«La Universidad de la Educación para nosotros es una realidad”, aseguró la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, en el último Consejo de Ministros en Ramón Trigo, Cerro Largo.
La propuesta no es ninguna novedad. El proyecto del Instituto Universitario de la Educación (IUDE) se presentó en el Parlamento en 2013. Dicho instituto se planteaba como autónomo y cogobernado según el modelo de la Universidad de la República (UdelaR) y contemplaría al Instituto de Profesores Artigas (IPA) y al Consejo de Educación en Formación (CFE). El funcionamiento del IUDE se llevaría a cabo con la infraestructura y el presupuesto de ambos centros de formación.
Aquí, en la autonomía y el cogobierno, radica el principal debate que hizo naufragar al proyecto en 2013 que solo obtuvo media sanción en el Parlamento. En aquella votación, el proyecto fue aprobado con mayorías especiales por el Frente Amplio y el Partido Colorado en la Cámara de Diputados pero finalmente quedó descartado en el Senado por no contar con la aprobación de los senadores batllistas. Las voces en contra no estaban solo en las filas opositoras del gobierno encabezado por Mujica, sino que el propio Álvaro García, actual director de la OPP y referente en aquel momento del grupo de técnicos de la Nueva Agenda Progresista (NAP), manifestó que el proyecto era «un retroceso» y que constituía tan solo «un cambio de chapa» de las instituciones ya existentes e incluso inició una recolección de firmas para impedir la Universidad de la Educación.
Ahora, cuatro años después de aquel sufragio, la ministra María Julia Muñoz decidió ponerse el tema al hombro y pasó por las bancadas de su propio partido, del Partido Independiente y del Colorado para presentar el borrador del proyecto que requiere consenso para ser aprobado; y planea, además, visitar próximamente a los diputados del Partido Nacional. Con la premisa de que el proyecto ingrese al Parlamento en setiembre, CRÓNICAS conversó con los representantes de cada agrupación que serán los primeros encargados de dirimir el futuro de la Universidad de la Educación.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
José Carlos Mahía
(Frente Amplio)
En lo personal, la Universidad de la Educación es uno de mis mayores anhelos. No me animo a decir qué tan cerca estamos de que se concrete porque hay que superar muchas barreras, actuar con mucha generosidad y amplitud de miras, focalizando mucho en que el objetivo es lograr una mejora en la calidad de la educación y en la formación docente y para ello crear una Universidad es determinante.
Para que sea verdaderamente una Universidad hay que cambiar lo curricular, la estructura institucional y lograr el título universitario con investigación y extensión; decirlo son unos segundos, ponerlo en práctica, no. Por eso creo que tenemos que trabajar con el sistema educativo venciendo prejuicios y preconceptos y logrando, de alguna manera, un avance importante con los partidos políticos; porque el Frente Amplio reivindica la autonomía y el co-gobierno pero para crear una nueva Universidad se necesitan mayorías especiales, en ese sentido entiendo que si vamos a una etapa de transición podemos avanzar en fórmulas similares a la UTEC. Esperemos que los partidos tradicionales también tengan voluntad de conversar en la materia.
El principal escollo para su aprobación es el gobierno, porque el diseño institucional tiene que ser un proceso. Hay que pasar la infraestructura física que ya existe: magisterio, IPA, Cerp e IFD más el Ineed. A su vez hay que hacer una adecuada transferencia de recursos y una actualización de Carreras. Las garantías para los funcionarios de estas organizaciones son clave para el éxito de una futura Universidad de la Educación.
Iván Posada
(Partido Independiente)
La necesidad es de un instituto universitario que sería más acorde a la experiencia que hay en otros países en lo que refiere a la formación de docentes.
La idea de una Universidad de la Educación aparece como un poco sobredimensionada para lo que tenemos que dar respuesta; creo que si habláramos de un instituto universitario que pudiera estar funcionando como un área más de la Universidad de la República, creo que nadie estaría cuestionándolo sino que habría un acuerdo bastante amplio.
El gobierno ha venido insistiendo con que haya una nueva Universidad y uno se cuestiona si es necesario realmente hablar de una Universidad de la Educación cuando en realidad las experiencias exitosas en otros países tienen que ver con el desarrollo de institutos universitarios. No hay discusión en que la formación docente deba tener carácter universitario. No sé si es necesario tener una nueva Universidad con todo lo que conlleva desde el punto de vista de infraestructura, de recursos asignados; estamos sobredimensionando el tema de la formación docente.
Graciela Bianchi
(Partido Nacional)
No creo que el proyecto venga con muchas diferencias con respecto al que se presentó en la legislatura pasada.
Yo estoy de acuerdo con que la formación docente tiene que tener nivel universitario. Académico, que es lo más importante, que en algún momento tuvo y luego lo perdió; y también institucional que es lo que permite después hacer doctorados, maestrías o posgrados tanto acá como en el exterior.
