La semana pasada se llevó a cabo en la capital del país el Mecanismo de Montevideo, una iniciativa para lograr la paz en Venezuela. Tras la resolución, que apuesta por una salida democrática con elecciones libres, la oposición acusó al gobierno, esgrimiendo que cambió su postura respecto a lo que venía pregonando, y apuntó las baterías hacia el canciller, Rodolfo Nin Novoa. En diálogo con CRÓNICAS, el excanciller Sergio Abreu señaló que el gobierno nacional no tiene una política exterior. A su vez, el también excanciller, Didier Opertti, dijo que el cambio de opinión de Uruguay “perjudicó la visión que tenia la comunidad internacional sobre nuestro país”.
El Mecanismo de Montevideo, instancia para lograr la paz en Venezuela, que contó con la participación, además de Uruguay y México, de una representación de la Unión Europea, puso en tela de juicio la actitud del gobierno uruguayo sobre el conflicto en ese país.
El excanciller nacionalista, Sergio Abreu, en diálogo con CRÓNICAS, expresó que “el gobierno tiene relaciones internacionales pero no tiene política exterior”, porque está enfrentado a una posición interna de los grupos del Frente Amplio (FA) que es contrapuesta. En esa misma línea, indicó que cuando el gobierno dice que es neutral, en realidad “está ocultando que tiene una posición pro Maduro”.
Abreu mencionó que el gobierno “no tiene vocación democrática”, sino que lo que tiene es “vocación oportunista”. A su vez, indicó que para quienes dirigen el país “no existen los derechos humanos, sino existen los izquierdos humanos”. Agregó que en Venezuela “hay miles de muertos, miles de detenidos políticos, de exiliados, torturados y acá nadie dice nada”.
Por su parte, el excanciller de la República, perteneciente al Partido Colorado, Didier Opertti, en diálogo con CRÓNICAS, mencionó que no está de acuerdo con la posición del gobierno uruguayo porque el país “no ha pedido que las elecciones sean dentro de un plazo determinado y bajo observación internacional, como no ha pedido la liberación de los presos políticos”. Puntualizó que si él fuera canciller en este momento, sí lo haría.
Sobre las diferencias dentro del partido de gobierno, Opertti mencionó que es conocido que existen diferencias en materia de política exterior, y remarcó que en su opinión, en Venezuela lo que hoy hay es “una dictadura”.
Respecto a las negociaciones, Sergio Abreu señaló que en caso de estar al frente de las mismas como canciller, movería a la comunidad internacional, apelaría a los contactos, a la presión política y, a la vez, hacer funcionar el derecho y decirle a Nicolás Maduro que los tratados que firmó Venezuela se tienen que cumplir.
A su vez, mencionó que no está de acuerdo con la intervención armada, sino que hay que aplicar todas las sanciones que el derecho permite. Al igual que Abreu, Opertti señaló que “está bien” que Uruguay haya rechazado ese tipo de intervención.
El cambio de opinión de Uruguay
El excanciller nacionalista señaló que desde la Cancillería se firmaron propuestas diferentes con México y con el grupo de contacto. Según Abreu, con ese país se “hizo un plan” en el que no se habla de elecciones. En ese sentido, y reafirmando sus dichos, recordó que luego México no acompañó la postura del grupo de contacto.
Por su parte, Opertti indicó que el cambio de opinión de Uruguay con respecto a Venezuela, “perjudica” al país porque tiene una identidad que va más allá de los partidos políticos, que se asocia a que “nuestra democracia política funciona” y “eso es respetado” en el mundo.
En esa misma línea, explicó que esa posición crea cierta confusión en cuanto a cual es el compromiso del país, además de que hay una contradicción, dado que Uruguay votó por la exclusión de Venezuela en el Mercosur.
Abreu señaló que la actitud del gobierno es de “hipocresía moral”, porque “se piensa que los derechos son solo para los que son nuestros amigos, y no para los que no lo son”.