El doctor en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi, hizo un análisis de la situación mundial. Se refirió a la polémica suba de tarifas de acero y aluminio de Estados Unidos por 25% y 10% respectivamente, y a las relaciones de esta potencia con sus países vecinos – Canadá y México -, China y Europa.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
-¿Cómo afecta la renegociación del tratado Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por sus siglas en inglés) a las tarifas que impondrá Trump sobre el acero y aluminio?
-Él puede perfectamente no aplicarle esa suba a México y a Canadá, pero sí hacerlo con el resto de los países. Si en el marco de la renegociación del Nafta, Canadá y México ceden, porque en definitiva Trump les está pidiendo a esos países algunas concesiones que ellos no están dispuestos a dar –por ejemplo el régimen de origen automotriz o en tema de solución de disputas– entonces él ahora pone arriba de la mesa algo que les afecta especialmente: que ambos son grandes proveedores de acero y de aluminio –fundamentalmente de acero– a Estados Unidos. Aunque esto no quiere decir que no aplique este arancel al resto de los países involucrados.
Entonces, más allá de lo que pueda ocurrir con la renegociación del Nafta –que obviamente sí es una presión adicional que le ejerce Trump a Canadá y a México-, diría que la discusión de la suba del acero y aluminio es muy importante. Además, es algo que también está mezclado con política interna y que la razón por la cual puede eventualmente no aplicar este arancel tendrá que ver con cuánto aguanta la presión de otros grandes actores que le pueden hacer daño a Estados Unidos, como por ejemplo Europa o China. Entonces, esta medida del acero puede desatar una guerra comercial, sin exagerar, aunque yo no creo que haya que sobredimensionar.
-Entonces, ¿si hay una guerra comercial o no, dependería de si implementa esta suba de aranceles?
-Claro. No hay que olvidar que esta es una discusión distinta a la del Nafta. Por un lado está el Nafta, y por otro la amenaza de subir los aranceles que no se concretó. Lo que hay que ver ahí es cómo se concreta. ¿Qué pasa? Existe algo llamado “régimen de salvaguardia”, que está relativamente permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que implica que un país puede, por un tiempo determinado, subir un arancel para que una industria nacional se recupere si es que se está viendo afectada. Esto no es lo que hace Estados Unidos. La industria del acero norteamericana no se está viendo afectada hoy, no está mostrando una crisis que obligue a pararse frente a este régimen de la OMC. Entonces, Estados Unidos decide, de la noche a la mañana, subir estos aranceles. Ahí lo que está haciendo es violar la OMC, porque no puede subir el arancel que tiene comprometido como máximo en la propia OMC. Entonces, si Estados Unidos decide subir unilateralmente el arancel violando la OMC, ahí sí Europa y China pueden empezar a aplicar represalias y comenzar a aplicarle aranceles a Norteamérica, quien a su vez podría iniciar lo mismo. Eso es lo que llamaríamos una guerra comercial donde pierden todos, especialmente la OMC.
-Ahí todo depende de cómo termina Trump de implementar la norma.
Exacto. Si lo hace intentando usar instrumentos que la OMC otorga para defenderse cuando una industria nacional se ve afectada, o si directamente no encuentra justificación para eso y lo que hace es directamente subir el arancel. O sea, si sube el arancel hoy a esos niveles que él está diciendo, está violando claramente la OMC, y ahí empiezan las represalias; y cuando eso pasa, comienzan las violaciones de las normas. Es ahí que empezás a bloquear el comercio y, por supuesto, que se ven afectados todos.
Entonces, en esa lógica de comercio de hoy, si Estados Unidos empieza una guerra comercial contra todo el mundo –porque te das cuenta que está mal con Canadá, con México, con China y con Europa–, y no logra tener ningún socio, es insostenible. Es más, podría ocurrir que la medida quizás hasta no se implemente, o si ocurre, va a intentar que no sea apuntando tanto a la OMC. Si lo hace, si va muy en contra de la OMC, ahí diría que los riesgos de entrar en una guerra comercial son altos. Si eso ocurre, los perdedores somos todos: pierde la economía mundial, pierde el propio Estados Unidos, pierde Europa, y pierde la OMC.
“Si Estados Unidos empieza una guerra comercial contra todo el mundo, y no logra tener ningún socio, es insostenible”.
-¿Cree que se va a inclinar más por una suba de aranceles dentro del marco de la OMC?
-Yo me inclino a pensar que va a intentar presentar la medida como provisoria, como de defensa a la industria nacional, aplicando el régimen de salvaguardia; o sea, utilizando expresiones que tengan que ver con defensas que la OMC, de cierta forma, permite. Pero siempre y cuando sean provisorias; nunca podés subir un arancel de por vida. Se puede subir un arancel en el marco de una salvaguardia por un tiempo determinado. Después hay que volver a bajarlo porque se supone que si tu industria no es competitiva algún día va a desaparecer. No podés protegerla siempre.