Las Academias Nacionales de Ciencias, Economía, Ingeniería y Medicina participaron de un encuentro para dialogar sobre diseño de políticas públicas a futuro con enfoque en el agua, por parte de cada una de las disciplinas. Para la Academia Nacional de Economía (Acadeco) una de las mejores maneras para abordar la problemática es al igual que en materia forestal.
Desde el punto de vista de la Limnología, el doctor Luis Aubriot expuso las funciones principales del Río Santa Lucía e hizo énfasis en el escenario actual de la Planta Potabilizadora de Aguas Corrientes de OSE, sobre la que indicó que se pierde casi la mitad del agua que se potabiliza en la zona metropolitana. En ese sentido, el proyecto Arazatí propone abastecer el 23% del total de agua entre 60 y 80 días.
Por otra parte, el ingeniero Carlos Amorín desarrolló la problemática del agua para la ingeniería y dijo que la crisis “es un cambio de paradigma”. También realizó una importante distinción entre agua ambiente y agua potable; y realizó un resumen de la evolución de las políticas públicas en materia de agua en Uruguay. Amorín sostuvo que la gran parte de estos proyectos deberían haber sido pensados a finales del siglo pasado. Uno de los cambios más importantes con respecto al agua fue la creación del Código de Aguas, que trajo tres novedades claves: toda el agua es pública, definió quién será el administrador de agua y prohibió la contaminación del agua.
Oscar Noboa fue el encargado de presentar por la Academia Nacional de Medicina y dijo que desde la nefrología se está acudiendo a la hemodiafiltración en línea para pacientes que realizan diálisis. Tanto los pacientes con problemas renales como hipertensos, embarazadas e insuficiencia cardíaca, conforman parte de los grupos de riesgo ante la crisis hídrica.
Problemática para Acadeco
Por su parte, la Academia Nacional de Economía estuvo representada por el ingeniero Luis Romero, quien explicó las diferencias entre inversiones llevadas a cabo con buena calidad y cantidad y aquellas que son malas. El profesional también realizó una comparación entre Uruguay e Israel, ya que es un país con casi el triple de población que Uruguay y sus lluvias son tres veces menores.
La estrategia israelita respecto al agua se basa en cuatro pilares: reducción de su consumo, reutilización de la misma, aumento de agua producida y el valor real del agua. Además, dejaron de depender del agua de la lluvia para su agricultura y el agua suministrada en los hogares proviene de plantas de desalinización.
En Uruguay, la idea a futuro es calcular la rentabilidad social y la capacidad de repago. Romero recalcó que lo que debería procurar el país es continuar el abordaje en materia forestal mediante un plan a 30 años, la Ley de Administración de Agua a nivel nacional y el proyecto internacional de financiamiento con el Banco Mundial.