por Antonella Echenique | @Echenique_Anto
Los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en setiembre la tasa de desempleo aumentó a 8,3%, cuatro décimas por encima del registro de agosto (7,9%), aunque ello se debe a que un mayor número de personas se volcó al mercado en búsqueda de un empleo. Si bien la tasa de empleo creció dos décimas de punto a 56,8%, la tasa de actividad, que mide la proporción de personas en edad de trabajar que tienen empleo o lo buscaron, aumentó cuatro décimas respecto a agosto, situándose en 61,9%.
Respecto a estos datos, Muttoni opinó que el crecimiento del desempleo se vincula más a un problema de educación, que de oportunidades de empleo. Comentó que “hay vacantes que no se pueden cubrir en las empresas, por falta de personas capacitadas y con experiencia, y en eso ha fallado la educación”. Asimismo, dijo que es un tema muy discutido en Uruguay, que no termina de ser aceptado por una parte de la población. “Educación es empleo”, resumió.
Brecha educativa
Según los datos del Monitor de Mercado Laboral de Advice, en agosto de 2022 la demanda de trabajo en Uruguay se ubicó 2% por debajo del registro del mes anterior, siendo el tercer mes consecutivo en que se registra un descenso en la generación de oportunidades laborales. Con respecto al mismo mes del año anterior, la demanda de talento por parte de las empresas aumentó 38%. Sin embargo, en setiembre hay un leve crecimiento de la demanda, en línea con los datos del INE.
Sobre este punto, Muttoni sostuvo que es “un mercado con asimetrías, (donde) algunos sectores crecen y otros no, con oportunidades para los más calificados, mejor que el año anterior, en donde se expande la brecha entre los más educados y los menos educados, y eso se ve en el empleo y desempleo”. Además, remarcó que esto seguirá siendo así porque habrá una demanda que no podrá cubrirse, en parte por la educación, que no sigue el ritmo del mercado de trabajo.
Mencionó que uno de los rubros que demoró en recuperarse fue el turismo: hotelería y gastronomía. Además, señaló que dentro de los sectores hay asimetrías entre actores y zonas geográficas. Por esta razón, “se hace cada vez más difícil hablar de un solo mercado de trabajo”.
Ejemplificó que en Maldonado existe más trabajo que en Artigas o Cerro Largo, mientras que en Pocitos y Punta Carretas hay más ocupación que en barrios carenciados.
En la misma línea, dijo que “los shoppings tienen una realidad diferente a la de los pequeños comerciantes de barrio, y dependiendo de cada rubro, más o menos incidencia con la competencia por el tipo de cambio en la Argentina”. De este modo, explicó que “quien vende cubiertas se beneficia de la escasez y tiene más ventas en Uruguay, pero quizás en otros rubros, y en frontera, caen las ventas por el tipo de cambio”.
En relación a esto, afirmó que “el comercio electrónico ha impactado más a los pequeños comerciantes que no han podido prepararse de forma adecuada”.
Mayor demanda
De acuerdo a Advice, el área de tecnología sigue liderando la generación de llamados laborales en el país, “con una porción muy importante del total de las oportunidades”, indicó Muttoni.
A su vez, dijo que el comercio es el empleador privado por excelencia en Uruguay, contando con más de 240.000 puestos de trabajo. No obstante, el tipo de cambio con Argentina “impacta fuerte” y de forma negativa al sector.
Las otras áreas que le siguen son: el agro -con fuerte desarrollo de la forestación-, la industria manufacturera, la salud, el transporte y la logística, la enseñanza, la construcción y los sectores de administración y finanzas. Estos son los que hacen el gran número.
Muttoni recordó que el sector público también va reponiendo con una demanda estable y una creación de oportunidades que no cesa.
Perspectivas a futuro
Respecto a las perspectivas el entrevistado dijo que son muy favorables “para los que se han educado y lo siguen haciendo”. El país está recorriendo varios caminos de desarrollo, aun así “arrastramos problemas” importantes en educación, recalcó.
En tanto, expresó que el panorama es negativo para las personas que no alcanzan desarrollar su educación. En relación a esto, destacó que “se está gestando una nueva clase social, el precariado. Quienes no se eduquen, tienen el riesgo de integrarse a ella”, determinó.
Cómo piensan y sienten las personas sobre el trabajo que realizan todos los días
Según el informe de Worker Identity Research Collaboration (WIRC) para comprender este aspecto y su sentido de identidad en relación con el trabajo, Advice Partner (ADP) patrocinó una investigación de campo exhaustiva para aprender directamente de los propios trabajadores.
El estudio determinó cuatro territorios clave del sentimiento de los trabajadores.
En primer lugar, el tiempo, es decir, apropiarse del ‘cuándo’ del trabajo. Las personas están volviendo a priorizar cuánto tiempo están dispuestos a dedicar al trabajo y cuánto a “todo lo demás”.
El segundo punto es el riesgo: quedarse con un empleador por mucho tiempo. Las personas ya no ven tener un trabajo como una forma de reducir el riesgo y aumentar la seguridad. Al contrario, valoran la independencia, la autonomía y la libertad.
Como tercer eje, la humanidad: agotamiento, problemas sociales y cambio sistémico. Las personas están tratando de dar sentido a su lugar dentro de estructuras sociales más grandes y examinando las estructuras mismas.
Por último, el cuarto punto es la relevancia: los efectos de las herramientas digitales. La tecnología cambia más rápido que las personas. A veces en las empresas la eficiencia y la productividad en la tecnología pierden de vista a los humanos que la usan.