Daniel Chasquetti, politólogo, investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales (UdelaR)
En momentos en que el Frente Amplio (FA) debate por las candidaturas de cara a 2019, no logra ver que la oposición tiene “altas probabilidades de ganar”, advirtió el politólogo Daniel Chasquetti. Entrevistado por CRÓNICAS, aseguró que la próxima elección se va a definir por pocos votos, por lo cual, lo que suceda con el “caso Sendic”, podrá ser decisivo.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-Opinó a través de Twitter que la agenda de la campaña electoral en Uruguay puede ser muy similar a la de Brasil, y mencionó la seguridad y la corrupción como los temas más importantes en ese aspecto. ¿Por qué son comparables ambas realidades?
-Los temas que más daño le han hecho a las izquierdas que han perdido elecciones han sido esos. La corrupción genera desprestigio, y el problema de la seguridad produce mucho temor y habilita la aparición de alternativas muchas veces impensadas, es decir, frente al hecho de que no se resuelve la inseguridad, la gente prefiere otras soluciones. Entonces me parece que ese tema está [en la agenda], y también se van a priorizar la educación y la economía. Todo el mundo tiene a la seguridad sobre la mesa, la pregunta es si la corrupción va a entrar o no [en el debate de la campaña].
-¿De qué depende?
-Yo creo que puede entrar en la medida en que el FA no resuelva algunos casos. Por ejemplo, si Raúl Sendic es candidato [al Senado], si lo de Leonardo de León tampoco se soluciona, la carga negativa puede ser fuerte contra el partido de gobierno, y me parece que hay posibilidades de que suceda eso.
Probablemente se discuta mucho también sobre educación, pero lo curioso es que más allá de que Brasil y Uruguay sean distintos, porque nosotros tenemos una oposición democrática –cosa que Brasil quemó luego del impeachment de Dilma y se quedó sin alternativas, y por eso aparece Bolsonaro-, creo que a la larga pueden terminar coincidiendo las temáticas.
-Dice que el FA puede verse perjudicado si no resuelve lo de Sendic. ¿Cómo ve el manejo que está haciendo del caso?
-El FA está muy trancado porque a Sendic lo ampara el MPP (Movimiento de Participación Popular). Él renunció a la Vicepresidencia cuando ese sector le indicó que tenía que hacerlo, y ahora me parece que está pasando lo mismo, es decir, en la medida que el MPP no le baje el pulgar, el FA va a estar muy entreverado con este tema.
-La semana pasada, un grupo de militantes frenteamplistas presentó firmas para que Sendic sea impedido de ser candidato, mientras que la 711 planteó que los problemas del país no pasan por el exvicepresidente.
-En realidad es obvio que los problemas del país no pasan por Sendic ni por esa decisión, pero lo cierto es que desde el punto de vista electoral, si él es candidato, le va a hacer un daño grande al FA. Sobre eso me parece que hay unanimidad, que todo el mundo piensa lo mismo, excepto los que son partidarios de su participación en política. De hecho, es bastante difícil discutir con ellos porque están acorralados.
Si el partido no dice nada, él va a poder presentarse. Ese es el gran drama. La única forma de trancarlo es que la propia fuerza política indique que no desea que se postule, pero en la medida que no se resuelva eso, aumentará la posibilidad de que el FA tenga pérdidas electorales. Además, la presencia de Sendic refuerza el discurso de la oposición, y yo creo que ahí el país se juega una de las claves de la elección; yo le doy mucha importancia a ese punto.
-¿Tanto como para pensar que podría estar en riesgo el cuarto gobierno del FA?
-Es un tema que puede erosionar mucho la capacidad electoral del FA. Esta elección se va a resolver por pocos votos, entonces, si no se soluciona, eso puede ser decisivo.
-En una entrevista con CRÓNICAS, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, opinó que los posibles candidatos del FA no tienen detrás un proyecto de país, a diferencia de lo que ofrecían Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori en elecciones anteriores. ¿Qué piensa al respecto?
-Es una declaración para la tribuna, porque en realidad el objetivo de Bonomi es convencer a Mujica de que sea candidato, pero no va a serlo. La Comisión de Programa del FA trabajó y tiene un programa; puede gustarnos más o menos, pero no sé bien a qué le llama proyecto de país. Yo creo que los que patrocinaban la figura de Mujica tienen que buscar algún tipo de argumento, pero es casi ridícula la afirmación, sobre todo porque va en contra de la argumentación histórica del FA, que hizo un programa que lo llevó a diferenciarse de los partidos tradicionales.
