Para Javier García, senador del Partido Nacional (PN), las últimas cifras oficiales sobre el aumento de asesinatos y rapiñas en el país son el fiel reflejo del “fracaso de las políticas de seguridad del gobierno de turno”. Frente a esto, explicó cuáles son los motivos principales de la situación y, aseguró, que no se trata de cambiar leyes para remediar los hechos, sino de utilizar plenamente la Constitución, así como enfocarse en un cambio de gobierno.
Por Jessica Vázquez | @jessvazquezl
El debate en torno a la seguridad pública se reaviva con cada nuevo dato que se publica en cuanto al tema. Es en este sentido, que desde cada sector político se evalúan soluciones para abordar el tema y disminuir los niveles del delito, ya sea rapiñas o asesinatos. Una herramienta, planteada por la oposición, es realizar un cambio de gobierno de manera urgente y, en base a eso, lograr implementar medidas rápidas y eficaces de seguridad ciudadana.
El senador nacionalista Javier García, en dialogó con CRÓNICAS, hizo hincapié en dos factores que son, para él, los causantes de la situación actual: el discurso del Frente Amplio (FA) al asumir, que victimizaba al delincuente; y colocar a Eduardo Bonomi al frente del Ministerio del Interior.
“Cuando el FA asumió se construyó un discurso que victimizaba a la delincuencia, culpando a la crisis económica de 2002. Desde el PN advertimos que eso no era así. Luego de que el país creció financieramente y cayó la pobreza, si la causa de la delincuencia había sido la crisis, entonces tendría que haber bajado; sin embargo, pasó lo contrario”, explicó el legislador.
Para García, el segundo factor acentuó al primero “y mucho más en este último período”, dijo. “En todos los gobiernos ha estado Bonomi al frente, que notoriamente no debería haber sido ministro del Interior porque es una persona con una visión negativa sobre la policía, la desprecia. No tiene respeto sobre la institución que manda. Ninguna persona puede comandar una institución a la que no respeta. Además, no tienen autoridad moral para dirigirlo”, agregó.
Policía de manos atadas
El representante del PN indicó que en Uruguay la policía se encuentra “atada de manos” y que no ha tenido el respaldo político de sus jefes. “Esto se vio expresado de forma trágica, cuando cada vez que resultó muerto un policía, el ministro siempre le echó la culpa al fallecido y nunca al criminal”, recordó.
Un hecho que trajo colación como ejemplo, fueron los dichos en la prensa por parte de Jorge Vázquez, subsecretario del Interior, donde “justificó la situación que se vive en el Marconi diciendo que a partir de que la policía abatió a un delincuente incendió el barrio porque venía desde afuera. Prácticamente defendió el acontecimiento a pesar de que la policía estaba cumpliendo con su deber”.
En opinión de García, el motivo es el fracaso en las políticas de seguridad. “Incluso, hubo declaraciones del propio Gustavo Leal –sociólogo del MI- diciendo que lo que había fallado había sido la represión y que era necesario asumir la necesidad de reprimir con rigor cuando existe el delito”, apuntó.
Sin miedo ni complejos
García no cree primordial cambiar ninguna ley para mejorar la situación, sino que apuesta a un cambio de actitud y, para eso, sostiene que es inevitable tener voluntad política de enfrentar el miedo al delito y sin complejos de por medio.
“Los gobiernos del FA tuvieron miedo y complejo de defender a la gente con la policía, y la delincuencia lo percibe. Así como nota esto, también se da cuenta si un gobierno tiene voluntad para utilizar toda la ley y defender a los ciudadanos y la fuerza policial. Hasta que no se cambie el gobierno, desgraciadamente no habrá mejoras, porque la actitud va a ser la misma”, fundamentó.
Sostuvo que no hace falta cambiar una ley, pero tal vez sí mejorarla. Añadió que hay que enfrentar sin miedo, sabiendo que lo que se está haciendo es defender los derechos humanos básicos. “El gobierno tiene mucha afinidad para hablar de los derechos humanos violados hace más de 50 años, pero no de las violaciones que se dan todos los días en Uruguay”, remarcó.
Dormir con la puerta abierta
Uruguay es un país que dentro de sus características se encuentra la de tener fronteras abiertas. Este último tiempo, con el asunto de la ruta del dinero K, el legislador dejó entrever que existen documentos que afirman la responsabilidad del MI en el caso. Una de las personas que se encargó de investigar el caso fue el senador García, quien, en relación al hecho, afirmó que “no se puede seguir durmiendo con la puerta abierta”, y argumentó sus expresiones.
“Con la investigación del caso del dinero K, demostré que no solamente estamos inseguros en lo interno, sino que también teníamos la puerta de la casa insegura; es como dormir con la puerta abierta. Tanto es así que el propio MI envío la orden de no revisar las embarcaciones deportivas”, detalló.
El diputado afirmó que frente a una situación de apertura total fronteriza se pueden seguir dando casos como lo fue el del dinero, y que el MI se termine enterando –“como sucedió”- por un diario internacional. “Lo que está claro es que alguien dio la orden de que no se revisara, y esto fue desde la Dirección de Migraciones; lo demostré con documento en mano. El ministro abrió la puerta, pero el encargado de la seguridad no tiene ni idea quién entra al país”, aseveró.
“Actualmente la seguridad y defensa, que tradicionalmente se analizaban por separado, en el mundo entero se consideran conjuntamente. Para que un país sea seguro internamente tiene que tener fronteras seguras. Después que el narcotráfico, por ejemplo, pasa por las fronteras, comienza a ser un problema de seguridad interna”, explicó García.
Como solución al problema, García planteó que es necesario aprobar el proyecto que dispone la utilización de militares como custodios de las fronteras en una franja de 20 kilómetros. Este documento surgió desde el PN, luego, el senador Pablo Mieres planteó una nueva versión, y hoy el que está en análisis es un proyecto elaborado por el Poder Ejecutivo.
“Empezamos a analizarlo y está absolutamente trabado en la Comisión de Defensa del Senado por diferencias en la interna del FA. Si no se ponen de acuerdo, no podemos aprobar un proyecto que considero positivo para la seguridad”, puntualizó.