Silvia Nane, senadora del Frente Amplio
Es analista en sistemas y se dedicó toda su vida a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Cuando Carolina Cosse pasó a estar al frente de la Intendencia de Montevideo, Nane –que era su suplente- asumió la banca del Senado. En una extensa entrevista con CRÓNICAS, la legisladora criticó los “recortes” de las políticas públicas que entiende que ha hecho el actual gobierno y advirtió que la Rendición de Cuentas traerá “una sociedad más pobre en valores”. Por otro lado, se refirió a las oportunidades para Uruguay en materia de ciencia y tecnología.
El menú: En la cava de Panini’s, la senadora degustó corvina rubia con risotto cítrico de verdes (palta, habas y verdeo) y maní, que acompañó con agua mineral.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-Proviene del rubro de las TIC. ¿Con qué se encontró al llegar al Senado?
-Yo integro siete comisiones, y veo que son estancas en el tratamiento de los temas. Si estás en Ciencia, Tecnología e Innovación, y tratás algo que tiene que ver con la tecnología, aunque eso esté relacionado al ejercicio de la libertad de expresión, no lo tratás en Derechos Humanos, cuando es un tema que tendría que ser transversal. Al trabajar en informática, lo que está en el medio es el problema y uno busca alternativas de solución, y eso hace que tengas que transversalizar conocimiento.
Por otro lado, me ha resultado fácil interpretar los “tomos 2” del Presupuesto y la Rendición de Cuentas. Ahí están todos los objetivos estratégicos, las acciones que corresponden a ellos, metas e indicadores de gestión. Para mí es natural mirar eso, y he descubierto que prácticamente no se miraba. Eso te permite analizar la gestión de las políticas públicas desde un lugar más objetivo y evaluar tendencias.
-Se ha mostrado crítica en relación a la Rendición de Cuentas. ¿Cuáles son los puntos que más le preocupan en ese aspecto?
-El presupuesto arrancó recortado cuando este gobierno empezó, por el decreto 90/20, que era el del 15% menos de gasto. En la Rendición de Cuentas, aplicando la regla fiscal, ahorraron 140 millones de dólares.
En materia educativa, la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) solicitó 31 millones de dólares, y eso no se votó; la Udelar (Universidad de la República) presentó un presupuesto de 18 millones de dólares, donde se incluían las becas que estaban faltando, nuevas carreras de grado y las herramientas para sostener la virtualidad en muchos cursos, y tampoco se votó.
Además, el INAU atendió solo un 11% de los casos de violencia y abuso, y el cálculo hecho por los técnicos dio que se necesitaban 18 millones de dólares anuales para poder atenderlos todos, pero no se consideró. Presentamos un aditivo por 4.5 millones, y no se votó. El Inisa pidió 1.3 millones de dólares para gastos de funcionamiento, tampoco se votó.
En el presupuesto del Poder Judicial había 12 millones de dólares para implementar completamente la Ley de Violencia Basada en Género, en un año donde ya llevamos seis femicidios más que el anterior, sumado a ocho intentos. Es una mujer más por mes. En ese contexto, eso tampoco se votó.
Atender esas demandas hubiera implicado menos del 50% del ahorro.
-¿Qué va a significar esa falta de atención a esas demandas?
-Una sociedad más pobre en valores, porque esas políticas públicas no están construyendo una mejor comunidad. Esa es la principal preocupación, en un contexto donde, en la enseñanza media, siete de cada 10 gurises de los quintiles 1 y 2 no pudieron soportar la educación virtual. Ahí es donde el Estado tiene que actuar y no lo está haciendo.
-El gobierno asumió con el objetivo de “ordenar las cuentas” por supuestos “despilfarros” de las administraciones anteriores. ¿Qué piensa de eso?
-Yo creo que no se puede ser tan simplista en las consideraciones. La economía no es mi tema, pero suena como una subvaloración de la inteligencia colectiva decir que en 15 años donde el país creció, se implementó un Plan Ceibal, se cambió la matriz energética, aumentó el parque automotor, la oferta de viviendas, todo eso estuvo mal y fue producto de un despilfarro. Aparte, el propio gobierno lo toma para presentar a Uruguay al exterior.
¿Hubo ciertas cosas que se podrían haber hecho de otra manera cuyo resultado final fue el déficit? Quizás sí, pero no es la primera vez que en Uruguay hay déficit fiscal. En Brasil, Bolsonaro está duplicando la ayuda social, y está aumentando el déficit en pos de alguna otra cosa que le parece relevante. ¿Qué hubiera sido de este tiempo de pandemia sin el Plan Ceibal, sin la conectividad, si no se hubiera cambiado la matriz energética? En ese caso, ¿nos estaríamos preocupando de categorizar como despilfarro errores que puede haber habido?
