Ministro de Ambiente
El Ministerio de Ambiente (MA) tiene un papel fundamental en la generación de políticas que garanticen la calidad y el acceso al agua potable a la población. En ese sentido, camina hacia una mayor eficiencia en el control de las actividades y su impacto en la calidad de las aguas. Los desafíos que tiene el organismo en la materia son diversos, pero el foco está puesto en llegar a todos los uruguayos con este vital recurso de manera segura.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-¿Qué rol cumple el MA en la gestión del agua?
-Este Ministerio tiene varias áreas que, en realidad, abordan temáticas que se interconectan. Si hablamos del agua, sabemos que hablamos de un recurso que es esencial para la vida humana, para todas las especies que habitan nuestros ecosistemas y, en definitiva, para el desarrollo. No en vano es un derecho humano consagrado en nuestra Constitución y es parte de la Agenda 2030.
En este marco, el Ministerio tiene que generar políticas que garanticen la calidad y el acceso al agua potable a toda la población. Además, tiene que velar por los aspectos vinculados con la cantidad de agua. Ya sabemos que los eventos extremos, como inundaciones y sequías, tienen un impacto muy fuerte en las poblaciones, y esto se acentúa cada vez más debido al cambio climático y el uso intensivo del suelo.
-¿Cuál es el marco de acción que tiene la cartera?
-Nuestro país cuenta con un Plan Nacional de Aguas que integra una mirada a largo plazo y que tiene, a su vez, 10 programas que son estratégicos. Esto es lo que nos da el marco de acción. Es importante aclarar que se parte de una visión de gestión integrada de los recursos hídricos. Obviamente, dentro de este contexto, el Ministerio define y propone proyectos que son prioritarios para cumplir con los objetivos y responsabilidades que tiene la cartera.
-¿Qué se ha hecho hasta el momento en la materia y qué planes se manejan para más adelante?
-El MA recibió las competencias que corresponden a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y a la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua), y las competencias en materia ambiental, de desarrollo sostenible, cambio climático, preservación, conservación y uso de los recursos naturales y ordenamiento ambiental, que tenía el antiguo Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma). Es decir, nosotros no empezamos de cero en estos temas, sino que ya existe una trayectoria de trabajo.
Obviamente, la creación de este Ministerio es una forma de jerarquizar los temas ambientales, que es algo que para este gobierno es prioritario. Nuestro país ha asumido un fuerte compromiso con el desarrollo sostenible y tenemos que trabajar en esa línea para cumplir con las metas establecidas.
Además, es necesario atender asuntos que cada vez tienen un impacto más fuerte en las personas. Mencionaba el tema de las inundaciones, las sequías, el acceso al agua. Hoy sabemos que aquella idea que teníamos los uruguayos de que el agua iba a ser siempre un recurso disponible con tan solo abrir la canilla no es así.
-¿Qué lineamientos se plantean a ese respecto desde el MA?
-Por ese motivo es que estamos impulsando el proyecto Neptuno, que consideramos que es una opción viable y que daría una solución al tema del acceso al agua en Montevideo, Canelones y la zona metropolitana. Se trata de una alternativa para no seguir dependiendo solo de la Cuenca del Río Santa Lucía para el abastecimiento de esta población. Además, seguimos trabajando para que el 100% de la gente tenga acceso al agua potable.
Venimos desarrollando acciones bajo un paraguas que llamamos “Santa Lucía, Cuenca Sostenible”, que incluyen abordajes en dicha cuenca en términos de gestión y monitoreo de la calidad y cantidad de agua, restauración del ecosistema, iniciativas de producción sostenible, acciones de adaptación y mitigación al cambio climático, entre otras.
Estamos desarrollando también una serie de proyectos que cuentan con financiamiento internacional, por ejemplo, el proyecto “Adaptación en Acción-Cuenca Santa Lucía”, con financiamiento de EUROCLIMA+, con el objetivo de incorporar nueva tecnología para el monitoreo, generación de modelos y gestión integral del agua en esa cuenca.
-¿Cuáles son las claves para una gestión adecuada del agua?
-Para gestionar adecuadamente tenemos que conocer el estado de nuestras aguas, tenemos que monitorear y medir. En el camino de avanzar hacia un Uruguay sostenible podemos contar hoy que con la puesta en funcionamiento del Plan para la Implementación del Sistema de Monitoreo Continuo en Efluentes, el MA recibe en tiempo real mediciones de distintos parámetros en los vertidos provenientes de 54 empresas, lo que representa un monitoreo directo de cerca del 80% del total de vertidos autorizados en el país.
Esto permite contar con información prácticamente instantánea, generar alertas cuando sea necesario y corregir lo que haya que corregir rápidamente. De esta manera vamos en el camino de una mayor eficacia y eficiencia en el control de las actividades y su impacto en la calidad de las aguas.
-¿Cuáles son los principales desafíos a futuro en ese sentido para el organismo?
-Hay que tener en cuenta que este es un Ministerio nuevo. La conformación y estructuración misma de la cartera ha sido un desafío grande que asumimos con mucho gusto. Afortunadamente, creo que hemos logrado posicionarnos en poco tiempo y avanzar en varias líneas que para nosotros son prioritarias.
Yo creo que los desafíos son, justamente, avanzar con lo planteado en el Plan Nacional de Aguas, terminar de elaborar los planes de cuenca, ejecutar los proyectos –los que comenzaron recientemente y los que están por comenzar– y continuar en la línea de la gestión integrada de los recursos hídricos.
Creo que es muy destacable la concepción que existe en nuestro país sobre la gobernanza del agua. Fortalecer las comisiones de cuenca, por ejemplo, es algo sobre lo que queremos seguir avanzando.
Obviamente, el tema del acceso al agua potable y el saneamiento es fundamental. Tenemos que asegurarnos de que toda la población acceda efectivamente al agua de forma segura.
-Uruguay se encuentra a la vanguardia con respecto a la región en el acceso al agua potable, pero ¿qué falta por hacer?
-Es cierto, Uruguay está muy bien posicionado en este aspecto. El 94,6% de la población de nuestro país dispone de servicios de suministro de agua potable gestionados de manera segura, pero necesitamos llegar al 100%, esa es nuestra meta.
El desafío en este sentido se encuentra con la población rural dispersa. Estamos trabajando en un proyecto junto al PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) para caracterizar sociodemográficamente a las personas que no tienen acceso al agua potable, de modo de poder mejorar el diseño de la política pública.
También estamos trabajando con ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) para mejorar la situación de las escuelas rurales que tienen problemas, ya sea de cantidad o de calidad del agua.
Por otro lado, nos estamos embarcando en un proyecto de experiencias comparativas con México, porque nos interesa conocer lo que han desarrollado en relación a la gobernanza comunitaria del agua potable. Pensamos que su experiencia puede ser una referencia interesante para abordar el tema acá con la población rural.
