Miguel Gremolich, candidato a la Presidencia de la ADIU por la Lista 26
La Asociación de Agentes Inmobiliarios del Uruguay (ADIU) se creó en 2009 para agrupar a las unipersonales –en aquel momento la Cámara Inmobiliaria Uruguaya no las aceptaba-. Hoy está conformada mayormente por agencias chicas, legalmente constituidas. El 8 de noviembre se realizarán las elecciones de la Comisión Directiva de la institución, donde por primera vez se presentará más de una lista. Miguel Gremolich, candidato por el grupo “Avanza”, dijo a CRÓNICAS que “es prioritaria una mayor transparencia en las decisiones”, y destacó que se necesita “en forma urgente un marco regulatorio”.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-¿Cómo se preparan para estas elecciones?
-Motivados y llenos de alegría. Formamos parte de un equipo sólido y de grandes ideas para el futuro, con una plataforma electoral creada sobre el concepto de la horizontalidad directriz, que busca el crecimiento personal de los socios y el de ADIU, jerarquizándola ante el mercado y la opinión pública.
-Por primera vez se presentará más de una lista. ¿Por qué?
-La puja electoral comienza en el no respeto de la Comisión Directiva hacia los asociados de ADIU, sumado a una muy mala gestión comunicacional reconocida por actuales directivos, que llevó a una errónea administración de los recursos, desmotivando a los socios e impulsando que surja una corriente denominada “Fundacional”, opuesta a la línea oficial, con nuevas propuestas.
-¿Cuáles son los ejes de gestión de la Lista 26?
-Además de la horizontalidad mencionada, es prioritaria una mayor transparencia en las decisiones, para que no sean necesarias Asambleas Extraordinarias de socios, como recientemente sucedió en el caso de un frustrado acuerdo con un portal web. Si estamos en contacto directo con los socios, no serán necesarias asambleas, pues nuestra gestión va a conocer de primera mano sus necesidades y aspiraciones.
-¿Qué problemas enfrentan hoy los operadores inmobiliarios asociados a ADIU?
-El primero es el desconocimiento de nuestra institución por parte de las autoridades ejecutivas y legislativas, de la sociedad y del mercado en el que operamos diariamente: inversores y consumidores de nuestros productos. Con el rumbo actual no se ha expandido todo lo que hacemos bien por esa misma sociedad, aportándole asesoramiento y experiencia.
-¿Cuáles son las principales propuestas de la lista que usted representa?
-Buscaremos una inmediata jerarquización de ADIU, desarrollar un programa de capacitación para los socios, y hacer todo lo que no se ha hecho, que, aunque ahora el oficialismo lo prometa, el asociado sabe que durante años estas ideas se han propuesto y nada se ha concretado.
-¿Cómo se encuentra hoy la institución?
-La institución ha pasado por tiempos fragmentarios, básicamente, por ausencia de comunicación y por la visión que en líneas generales tiene sobre el manejo de lo digital; ese sentido está totalmente desactualizado.
Esta contienda electoral, sin embargo, creemos que lo fortalecerá, ya que permite abrirle la ventana a vientos nuevos, que traen ideas y avances que por una cuestión etaria, nuestra propuesta ofrece. Esperamos que luego de la elección, ADIU salga decidida a recuperar el tiempo perdido y todos juntos encaremos el regreso al espíritu que le dio origen.
-¿Cómo ve el mercado inmobiliario en general?
-Al mercado inmobiliario de la compra-venta lo veo perfecto, en un buen punto de maduración en cuanto a los valores y de transacciones en general. Cada vez hay más buscadores, más fragmentación del mercado con más colegas y, al dividirse la oferta, cada uno tiene la obligación de convertirse en algo mejor para conseguir propiedades y clientes, con la necesidad de evolucionar para ser más exitoso. El mercado de los alquileres también tiene nuevos operadores, y allí nuestra institución tiene cosas para hacer y para decir.
-¿Cómo han afectado al mercado las nuevas plataformas tecnológicas de arrendamiento de viviendas?
-Lo han afectado indudablemente, porque han modificado las conductas de los actores y, con ellas, la competencia que cada vez más se extiende no entre colegas que trabajan en igualdad de condiciones, sino en un marco nebuloso, y se hace más difícil conseguir y colocar los productos. Todo es muy dinámico y nuestra obligación es estar al tanto de dichos cambios con gente joven que sepa adelantarse, analizando propuestas digitales que nos permitan crecer.
-La Ley del Operador Inmobiliario sigue encajonada en el Parlamento. ¿Qué reflexión le merece?
-Nos encantaría que tuviéramos una ley para que quedara definido quién juega y quién no. Debemos fortificar externamente nuestra posición, haciéndole entender al gobierno por qué necesitamos una Ley para el Operador Inmobiliario, sea cual sea su tamaño. Hoy, en el mercado nacional, los informales pueden trabajar al margen de la legalidad, y eso no está bien porque le resta recursos al Estado y modifica la transparencia en montos considerables. Por todo esto es que necesitamos en forma urgente un marco regulatorio. Por otra parte, queremos recuperar la participación de nuestros socios en la elaboración de esta ley.