De todas formas, se advierte que esa ubicación se debe a la reciente implementación de múltiples medidas de transparencia fiscal, por lo cual Uruguay sigue siendo “un buen país para hacer negocios”. «Las recientes medidas de cumplimiento pueden generar complejidad a corto plazo, pero con el tiempo, aumentarán la confianza y la transparencia en el mercado», destacan.
Uruguay se encuentra entre los diez países más complejos del mundo para el cumplimiento corporativo, según un informe elaborado por la firma TMF Group, un proveedor líder de servicios de negocio de alto valor para clientes que operan e invierten a nivel mundial. De todas formas, ello podría no ser una mala noticia.
El Índice de Complejidad de Cumplimiento Corporativo 2018, examinó la dificultad de cumplir con los requisitos de cumplimiento en 84 países, calculando aspectos tales como la facilidad relativa de establecer una empresa; el tipo y la cantidad de información que las empresas deben informar a las autoridades locales; y la dificultad relativa de cumplir con la legislación a nivel local.
De acuerdo al relevamiento, Uruguay es la décima jurisdicción más compleja a nivel mundial y ocupa el podio de los países más complejos de América Latina, por detrás de Argentina, que es la cuarta jurisdicción más compleja, y Brasil, que es la séptima.
De acuerdo al comunicado difundido por la firma, la elevada posición de Uruguay en la clasificación de este año se debe principalmente a la implementación continua de múltiples medidas de transparencia fiscal internacional, prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, entre ellas las normas de cumplimiento del Estándar Común de Reporte (conocido como Common Reporting Standard o por sus siglas CRS en inglés) y registro del UBO (propietario beneficiario final).
“Los inversionistas y las compañías internacionales encontrarán aquí una gran cantidad de oportunidades»
De acuerdo al Managing Director de TMF Uruguay, Pablo González Coló, la entrada en vigor de muchas de estas medidas en forma simultánea ha demostrado ser un desafío para las empresas. De todas formas, matizó que “una vez que las empresas se ajusten a estas nuevas reglas diseñadas para cumplir con los estándares internacionales, deberíamos ver que los indicadores de la complejidad del cumplimiento comiencen a ubicarse en un nivel más básico».
Mientras tanto, la implementación de medidas locales para cumplir con los estándares internacionales obliga a las empresas uruguayas a tomar las precauciones necesarias para su cumplimiento.
La firma aclara en el comunicado que “es importante acatar las normas, porque no cumplir o equivocarse puede resultar en sanciones que, de acuerdo a la gravedad del desvío, podrá ser una observación, un apercibimiento o multas con montos muy significativos”.
En ese sentido, interpreta que “el enfoque proactivo de Uruguay para adoptar las mejores prácticas globales en el área de la transparencia financiera, así como la alta posición del país en la clasificación de este año, no debe impedir que las empresas consideren a Uruguay como un buen país para hacer negocios”.
«Las recientes medidas de cumplimiento pueden generar complejidad a corto plazo, pero con el tiempo, aumentarán la confianza y la transparencia en el mercado», agregó González Coló.
«Como una de las economías más libres de América Latina, Uruguay sigue siendo un gran lugar para hacer negocios. Los inversionistas y las compañías internacionales encontrarán aquí una gran cantidad de oportunidades», concluyó.
Los países más complejos del mundo para el cumplimiento corporativo son: Emiratos Árabes Unidos, Qatar, China, Argentina, Malasia, Líbano, Brasil, Vietnam, Polonia y Uruguay.