Nosotros venimos 20 años tarde porque, en el mundo, se están dejando las universidades pedagógicas separadas, no están dando resultados porque se convierten en endogámicas. La tendencia más moderna en los países nórdicos y aquellos que tienen mejores resultados es que la Universidad de la Educación sea una Facultad de la Universidad; con lo cual internamente se trabaja en red con otras facultades para las materias específicas- esto es en términos simples para que se entienda-.
El Partido Nacional, el sector Todos particularmente, no va a votar la Universidad de la Educación como no se votó en el período pasado porque viene con autonomía y cogobierno.
Si nosotros transformamos la formación docente en Universidad y hacemos un gobierno espejo de la Universidad de la República, congelamos la formación docente. No vamos a salir de la crisis educativa si no formamos mejor a los maestros y profesores. Para nosotros es definitorio la forma de gobierno, no aceptamos la misma forma de gobierno que tiene la Universidad de la República. Queremos otro tipo de gobierno, puede ser como el que tiene la UTEC en este momento, puede haber algún representante como observador pero no que gobiernen los estudiantes, los egresados y los profesores.
Varias veces reformamos la Constitución de la República del 59 para acá pero nunca pudimos reformar la Ley Orgánica Universitaria porque es imposible poder penetrar en esa organización endogámica que no tiene autocrítica y es el gran elefante blanco que se lleva un montón de plata, y se debería llevar más, pero que tendría que dar otros resultados.
Si esto se modificara no tendríamos problema. Incluso estaríamos de acuerdo en ir a la Universidad Pedagógica a pesar de que internacionalmente ya está superada. Votamos la Universidad de la Educación pero no con esta forma de gobierno.
Es necesaria una Universidad de la Educación. La formación docente no existe en este momento, tiene una cantidad de deserción impresionante y un nivel académico bajísimo-. La plata primera que pondría un gobierno del Partido Nacional sería en formación docente pero no con esta forma de gobierno. El mejor ejemplo es la UTEC, que hoy en día es modelo y tiene otro tipo de forma de gobierno que rige hasta el año que viene, si lo cambian por autonomía y co-gobierno se va a ir al tacho.
La autonomía y el cogobierno hacen que se gobiernen a sí mismos. Están totalmente atravesados por los problemas político partidarios menores, los enfrentamientos entre los distintos grupos del FA y con los distintos partidos.
En este caso Roberto Markarian es de los mejores rectores que tuvo la Universidad luego de la dictadura, pero la figura del rector debe pasar por tantos enjuagues políticos con los que hay que transar, que llegan con las manos atadas y les bloquean cualquier tipo de innovación. No es casualidad que la Universidad esté en el lugar 900 en el mundo en rendimiento; la Universidad de Montevideo (UM) está por arriba de la UdelaR, porque todos los cambios se frenan por decisiones político- partidarias. Este verso de la autonomía y el cogobierno no va más, está agotado por la historia.
Susana Montaner
(Partido Colorado)
El Partido Colorado tiene una larga tradición en la profesionalización de maestros y profesores. El Partido Colorado en el 2009 presenta el proyecto como una de sus propuestas programáticas. El senador Pedro Bordaberry presenta en abril de 2012 un proyecto en el que justamente establece la creación del Instituto Universitario de la Educación. La diferencia con el proyecto que presenta en aquel momento el Poder Ejecutivo es lo que tiene que ver con el cogobierno. Los organismos que manejarían este instituto en el caso del proyecto del Partido Colorado habrían tres representantes de la sociedad porque se estipula que tres de los integrantes de ese cogobierno deben ser designados por el Ejecutivo con la venia del Senado; esto significa que la sociedad civil que eligió al Ejecutivo se sentiría representada y luego, por supuesto, por el orden docente, estudiantil y egresados. En el proyecto del oficialismo se deja de lado la designación por parte del Ejecutivo y se toman en cuenta docentes, alumnos y egresados. Tuvimos el honor de recibir a la ministra en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, nos trajo un nuevo borrador el que estamos estudiando y definitivamente mi partido tiene en su ADN la educación porque desde que se funda el partido siempre han estado preocupados por este tema.
El senador Pedro Bordaberry quien presentó el proyecto antes, estuvo de acuerdo en ceder para luego modificar el cogobierno pero el resto de la oposición no estuvo de acuerdo incluso otros integrantes del partido. Fue el mayor obstáculo de aquel proyecto.
Estamos estudiando el proyecto con los técnicos para limar las asperezas que podemos tener pero no quiero hacer futurología, no sé qué va a pasar, nos vamos a dar nuestro tiempo para estudiarlo; ojalá pudiéramos aprobar el proyecto del Partido Colorado, es el que para mí, mejor contempla lo que están pidiendo los maestros y los profesores.