-¿A qué errores se refiere?
-Debe haber habido varios errores en la gestión, porque quien gestiona se equivoca, porque supone un ciclo de mejora continua que a veces se logra y a veces no, y las decisiones políticas pueden llevar a errores, pero no podemos ponernos en una simplificación tan brutal de la realidad. Si había que ajustar cuentas, a la hora de tomar decisiones, eso termina marcando el futuro. Se estableció una regla fiscal en la LUC (Ley de Urgente Consideración) y se aplicó. ¿Por qué la decisión de no quedar en cero, si se aplicó lo que querían? ¿Por qué hay que ahorrar 140 millones y no se le pueden dar 12 al Poder Judicial?
-¿Usted a qué lo adjudica?
-A decisiones políticas. El motivo lo tendrán que explicar quienes las tomaron, que creen que esas urgencias no son trascendentes. Pero no podemos aceptar que el gobierno justifique el recorte en políticas públicas solo con la pandemia y la supuesta “herencia maldita” del Frente Amplio (FA).
-Dada su experiencia en el mundo de las TIC, ¿cómo evalúa el presupuesto en ciencia y tecnología?
-La ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación), por ejemplo, viene con el mismo presupuesto desde hace tres años, habiendo pasado por un 2020 donde en este país –y en otros tantos- la ciencia cumplió un rol preponderante y los científicos salieron a jugar el partido más difícil. Y el presidente de la ANII, cuando habla de la asignación presupuestal, dice que se debe adecuar a lo que tiene. No, señor, porque la ciencia, innovación y tecnología no se llevan por un libro contable. Si el señor ese piensa así, no tiene que estar ahí. Y no lo digo en desmedro de él como persona; hemos tenido muy buenas discusiones con (Flavio) Caiafa. Lo que digo es que quien preside la ANII tiene que salir a buscar alternativas para tener más, no hacer menos con lo que hay, porque así no avanzamos.
¿Qué es tratar de arreglarme con lo que tengo? Es una decisión política basada en una decisión contable, para un aspecto que cuando da ganancia como país –y lo vimos en 2020- es incuantificable. Ese es el punto. ¿Tratar un gurí víctima de violencia, se puede cuantificar en plata? ¿Lograr la inserción de los gurises del Inisa, lo puedo medir en un libro contable? ¿Tengo que dividir los 12 millones de dólares para la implementación de la Ley de Violencia de Género haciendo una proyección de a cuántas mujeres van a matar de acá al 2024 si no lo implemento? No se puede salir a cobrar cuentas así. Yo esperaría alguna recomposición de estas políticas públicas, de modo que la noción de comunidad prevalezca. Lamentablemente, parece que solo nos vemos como seres productivos.
-¿Cuáles son las oportunidades para Uruguay en materia de ciencia y tecnología?
-Hay muchísimas oportunidades para Uruguay. Este es un excelente país de pruebas, para probar básicamente cualquier cosa: innovación tecnológica, autos voladores –porque posee un espacio aéreo no contaminado-. Es un lugar para probar tecnología por la conectividad que tiene y cuenta con muy buenos técnicos en el área y científicos de primeras ligas.
Uruguay tiene una industria de las TIC madura, de más de 20 años; tiene una muy buena solidez en la formación de los técnicos, pero tiene un debe que hay que solucionar, que es que las empresas del sector se llevan a los gurises antes de que terminen de estudiar. Un gurí con primer año que sabe programación, hoy consigue un puesto, pero si esta empresa está siendo exonerada y tiene beneficios, el Estado tiene que poder exigirle que sostenga a los chicos en la educación.
Y tenemos muchas oportunidades por nuestro buen relacionamiento social. Cuando uno va a vender, ser uruguayo es un plus; uno va con un background del país que es amigable. Esta es una democracia sólida, somos republicanos y sabemos trabajar juntos, y eso no se da en todos lados. ¿Qué nos falta? Saber para dónde vamos, armar un plan estratégico.
-¿Cuánto pesa el tema de los recursos? El economista Ricardo Pascale publicó el libro “Del freno al impulso”, donde enfatiza en la importancia de invertir en esas áreas pensando en el Uruguay del futuro.
-Exactamente. Tengo el libro de Pascale. Ahí es donde está, de nuevo, el rol del Estado, en pensar políticas estratégicas y llevarlas a cabo con asignación presupuestal. El primer y último Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Pencti) fue en 2010, y cuando uno hace prospecciones en esta área, toma un valor de 10 años; quiere decir que estamos en condiciones de hacer el segundo. ¿Por qué? Porque ordena los esfuerzos del país y permite proyectarse a quienes están iniciando sus carreras de investigación.
