La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) convoca a empresas que se dediquen a la investigación y desarrollo a postularse con sus proyectos para acceder a créditos fiscales que serán emitidos por la Dirección General Impositiva (DGI). En diálogo con CRÓNICAS, Flavio Caiafa, presidente de la agencia, comentó sobre los fondos no reembolsables con los que trabaja la ANII y las nuevas perspectivas para 2022 y 2023.
“Las empresas deben realizar investigación y desarrollo y presentar proyectos nuevos pues está pensado para empresas que regularmente se dedican a actividades de innovación y desarrollo”, resaltó Caiafa. Las organizaciones pueden postular por hasta 9.000 Unidades Indexadas (UI) y el monto global a ser otorgado en crédito fiscal este año será de $140 millones. Los límites de créditos para 2020 y 2021 han sido de $132 millones para cada año.
El procedimiento para aprobar los créditos fiscales es muy parecido a todos los procesos de selección de proyectos de la ANII, destacó Caiafa.
La empresa debe contactar con la ANII a través de la página web, consultar los instructivos y bases para presentar el proyecto y exhibirlo con la descripción del proceso, los gastos y la valoración del monto de crédito a solicitar.
En caso que la empresa se presente sola, el crédito fiscal a asignar es de un 35% de sus gastos, y si se presenta junto a un centro tecnológico, instituto de investigación, o universidad que sea parte de la investigación, será del 45%.
El lineamiento de asignación superior de crédito fiscal se vincula con las directrices de la agencia de acercar a todas las personas y organizaciones del Uruguay relacionadas a la investigación y desarrollo, entre ellas científicos, universidades, centros tecnológicos y empresas del sector productivo, con el fin que la academia ayude a las empresas a resolver sus problemas.
Al mismo tiempo, la agencia cuenta con los fondos de investigación aplicada, denominados María Viñas, en el que los investigadores que presenten un socio del sector productivo adquieren un beneficio adicional. En caso que el socio aporte al menos un 20% del monto del proyecto, la agencia iguala el monto de hasta un máximo de $240.000.
Por otro lado, la ANII también brinda apoyos en el marco de articulación académica y sector productivo. Pueden postular las empresas que necesitan resolver un problema y que recurran a un centro tecnológico o a una universidad. Este tipo de subsidio es financiado hasta un 70% del costo total y con un aporte máximo de $5 millones.
Tanto los fondos no reembolsables como los créditos fiscales cuentan con seguimiento. Para los casos de fondos no reembolsables y subsidios se verifica el cumplimiento de hitos de los proyectos, así como las comprobaciones correspondientes a rendición de cuenta de los gastos efectuados para posibilitar la ampliación del financiamiento.
En cuanto a créditos fiscales, de igual manera se verifica y se extiende una carta desde la ANII a la DGI en la cual se expone el cumplimiento de las condiciones y el monto del crédito ofrecido.
“Todos estos proyectos tienen un componente de riesgo y de incertidumbre grande, y si el proyecto no llega al objetivo planteado por el beneficiario no se lo penaliza. Si eso se observa a tiempo se trata de apoyar y de buscar otras alternativas, que perfile su investigación o línea de trabajo”, reflexionó Caiafa.
Nuevos resultados
Desde 2020 la agencia comenzó a efectuar cambios con motivo de mejorar el registro de resultados obtenidos. En su nueva base de datos registra patentes, desarrollos tecnológicos, convenios, capacitaciones, ventas de las empresas -exportaciones- y empleo -según el género-.
Según Caiafa, hay ciertas áreas priorizadas por el Pencti, pero son muy abarcativas. El Plan Estratégico en Ciencia y Tecnología (Pencti) prioriza las áreas tecnológicas intensivas en conocimiento como TIC, biotecnología y otras tecnologías emergentes como la nanotecnología.
Desde esa óptica, desde la agencia se observa que Uruguay se destaca en las áreas TIC, ciencia de la vida, medicina, agro e inteligencia artificial.
Las dos áreas destacadas son TIC, por su aplicación a todas las industrias de manera transversal, y agro, que se desarrolla para mejorar la producción tanto de animales como de cultivo con motivo de su exportación.
Techo de cristal
Caiafa entiende que hay sesgos de géneros muy marcados pero depende de las áreas científicas.
“El tema de las mujeres en la ciencia hay que atacar desde mucho antes. De igual manera, el tema género lo vamos a estar monitoreando más de cerca y en base a eso tomaremos medidas para que las mujeres participen en todos los niveles de la ciencia”, sostuvo Caiafa.
En ese sentido, si consideran que dos proyectos mantienen una igualdad en la calidad y uno de ellos mantiene un número mayor de mujeres en las áreas de responsabilidad académica o de investigación, los evaluadores favorecerán a esos por encima de los otros.
Por otro lado, a partir de 2023 va a estar en funcionamiento la tercera fase de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que financia parte de la operativa de ANII y que como condición sumó la perspectiva de género como uno de los temas transversales a desarrollar.
