El triunfo electoral en Brasil del controvertido Jair Bolsonaro abre un gran marco de incertidumbre a futuro. El excanciller Sergio Abreu, instó al “diálogo” con “profesionalidad, firmeza y prudencia” y el analista internacional, Ignacio Bartesaghi, dijo que debe procurarse avanzar en la concreción de acuerdos bilaterales. Desde la Unión de Exportadores, su presidenta, Andrea Roth, dijo que la gremial trabajará en “destrabar o facilitar el comercio exterior”.
Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl e Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Nuevamente un resultado electoral nos dejó con la boca abierta.
Luego del triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos parecía que habíamos visto todo. Sin embargo, en el último mes Brasil “dio vuelta la maquinita” y eligió como presidente a un candidato que hizo de la polémica su principal arma de campaña. Sus declaraciones y las de su entorno, hacen que las palabras de Trump parezcan en muchos casos mesuradas. Acusado de machista, homófobo y fascista, Jair Bolsonaro, logró un amplio apoyo de un electorado brasilero, descreído en el sistema político del país que está rodeado de escándalos de corrupción.
Lo que creíamos que era imposible que ocurriera, finalmente ocurrió, y ahora será Bolsonaro quien dirija los destinos del gigante sudamericano, el segundo socio comercial que tiene Uruguay por detrás de China.
Aún no es claro qué rumbo adoptará en materia económica. A nivel interno se anuncian importantes reformas, continuando algunas que ya comenzaron al mando de Michelle Temer. A su vez deberá negociar con un sector empresarial poderoso que tiene un discurso fuertemente aperturista, pero que también exige protecciones importantes para su producción doméstica. En cuanto al relacionamiento externo, el designado ministro de Hacienda, Paulo Guedes, dijo que el Mercosur no será una prioridad de su administración. Esas palabras parecen más un sinceramiento: a Brasil no le ha importado mucho la suerte del bloque regional en los últimos años, aunque buena parte de su producción industrial tiene como destino al mismo.
Que será, será…
Ante la gran incertidumbre que hay en el horizonte, CRÓNICAS consultó a diversos analistas que evaluaron el posible rumbo que adoptará el polémico presidente electo y en particular cómo ello puede impactar a nivel económico sobre nuestro país.
Sergio Abreu, presidente del Consejo Uruguayo para las Relaciones Internacionales (CURI) y excanciller del país, señaló que Uruguay debe analizar cómo enfrentarse ante un Brasil que “muy probablemente” ignore al Mercosur.
“Lo nuestro no es una posición muy fácil”, opinó Abreu en referencia a la situación actual de Uruguay. En este sentido, lo que debería hacer el país es abrir una instancia de diálogo, según el excanciller, entre todos los partidos políticos para considerar “qué política exterior tenemos que tomar”.
Por otra parte, el experto en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi, vio con buenos ojos la situación. Según comentó, “muchas de las políticas” que plantea Paulo Guedes, futuro ministro de Economía de Bolsonaro, son favorables a que el crecimiento económico de la potencia sudamericana se mantenga, “y eso es bueno para Uruguay”.
Bajo esta premisa, concordó con Abreu en que el curso de acción de Uruguay debería ser rever la política exterior. Particularmente, “cómo podemos aprovechar este nuevo contexto para rediscutir el Mercosur” y que este contemple “un poco más” los intereses uruguayos.
En este sentido, los expertos discreparon en cuanto a la situación del Mercosur como bloque, con Bolsonaro como líder.
Si bien Abreu consideró que el Mercosur “está condenado”, no lo justificó exclusivamente al presidente electo; “hace rato” que lo está, indicó, porque la ideología sustituyó al proyecto estratégico de comercio.
Andrea Roth, presidenta de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), también se refirió al posible cambio de paradigma. Ante el poco interés que Bolsonaro demostró en el bloque, Roth señaló que “no significa que haya cambios importantes”, ya que “hasta ahora el bloque no ha funcionado como quisiéramos”.
Bartesaghi, por su parte, consideró que el bloque regional no está condenado, porque Bolsonaro “no va a destruir el Mercosur ni va a irse de él”. Lo que Bolsonaro busca en el Mercosur es que sea bilateral, “que es algo que Uruguay hace tiempo quiere”, por lo que esto no es una “mala noticia”. “Estamos en una situación inmejorable para reformular el Mercosur”, agregó el experto.
De esta manera, la actitud de Uruguay ante esta nueva realidad debería ser “hábil”: “tenemos que estar preparados”, indicó Bartesaghi, ya que el gobierno de Bolsonaro brindará “la oportunidad de negociar algo nuevo”.
En cuanto al acuerdo del Mercosur con la Unión Europea (UE), ambos volvieron a discordar. Por un lado, Abreu informó que es “muy difícil” que las negociaciones sobrevivan, ya que “el mundo del comercio pasó para el lado de Asia” y porque el gobierno “no toma decisiones” o “fragilizan” la posición que debe tener un “país pequeño” de tomar la iniciativa en estos temas.
Por otro lado, Bartesaghi se mostró dubitativo: “podría existir la posibilidad” de que las negociaciones puedan ser modificadas. Igualmente, “lo más probable” es que la UE espere hasta que Bolsonaro asuma el cargo y observe cómo reacciona al acuerdo, por lo que se podría “postergar un poco” el cierre.
Respuesta uruguaya
Dentro de todo este marco que dejó la elección de Bolsonaro, tanto Abreu como Bartesaghi plantearon distintas medidas que Uruguay debe tomar para enfrentar la situación.
El excanciller insistió en la apertura al diálogo, principalmente entre el presidente Vázquez, el canciller y quienes ocupen cargos “al más alto nivel”. Profundizó en que el gobierno debería tener “pienso, diálogo, profesionalidad, firmeza y prudencia” a la hora de hacerle frente a la situación.
Bartesaghi, en tanto, concluyó que Uruguay tiene dos posibles soluciones al respecto. La primera está en cuanto a intentar empujar la reforma del Mercosur, que es el “gran desafío en términos estratégicos” y un margen de acción “enorme” para el país; la segunda, llega por el lado de los acuerdos bilaterales, algo en lo que Uruguay “tiene que seguir insistiendo”, principalmente con China.
Por último, Roth señaló que con el gobierno electo en Brasil se “seguirá trabajando” como hasta ahora, “buscando destrabar o facilitar el comercio exterior, según sea el caso”. Añadió, además, que “no está clara” la política económica o comercial del nuevo presidente de Brasil, por lo que corresponde “esperar por las definiciones” que tome la nueva administración.
“Dependerá de cómo se plante el nuevo gobierno brasileño y la respuesta que podamos dar desde Uruguay a los nuevos desafíos», finalizó la presidenta de la UEU.