El tratado de libre comercio firmado por 15 países de Asia-Pacífico y que China lidera, podría implicar una mayor desventaja para Uruguay en relación con los países miembros para exportarle al gigante asiático, su principal socio comercial. Por eso, el acuerdo obliga a Uruguay a acelerar las negociaciones con dicha región, según consideró el analista internacional Ignacio Bartesaghi. Sin embargo, también podría significar una oportunidad, ya que China podría “traccionar para la inclusión de los bienes uruguayos” en esa región, según analizó Pablo Moya, economista de Oikos.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El mayor tratado de libre comercio del mundo fue firmado el pasado sábado 14 de noviembre en una cumbre virtual, instancia en la que se creó la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). La misma está conformada por 15 países de Asia-Pacífico, y China es el principal nombre de la lista.
Los miembros del pacto son los 10 que conforman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean, en inglés), y lo que se conoce como la “Asean más Tres” y “Asean más Seis”. En el conjunto original se sitúan Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam; mientras que la primera agregación está compuesta por China, Corea del Sur y Japón; y la segunda, por Australia, India (que formó parte de las negociaciones pero se hizo a un lado, aunque tiene la opción de reintegrarse al acuerdo ya firmado) y Nueva Zelanda.
Así, el tratado es clave, ya que busca eliminar los aranceles y cuotas entre los países en un 65% de los productos y servicios comercializados. Además, se enfoca en otras barreras al libre comercio, ya que aborda temas como la economía digital, la propiedad intelectual y disputas comerciales, aunque deja de lado la regulación sobre derechos laborales e impacto medioambiental.
Según estimaciones, el PIB combinado de los países firmantes del pacto alcanza unos US$ 26,2 billones -alrededor del 30% del PIB global-, mientras que el acuerdo en sí representa una cuarta parte del comercio mundial.
De esta manera, diversos expertos explicaron la relevancia de este flamante tratado en diálogo con CRÓNICAS, así como también su posible impacto a Uruguay.
Desde Asia
A entender de la Secretaria Ejecutiva de la Unión de Exportadores (UEU), Teresa Aishemberg, “es importante” lo que China hizo con este acuerdo; es decir, “asegurarse de las cadenas de valor de cercanía dentro de los socios estratégicos que tiene en la zona”.
Por su parte, el analista internacional Ignacio Bartesaghi profundizó que este acercamiento de la potencia asiática con Japón y Corea “tiene un impacto sistémico” y significa así un “gran hito”. A esto se le suma, continuó el experto, que no solo se profundizan las preferencias ya existentes entre los países al conformar este “megabloque”, sino que el acuerdo de por sí es relevante. “En este momento de debilidad multilateral en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en un momento de pandemia donde estaban cuestionadas todas las cadenas globales de valor, que se dé este paso es una bocanada de aire, un respiro al multilateralismo. Deja en claro que los megabloques todavía siguen existiendo y que todavía hay espacio para generar nuevos bloques comerciales”, afirmó el especialista en relaciones internacionales.
Hacia Asia
En este contexto, Bartesaghi recordó que en Uruguay se sostenía la creencia que “los acuerdos comerciales y los megabloques no se estaban firmando”. El RCEP, justamente, le confirma al país lo contrario, que este tipo de alianzas siguen firmándose, “que los países se siguen integrando”, aseveró el analista.
No obstante, el golpe más duro para Uruguay se da por el lado del acceso al mercado. Según coincidieron los entrevistados, “la conformación de esta zona de libre comercio va a hacer más perjudicial el ingreso de productos” de países que no formen parte de ella. “Es decir, si Uruguay le va a querer vender a estas naciones, está en desventaja frente a los países miembros de la zona”, explicó Pablo Moya, economista de la consultora Oikos.
Cabe recordar que China es, desde hace casi una década, el principal socio comercial y destino de las exportaciones uruguayas.
Al respecto, Aishemberg comentó que, para evaluar el posible impacto que el RCEP le significa a Uruguay, primero se debe observar qué elaboran los países miembros que comercializan con aranceles bajos hacia China, y si esos productos “sustituyen lo que producimos por esta región”.
Por su parte, Bartesaghi señaló que la firma del RCEP le obliga al país a acelerar las negociaciones con Corea del Sur en el marco del Mercosur. Además, le exige a Uruguay -en solitario o en bloque- intentar de una vez discutir que tiene que cerrar un acuerdo con China. “El RCEP nos apura aún más de lo que ya tendríamos que estar. Nos somete cada vez más a las tensiones de que todo el mundo consigue beneficios y ventajas, sacándonos terreno”, advirtió.
Sin embargo, no todo son alarmas. Para Moya, el acuerdo de Asia Pacífico podría significar una oportunidad para Uruguay, en tanto que China “podría ayudar” a que los productos del pequeño país ingresen en dicha región. “Dado que es el principal socio comercial, si se lo pone como un aliado, podría traccionar para la inclusión de los bienes uruguayos”, opinó el economista.