Ana Inés Zerbino, asesora en Economía del Partido Colorado
De la mano de la candidatura del también economista Ernesto Talvi, la directora de In Capital coquetea con liderar el Ministerio de Economía y Finanzas en caso de que el Partido Colorado sea el elegido por el pueblo en las próximas elecciones. En entrevista con CRÓNICAS, Zerbino hizo énfasis en que a raíz de los acuerdos que existen en el hoy, bloque opositor, “armar una coalición de gobierno va a ser muy sencillo” y destacó las principales medidas que planea el PC en materia económica, entre las que se encuentran, por ejemplo, reducir el gasto público, financiar las empresas públicas a través del mercado de capitales y crear un fondo de estabilización para establecer una política económica más anticíclica.
El Menú En la confortable cava de Panini´s, la asesora de Talvi degustó salmón acompañado por risotto de quinoa y vegetales baby. Para la sobremesa prefirió café.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran e Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
-Los candidatos coinciden en la necesidad de bajar el déficit fiscal. ¿Cómo lo haría el Partido Colorado?
-Sin duda que los niveles en los que estamos de casi 5% de déficit fiscal no son niveles que puedan ser sostenibles para el país, en la medida en que eso afecta muchas variables macroeconómicas, una de ellas es muy importante, que es la competitividad del país.
Nosotros creemos que es uno de los principales factores que está afectando el nivel de competitividad y por lo tanto el nivel de inversión, de empleo y la presión tributaria que se ha aumentado mucho para poder financiar el déficit.
Por lo tanto, creemos que no es posible seguir aumentando impuestos, el país ya está en niveles máximos. Por lo que apostamos a establecer un fuerte control sobre el gasto del gobierno y trabajar sobre los gastos, no sobre los ingresos y sobre el nivel de actividad también.
Para controlar el gasto tenemos medidas de largo plazo y de corto plazo.
Dentro de las de corto plazo planteamos la no renovación de parte de las vacantes que se dan en el Estado cada año por fallecimiento y por jubilación o por renuncia que son alrededor de 9000 jubilaciones y unos 21.000 contratos que se terminan cada año. Apostamos a no renovar alrededor de 9.000 vínculos por año en los que son los sectores que no consideramos prioritarios. Estamos dejando afuera los sectores de educación, salud, seguridad y justicia que son lo que entendemos no sería conveniente hacer un ajuste en la cantidad de funcionarios. Eso, al cabo de 5 años, son unos 45.000 puestos menos de funcionarios que nos ubicaría en los niveles de fines de 2005, que entendemos que ese es el nivel de dotación con el que el Estado uruguayo debería poder funcionar.
-¿Qué impacto tendría en las finanzas?
-Sería entre 180 y 200 millones de dólares al año incrementales, en el entorno de 800 millones al cabo de quinto año.
-¿Cuáles son las medidas a largo plazo?
-Tenemos dos propuestas que son a mediano y largo plazo. En primer lugar establecer una regla fiscal por ley, lo que se busca es establecer un objetivo de déficit fiscal estructural para darle más estabilidad con el objetivo de crear un fondo de estabilización que permita suavizar los ciclos económicos y así poder hacer una política fiscal más anticíclica y no tan procíclica como es hoy. Eso traducido quiere decir: poder ahorrar en momentos de bonanza y apelar a los ahorros cuando la situación es adversa para no tener que estar subiendo impuestos o bajando la inversión pública en momentos en que estamos con una menor recaudación por un momento más recesivo.
Es importante que el Estado defienda al trabajador en la fijación de los mínimos, pero los ajustes salariales deben estar más regulados por la productividad de las compañías.
Creemos que se le va a dar más profesionalismo al manejo de las cuentas públicas y es algo que varios países han implementado, incluso algunos de la región como Chile, Perú o Colombia.
Por otro lado, en materia de gasto público, proponemos cambiar la base de presupuestación y establecer un presupuesto con base cero, que no es incremental. Hacer una re-ingeniería profunda del proceso presupuestal para hacer realmente un presupuesto por actividades donde se establecen los objetivos, las necesidades y las metas que va a tener cada una de ellas y luego se hace una rendición de cuentas controlando qué se logró y ver si hay que hacer ajustes. México aplicó esta medida en el 2016 y logró un ahorro muy importante de 8 puntos del PIB en el gasto federal, creemos que acá no va a ser de tal magnitud pero sí se lograrían encontrar muchas ineficiencias y se llegaría a un mejor presupuesto.
