La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, participó de la 64ª Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se realiza en República Dominicana, donde disertó en el marco del panel denominado “Impulsando la Innovación Financiera para enfrentar el Cambio Climático”. En dicha instancia, volvió a referirse a la emisión del “bono verde” por parte de Uruguay, así como al desarrollo de otros instrumentos financieros con organismos multilaterales, y en particular, con el BID.
En su intervención, que tuvo un formato de entrevista, la ministra contextualizó el camino que llevó a la emisión del bono sostenible, y que implicó el “desafío de unir la política ambiental, con la política económica y la política financiera”. Indicó que la actual administración de Gobierno incorporó desde la primera Ley de Presupuesto “una internalización de la política ambiental con la política económica”, y ello se terminó de plasmar con la emisión del bono sostenible, que tuvo lugar en octubre de 2022.
Arbeleche destacó que se trató de un bono con la característica novedosa, de que no solo tiene una penalización subiendo la tasa de interés en caso de incumplimiento, sino que tiene una estructura simétrica, que provoca el beneficio de bajar la tasa si se cumplen con determinadas metas. Aseguró que estos indicadores tienen que ser medibles y ambiciosos, y recordó que en el caso de Uruguay se adoptaron como metas la reducción de gases de efecto invernadero y conservación del monte nativo. “Era una forma de mostrar el compromiso del gobierno con el cuidado ambiental. Estos dos indicadores son tomados del Acuerdo de París, que hasta ahora no tenían una consecuencia, y con esto se logra que sean vinculantes”.
Destacó que la emisión de este bono fue un trabajo que requirió de mucha coordinación, y remarcó que se tuvo mucho apoyo del BID y Naciones Unidas.
Tenencia compartida
La secretaria de Estado también destacó la incidencia de Uruguay en promover que los organismos multilaterales de crédito incorporaran este tipo de instrumentos en sus líneas de préstamos, para fomentar que aquellos países que tengan mejores conductas ambientales y cumplan con determinados objetivos medibles tengan la opción de acceder a mejores condiciones de financiamiento.
Señaló que se trata de avanzar en un camino de “implementar y no solo hablar”. “Contar con préstamos multilaterales, donde lo ambiental también está incorporado, (…) genera incentivos para que el país se comporte de mejor manera”, indicó.
Por último, la ministra se refirió al instrumento financiero en el que está trabajando el BID, que en este caso no premia con la tasa de interés, sino con una reducción del capital, fijando distintas metas y distintas mediciones. “Esta semana el BID aprobó los lineamientos operativos de este instrumento, Uruguay ha trabajado mucho en esto, en ese sentido, también nos sentimos padres de este instrumento y estamos listos para avanzar con este instrumento con el BID”, sostuvo Arbeleche.
A modo de reflexión, la ministra señaló que “estos temas de unir lo ambiental con lo económico, no solo muestran la responsabilidad que tenemos como hacedores de políticas con nuestras poblaciones, sino que también muestran la responsabilidad en la forma en la que se relacionan económicamente los distintos actores”. “Si como responsable de política económica se quiere más crecimiento y más empleo para su país, no se tiene más opción que incorporar lo ambiental en lo económico”, concluyó.