El problema de la fuerza política no es ese, es más bien cómo rinde cuentas ante la ciudadanía por su actuación en el gobierno. La novedad es que en esta elección, más que nunca, va a tener que responder por sus fracasos. Entonces, una cosa es decir “nos equivocamos en tales cosas, pero hicimos bien estas otras”, pero por otro lado, el mensaje que el FA debería dar para poder evitar las críticas es: “a Sendic no lo dejamos competir, que lo resuelva la Justicia, y si encuentra que no cometió ningún delito lo resarciremos después, pero por el momento lo dejamos afuera”.
Los actos de corrupción –como puede ser el caso de Sendic- representan algo muy grave, y acá todo va a depender del tipo de campaña que haga la oposición, que va a hacer propuestas, pero también va a generar una campaña negativa que puede ser muy eficaz si está fundamentada en algunos sucesos vinculados al gobierno de Mujica y, sobre todo, a la gestión de Sendic en Ancap.
“Con un gobierno que tiene una popularidad tan baja, no es descabellado suponer que es probable que gane la oposición”.
-Si bien han habido algunas señales por parte de jerarcas y dirigentes, el FA no termina de pronunciarse sobre el caso. ¿A qué atribuye la demora?
-A que el MPP lo sostiene. Es evidente que Sendic es una creación de Mujica; hubo un apoyo para que él se lanzara por cuenta propia, tuvo una muy buena votación en el 2014 y es el hijo de Raúl Sendic, entonces no es sencillo soltarle la mano. Al MPP le cuesta mucho digerir eso, y me parece que lo que está ocurriendo es que, lentamente, se está configurando un escenario parecido a lo que ocurrió en las semanas previas a aquel Plenario donde él renunció, como para que el FA tome una decisión.
A su vez, pienso que la reacción contra Javier Miranda es desmedida. Ha habido un ataque muy fuerte, un cuestionamiento importante hacia el gobierno de parte del grupo de Sendic –en esa declaración que sacaron la semana pasada-. Me parece que ellos ven venir ese panorama.
Por otra parte, la preferencia del MPP es que el propio Sendic tome la decisión [de no ser candidato] y no tenga que hacerlo el FA. Es decir, si él dice que por el bien de la fuerza política no va a competir, ahí salen todos contentos; pero si se le exige al FA que tome una resolución sobre el tema, el MPP va a quedar entre la espada y la pared y se va a ver obligado a votar contra Sendic o a defenderlo, y eso sería un escenario indeseado para el sector. Entonces creo que se va a buscar acorralar a Sendic y a su grupo, para que ni él ni De León sean candidatos.
“El FA no está viendo que las probabilidades de triunfo de la oposición son muy altas”
-Afirmó que la elección que viene se va a definir por pocos votos. ¿Cómo ve en ese contexto el rol que tiene la oposición hoy, que muchas veces se la acusa de que solo critica y que no propone?
-Yo a la oposición la veo bien, o sea, ya no necesita proponer más nada; presentó muchos proyectos de ley. Si las condiciones actuales se mantienen, si Sendic es candidato y la sensación de inseguridad permanece constante, me parece que las probabilidades de triunfo que tiene son muy altas. Creo que eso es lo que el FA no está viendo; está pasando por alto las encuestas, y aunque hay cierta razón para hacerlo, porque la vez pasada se equivocaron, lo cierto es que le están dando muy mal al FA. Parece claro que el partido de gobierno tiene que hacer un cambio, y Daniel Martínez recién ahora arranca con la campaña.
-En la entrevista que le comentaba, Bonomi dijo que el FA da por seguro que habrá un cuarto gobierno, pero que cree un error caer en ese convencimiento; que se tiene que construir el triunfo, no esperarlo.
-En eso coincido. Creo que hay una subestimación acerca de [Luis] Lacalle Pou; creen que tiene un techo, que no puede ganar, pero se pueden llevar una sorpresa. Y me parece que en eso que dice Bonomi tiene razón.
En la primera vuelta el Partido Nacional capaz que vota alrededor del 30%, pero el tema es la segunda vuelta, que va a ser de todos contra el FA, que según los sondeos, no tiene por dónde crecer. Además, así como vienen las encuestas en los últimos cuatro o cinco meses, con un gobierno que tiene una popularidad tan baja, no es descabellado suponer que es probable que gane la oposición.
Es decir, la situación ahora está muy favorable a la oposición, y por eso el FA tiene que hacer bien las cosas; debe hacer una buena campaña, tiene que tener un candidato correcto que pueda hacer alguna diferencia. A su vez, necesita dar señales a la gente respecto a que tiene cosas nuevas para dar, pero también sobre la honradez.
-¿Cree que van a estar dadas las condiciones para que en un eventual triunfo de la oposición se conforme un gobierno de coalición, como plantean algunos?
-No hay otro camino para la oposición que hacer un gobierno de coalición, de lo contrario, va a ser un desastre. Si no hacen una coalición va a ser un gobierno muy débil, y creo que ya están todos convencidos de que tiene que ser así por más que quieran tomar distancia; me parece que todos lo saben desde hace cinco años.