Y, finalmente, está la despolitización en la gestión de las empresas públicas en la que los directores no van a ser cargos ocupados por políticos que no lograron acceder a una Diputación o al Senado, sino que vamos a poner personas profesionales para liderar las empresas públicas; creemos que es algo en lo que el Estado uruguayo ha quedado bastante rezagado.
Dentro de las empresas públicas es muy importante el tema de las tarifas. Hay una transformación muy grande en la gestión de las empresas públicas que se debe reflejar en las tarifas. Se apunta a que sean tarifas fijadas por las unidades reguladoras en función de los precios de paridad de importación, o a partir de los costos de producción de las empresas; que no sean más utilizadas con fines fiscales o políticos.
-¿Cree que podrían bajar las tarifas?
-Nuestra propuesta es, mejorando la eficiencia de las empresas públicas, establecer cuál es el precio que deberían tener las tarifas y tender a ese precio lo antes que se pueda. Todo hace pensar que tienen espacio para pensar.
-En Twitter compartió un mensaje que se refería a mejorar la capacitación en el Parlamento. ¿Cómo ve el nivel del Parlamento?
-Eso está inspirado en la realidad de otros países, en los que se les da una capacitación a los parlamentarios en temas básicos como derecho, economía o administración. No digo que sea un requisito para ser parlamentario sino después de ser electo. Creo que estaría muy bueno ofrecer esa capacitación a quien entienda que tiene la necesidad.
-Talvi se denomina como liberal batllista, ¿cómo se conjugan esos dos conceptos que, a priori, parecen contrapuestos? ¿Cómo se llevan en el plano económico, se deja al mercado resolver los ajustes o interviene el Estado?
-Yo no creo que ser liberal y ser batllista sean contrapuestos, son matices. La contraposición aparece cuando uno se va a los extremos.
Esa es nuestra filosofía pero considerando las falencias que tiene el libre mercado cuando opera sin controles y sin atender los malos funcionamientos que el Estado a veces tiene. No es ser un promercado a ultranza. Nosotros no somos ultraliberales, se confunde ser ultraliberal con ser liberal desde el punto de vista del mercado.
El mercado somos las personas interactuando, si uno no cree en el mercado no cree que un empresario pueda negociar libremente con sus proveedores y eso no lo va a discutir nadie. Reconocemos que el mercado tiene fallas, a veces hay asimetrías de información, hay monopolios naturales que en algunos sectores del Uruguay son una tendencia. No es contrapuesto el Estado batllista porque puede atender esas fallas del mercado a través de unidades reguladores y del control de concentración de la competencia.
Después hay otros servicios en los que el mercado no participa y es donde tiene que estar el Estado para proveer bienes públicos como la educación, la seguridad y la salud, y para atender a aquellas personas que tienen menores posibilidades para desarrollarse porque nosotros buscamos que las personas se desarrollen.
Zerbino sobre las empresas públicas: “Sería bueno que se financien, en parte, con emisión de deudas en el mercado de capitales”
-Consultado acerca de las propuestas económicas de las demás candidaturas, el asesor del Frente Amplio, Pablo Ferreri, señaló a CRÓNICAS: “Zerbino habló de que la mano del mercado resolvía todos los problemas. Yo creo que el motor de la economía es el sector privado, pero tiene que ser con orientaciones de políticas públicas, porque dejar todo librado al mercado tiene resultados muy malos para los más desprotegidos”. ¿Qué opina?
-Es totalmente falso lo que dice que yo dije. No leyó bien la entrevista porque yo dije lo que él está diciendo.
–¿Tuvo la posibilidad de ver los planes de los equipos económicos de Daniel Martínez y de Lacalle Pou?
-De Daniel Martínez todavía no he visto mucho de lo que son sus planes, sí he visto, por ejemplo, que el vocero en economía Juan Voelker ha dicho que entienden que no hay que trabajar sobre el gasto del sector público, que ahí no hay margen para ajustar y que solo van a resolver el déficit fiscal con crecimiento económico; yo creo que ese es un error muy importante. Ahí sí nos puede pasar lo que le pasó a Argentina, creer que con crecimiento y con la inversión que iba a venir de afuera iban a poder lograr equilibrar las cuentas públicas. Nosotros creemos que eso no es posible y nos parece un camino muy riesgoso.