-¿Está en agenda esto?
-No. Lo que era la Secretaría de Ciencia, Innovación y Tecnología que dependía de Presidencia pasó a ser la Dirección Nacional de Ciencia, Innovación y Tecnología en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Pero todavía no está cubierta, y llevamos un año y medio de gobierno. Esa dirección tiene la responsabilidad de establecer las políticas públicas en la materia. Hay un encargado de despacho, pero no está nombrado el director.
El MEC abrió licitaciones para ver cuál va a ser la metodología de elaboración del Pencti, entender cómo está el ecosistema, identificar actores, entre otras cosas. ¿Cuándo va a empezar ese análisis? En 2022 con suerte. Elaborar un Pencti lleva por lo menos dos o tres años. Y con 3.000 gurises nuevos en Ciencias, era un momento para poner toda la carne en el asador. ¿Cómo van a armar su carrera en investigación? Si va todo rumbo a la aplicación de tecnología, de inteligencia artificial, ¿por qué los gurises no están aprendiendo pensamiento computacional y ajedrez? No es que vayamos a sacar a todos programadores, pero hay que preparar cierta base.
“Todavía no resolvimos qué tan vigilados queremos estar como sociedad”
-El ministro de Industria, Omar Paganini, ha hecho énfasis en la importancia de la innovación como factor de crecimiento del país, y Uruguay recientemente ha firmado acuerdos con grandes tecnológicas como Amazon, Google, Microsoft. ¿Qué opinión le merece? ¿Van por el buen camino esas alianzas?
-En tanto no afecte al Data Center de Antel, parecería que la decisión puede ser buena. Pero creo que hay otras cosas a tener en cuenta. ¿Qué datos vamos a poner en Amazon Web Services? ¿Para qué vamos a usar esa plataforma? ¿El Estado va a tener mayor cantidad de servicios? ¿Va a empezar a usar tecnologías de avanzada tipo blockchain para manejar sus activos, como las leyes o los datos de su población? Lo que está faltando en la comunicación es el “para qué”.
-¿Falta una planificación en esos acuerdos?
-Y poder encarar instancias colectivas de debate. Ahora el Ministerio del Interior va a hacer una Unidad de Cibercrimen, pero todavía no resolvimos qué tan vigilados queremos estar como sociedad. En el Presupuesto se aprobó la migración de los datos biométricos al Ministerio del Interior, y la Dirección Nacional de Identificación Civil recibió un hackeo. Nunca supimos si habían terminado de migrar los datos o no. Y si la base de datos no fue afectada, perfecto, pero yo te la puedo robar, dejarla intacta y tenerla copiada en otro lado. Hay que empezar a poner esos debates arriba de la mesa. No es “cámaras sí” o “cámaras no”, es “para qué”, según el contexto, las garantías.
¿Cuáles son los delitos relacionados al cibercrimen? ¿El delito es cuando te robé el dato o cuando lo intenté? ¿Y cómo van a investigar eso? ¿Cuál es la capacitación de la policía para trabajar en el área? ¿Cómo lo van a implementar? Tenemos que ir más allá de los anuncios y pensar dónde está la política que sustenta que el Estado contrate con Amazon y con Microsoft. Si está, vamos a discutirla. Esas instancias nos están faltando.
“Montevideo está cambiando en una clave participativa y modernizadora”
Lista Amplia, el sector que integra Nane, definió el apoyo a Gonzalo Civila para presidir el FA. Consultada sobre si se generó un quiebre con el Partido Comunista, que decidió respaldar a Fernando Pereira, la senadora lo negó y aseguró que ambos grupos siguen trabajando “codo con codo”.
Acerca del futuro de la agrupación que encabeza la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, la entrevistada explicó que tiene el objetivo de consolidarse dentro del FA. De todas maneras, afirmó que, pasado este período de autocrítica y elecciones, no descarta que haya algún cambio de rumbo, pues “no todo tiene por qué terminar en la sectorización”.
En lo que respecta a la gestión actual de Cosse, Nane opinó que la jerarca “es una mujer con una determinación impresionante” y dijo que en la comuna “están trabajando a brazo partido”.
“Montevideo está cambiando en una clave participativa y modernizadora; Carolina tiene esa visión constructora a largo plazo”, sostuvo. En ese sentido, destacó la importancia del Plan ABC, el trabajo de las policlínicas y las líneas de transporte que no llegaban a ciertos lugares de Montevideo y ahora sí.