China es el principal socio comercial de Uruguay y el impacto económico de la epidemia del coronavirus amenaza con afectar al comercio entre ambos países. De hecho, las exportaciones dirigidas al gigante asiático ya observaron una caída en el primer mes del año. Ante esta realidad, que se suma a la incertidumbre global, la secretaria ejecutiva de la Unión de Exportadores, Teresa Aishemberg, evaluó que Uruguay debe abrir su catálogo de países de destino de exportación y generar nuevos mercados.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El pasado lunes los mercados chinos abrieron convulsionados con una baja de alrededor del 9%. De todas formas, la noticia no sorprendió demasiado ya que muchos preveían que ello ocurriera debido a los temores sobre el impacto que tendrá la epidemia del coronavirus sobre la economía del país.
Esa misma jornada, tan sólo unas horas más tarde, la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) publicó su informe de exportaciones con los datos correspondientes al primer mes del año, donde se daba cuenta de una caída en las ventas del país, pero particularmente llamó la atención la caída cercana al 14% que registraron las colocaciones a nuestro principal socio comercial (ver página 14).
En medio de un mundo con varios focos de incertidumbre, la epidemia del coronavirus en China asesta un golpe más a una economía que ya había sido afectada -entre otros factores- por la guerra comercial con Estados Unidos.
Para Uruguay, China no es un país más, es su principal socio comercial y de donde provienen prácticamente uno de cada cuatro dólares exportados por el país.
Ante esta coyuntura, la Secretaria Ejecutiva de la Unión de Exportadores del Uruguay, Teresa Aishemberg, evaluó que en China existe “una situación de temor y menores negocios” que obliga a nuestro país a buscar alternativas para no depender tanto de ellos.
La plaga
Aishemberg señaló que China en un momento estuvo afectada por la gripe porcina, por lo que demandaron más carne bovina de Uruguay, convirtiéndolo en el principal producto dirigido a ese destino. Esta situación generó que los precios de ese producto fueran en aumento hasta noviembre del año pasado.
Sin embargo, las autoridades de Pekin tomaron recaudos para que la carne no se encareciera tanto y habilitaron más frigoríficos en el mundo; además, habilitaron la entrada de carne de países vecinos. “Hoy, entonces, los chinos nos están pidiendo una rebaja del 30% y eso genera una situación de mucho estrés en el sector”, explicó la ejecutiva.
A esta situación se le suma la reciente epidemia del coronavirus, que hace que “se enlentezcan todos los negocios” con dicho país, aumentando así la incertidumbre.
Aishemberg comparó la situación actual con la aparición del virus SARS en 2003, por el cual fallecieron 800 personas y le costó US$ 33.000 millones a la economía mundial. “Y eso que China en ese momento no impactaba tanto porque no estaba como un actor tan importante en el comercio”, añadió.
Ahora que la potencia se solidificó como un actor de peso pesado en el comercio mundial, el impacto que trae el coronavirus podría ser mayor.
El síntoma
China es el principal destino de los productos uruguayos. De acuerdo al último informe de exportación de bienes las ventas al gigante asiático representaron en enero el 23% del total exportado por el país. Ello pese a un descenso interanual de 13,89% en enero en comparación con el mismo mes de 2019.
De acuerdo a lo explicado a CRÓNICAS por Mariana Ferreira, gerente de Inteligencia Competitiva de Uruguay XXI, la baja se dio principalmente por una reducción de las exportaciones de carne bovina congelada, que pasaron de US$ 62 millones a US$ 54 millones, y particularmente de las menores ventas de madera en bruto que tuvieron una baja del 96%. En enero del año pasado, Uruguay exportó US$ 19 millones de este producto, pero este año disminuyó a tan sólo US$ 1 millón.
A pesar de esta caída, Ferreira señaló que “a corto plazo no se esperan grandes variaciones que afecten la posición de China en el ranking de destinos de Uruguay”. Es decir, “difícilmente” el mercado chino pierda su papel de principal socio comercial del país.
Consultada respecto a la situación de China, Aishemberg evaluó que mientras China está estable todo es “fantástico”, pero subrayó que Uruguay debe abrirse a otros mercados para evitar una dependencia excesiva. “Tenemos que generar otros mercados, porque no podemos transformarnos en China-dependientes”, afirmó. La representante de los exportadores comparó cuando Uruguay era Brasil-dependiente, ya que cuando cayó el mercado brasileño, los exportadores se fueron hacia otros mercados.
Si bien subrayó que el país se ha diversificado y actualmente se exporta a 178 destinos, esto se hace “pagando impuestos, porque no tenemos acuerdos comerciales que bajen el impuesto para entrar”. “Se hace mucho esfuerzo a la interna de las empresas para mantener las fuentes de trabajo y poder seguir exportando”, señaló.
Aishemberg subrayó el “buen relacionamiento” que existe entre Uruguay y China, y manifestó su expectativa de que la situación sanitaria en el país “se calme”. “Que le vaya bien a China para que nos vaya bien a todos, y que le vaya bien a todos los países para que a nosotros nos vaya bien”, concluyó.
Tregua, pero complicada
Una situación adicional que podría perjudicar a Uruguay, según evaluó Aishemberg, es el acuerdo denominado de “fase 1” entre China y Estados Unidos en el marco de su guerra comercial. Si bien este pacto genera un alivio a nivel internacional, también compromete a China a comprar más productos -entre ellos agrícolas- a Estados Unidos por dos años.
“No conocemos bien el detalle, pero probablemente le compren a Estados Unidos soja, carne, lácteos, cueros; productos que nos están comprando a nosotros, y podría afectar nuestra corriente exportadora”, advirtió Aishemberg.
En este sentido, indicó que desde la Unión de Exportadores lo están monitoreando con las embajadas de China en Uruguay, y viceversa, “para conocer de primera mano el acuerdo”.