Dentro del programa del FA hay temas que no compartimos en materia económica como un aumento de los impuestos, ellos proponen con respecto al Impuesto al Patrimonio, el impuesto al capital. Nosotros no lo compartimos porque entendemos que la presión tributaria es ya muy alta y no podemos pedirle más a las familias ni a las empresas. Además, si se aumentan los impuestos al capital, los capitales se van porque son muy móviles. Hay que darle incentivos a la inversión para que se radique y aumente en el Uruguay.
A su vez, de acuerdo a lo que es el funcionamiento de los Consejos de Salarios hoy, hay mucha rigidez con respecto a la fijación de los salarios y de los ajustes, que hace que nos preocupemos mucho por el nivel de salario y nos olvidemos del empleo. Por algún lado se termina ajustando, si no se hace por precio, se hace por cantidad.No veo que ellos (por el Frente Amplio) estén preocupados por mejorar la competitividad del país a través de la baja fuerte del déficit fiscal.
Es algo que la OIT nos está marcando y el gobierno tiene que dar respuesta y dejar más librado a la negociación colectiva bipartita y no tripartita en lo que es la fijación de los ajustes salariales, no en los mínimos porque el Estado debe asegurar un nivel mínimo por debajo del cual nadie debería contratar a una persona. Es importante que el Estado defienda al trabajador en la fijación de los mínimos, pero los ajustes salariales deben estar más regulados por la productividad de las compañías, por la evolución de la economía y, si en algún momento hay que ajustar, se debería poder hacer.
-¿Y las ocupaciones?
-Creemos que viola el derecho de los trabajadores que no están agremiados y el derecho a la propiedad del empresario. Una de las primeras medidas en el gobierno sería derogar el decreto que interpreta la ocupación como extensión del derecho de huelga.
-¿Qué piensa con respecto a las propuestas planteadas por el Partido Nacional?
-Tenemos al candidato del Partido Nacional repartiendo el programa de gobierno con el compendio que ha hecho con los otros partidos de la oposición; hay muchas coincidencias con el Partido Nacional, por lo tanto armar una coalición de gobierno es algo que va a ser muy sencillo y también lo será con el Partido Independiente.
Empresas, públicas y en el mercado
-En referencia a la gestión de las empresas públicas, Zerbino hizo énfasis en la importancia de trabajar para que las empresas públicas “se financien con emisión de deudas en el mercado de capitales”. Y argumentó: “Eso ayuda en el contralor en la medida en que al tener que emitir tendrían una calificación de riesgo”. En este sentido, resaltó que “sería muy bueno que una importante parte de su financiamiento no sea a través de bancos u organismos como es hoy sino a través del mercado de capitales”.
Plan creíble
-Hay que tomar medidas para controlar el déficit porque se pondría en riesgo la calificación de deuda soberana del país y cuando se baja la calificación de deuda es cuando se corre el riesgo de perder el crédito y el FMI aparece cuando la República pierde el crédito.
Nosotros creemos lo mismo que han dicho las calificadoras en la medida en que se presente un plan de gobierno que sea creíble, donde se muestre que se van a atacar las reformas estructurales que corresponden para bajar el déficit y los desequilibrios, creemos que se va a poder lograr. Nosotros creemos que tenemos una propuesta creíble que las calificadoras van a ver con buenos ojos y el mercado también. No sé si el partido de gobierno lo tiene.
Una relación a largo plazo
-En relación con UPM, Zerbino señaló que por la magnitud de la inversión y lo que compromete a largo plazo, las negociaciones deberían haberse hecho “en acuerdo con los otros partidos en forma más transparente”. La asesora de Talvi señaló que los beneficios que se le dieron a UPM conforman “un checklist de todo lo que hay que tener para hacer una inversión en el país”, en relación a las mejoras en las relaciones laborales, infraestructura y exoneraciones impositivas, entre otras; “es una radiografía de todo lo que carezco”, apuntó. Finalmente remarcó que las inversiones son “siempre bienvenidas”, aunque hizo la salvedad de que se debe controlar el aspecto ambiental.