De acuerdo con el experto en ciencias políticas y relaciones internacionales, Nicolás Albertoni, el boom económico de Estados Unidos será “una de las mayores banderas” de Trump en la búsqueda de la reelección. Por otro lado, “todo puede suceder” en cuanto a la colusión con el gobierno ruso de las elecciones pasadas.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El actual presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, inauguró el pasado martes 18 su candidatura para su campaña de reelección. Su objetivo: alcanzar un segundo mandato en el sufragio de noviembre del año próximo, luego de vencer a Hillary Clinton en 2016, en una campaña que se investiga ha sido interferida por oficiales rusos.
En Orlando, Florida, Trump recibió a alrededor de 20.000 personas en su acto de lanzamiento.
Nicolás Albertoni es uno de los investigadores sobre Política Exterior en el laboratorio de seguridad y economía política de la Universidad del Sur de California donde realiza un doctorado en ciencias políticas y relaciones internacionales. En diálogo con CRÓNICAS, el experto se refirió a la candidatura de Trump 2020, y afirmó que el año electoral de EE.UU. será “clave” para “entender las nuevas dinámicas de la política internacional”.
– ¿Qué análisis hace respecto al lanzamiento de campaña?
– Será una elección atípica. Mientras en el Partido Demócrata existen hoy 21 precandidatos, en el Partido Republicano será una elección interna altamente concentrada en Trump con un único competidor hasta el momento -Bill Weld, ex gobernador de Massachusetts-.
El lanzamiento de Trump en Florida a casi 480 días de la elección y con una interna republicana bastante magra parece querer mostrar solidez y consolidación, mientras el Partido Demócrata se debate entre 21 candidatos. Entre ellos están nada menos que Joe Biden (vicepresidente de Obama), el senador de Vermont, Bernie Sanders, y la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren; tres pesos pesados del partido. Seguramente entre ellos tres esté gran parte del debate que se dará a la interna de ese partido.
Asimismo, la baja competencia inicial del partido republicano podría costarle caro a Trump en el mediano plazo. No le será fácil mantener un mismo tono de campaña, sin competencia partidaria, por mucho tiempo.
– Varios medios estadounidenses destacan, y él mismo también, el boom económico del país bajo su mandato. ¿Cómo influye en su próxima campaña?
– Sin dudas esta será una de las mayores banderas de Trump, y costará mucho a sus contrincantes refutar los datos objetivos. Basta con ver la tasa de desempleo, que está hoy en uno de sus mejores momentos desde la década del ‘60. En abril de 2019 alcanzó un 3,6%. Desde diciembre de 1969 EE.UU. no tenía una tasa tan baja como esta. Será difícil imaginar que, con los datos actuales de la economía, Trump no apunte en su próxima elección a los “votantes de bolsillo” para mantener y captar nuevo electorado. Es decir, a aquellos votantes de baja inclinación partidaria pero fuertemente marcados en ver cómo mejoró su situación económica personal para definir el voto.
En tanto, el desafío principal de quien sea el candidato demócrata estará en mostrar que algunos de los logros del gobierno de Trump pueden haber tenido su origen en reformas durante el gobierno de Obama.
– Desde que Trump asumió, se habla de “colusión” con Rusia en su campaña de 2016. ¿Podría repetirse en su segunda campaña?
– La verdad que hoy aquí todo puede suceder. De cualquier manera, la influencia de Rusia en las elecciones, si bien es de particular preocupación en este país, es un inmenso desafío para enfrentar en muchos países del mundo. Porque más allá de las colusiones que puedan existir, el gran problema es la debilitación de la confianza hacia los sistemas democráticos. Es muy incipiente este tema, pero sin suda debe ser atacado porque sus efectos en el largo plazo pueden ser letales para el sistema democrático en sí.
– Por último, ¿cree que es posible que gane y haya un segundo mandato? ¿Qué se podría esperar si esto llegara a suceder?
– Nuevamente, esto dependerá en gran medida de quién sea el candidato demócrata.
El conflicto con Oriente
– ¿Puede Trump ir a guerra con Irán?
– Es difícil imaginar que se llegue a ese punto. Más cuando la relación con los aliados históricos -Europa, por ejemplo- está muy debilitada.
Seguramente, Trump seguirá poniendo estos temas sobre la mesa, pero en gran medida para diversificar la atención y que la campaña demócrata no se base únicamente en críticas hacia él concretamente. Diversificar las batallas políticas -contrario a lo que uno pensaría- parece estar dándole resultado interno a Trump. Los frentes que tiene por delante son tantos que los demócratas muchas veces no saben cuál tomar para focalizar su estrategia.
