El director del Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD), Héctor Suárez, en conversación con CRÓNICAS, indicó que Uruguay no es ajeno a la tendencia mundial relacionada al aumento en la utilización de drogas de síntesis, e indicó que llama la atención las adulteraciones “potencialmente peligrosas” de las mismas. Al mismo tiempo, un estudio indica que el 3,1% de los uruguayos declaró haber consumido alucinógenos, mientras que el 2,1% probó alguna droga sintética del tipo ETA. La cifra crece desde el año 2001.
Por Anahí Acevedo @PapovAnahi
En el ámbito del evento “Drogas de síntesis: nuevos desafíos para la investigación y estrategias de intervención” realizado en la Torre Ejecutiva por la Junta Nacional de Drogas (JND) y la Universidad de la República (UdelaR) se presentó el libro “Viajes sintéticos: estudios sobre uso de drogas de síntesis en el Uruguay contemporáneo”.
La ocasión contó con la presencia del director del Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD), Héctor Suárez, la subsecretaria del Ministerio de Salud Pública (MSP), Cristina Lustemberg, el secretario general de JND, Diego Olivera, entre otros actores que valoraron la importancia de la nueva obra debido a que en Uruguay poco se conoce sobre los usos y prácticas de consumo de las drogas emergentes, tales como las sintéticas.
Este informe revela que el consumo de dichas sustancias tales como la ketamina, el éxtasis y el LSD sintético son “potencialmente riesgosas” debido a sus características y al desconocimiento de su verdadera composición.
A la vez, destaca que un estudio realizado por el OUD en 2014 da en cuenta que el 3,1% de los uruguayos -aproximadamente 53.000 personas- declaró haber consumido alucinógenos y que el 2% ha probado alguna vez en su vida alguna droga sintética del tipo ETA (estimulantes de tipo anfetamino). De igual forma muestra que el 0,6% de la población ha consumido ketamina alguna vez en su vida.
El documento advierte que el consumo de este tipo de drogas ha tenido un crecimiento desde el año 2001 y que el perfil predominante es de jóvenes – teniendo su inicio a los 21 años – , siendo en su mayoría personas masculinas residentes en Montevideo y que poseen una conducta de policonsumo.
Acerca de los psicofármacos los usuarios poseen un consumo “sensiblemente mayor a los valores promedios de la población” en el caso de tranquilizantes y antidepresivos. Por otra parte, desde el punto de vista socioeconómico, el 93% de los usuarios de estas drogas pertenece a los segmentos medios y altos de la sociedad.
Al mismo tiempo, los resultados del “Primer estudio sobre consumo de drogas en estudiantes universitarios” realizados por el OUD y el Observatorio Interamericano de Drogas en 2014 señala que el LSD es la tercera droga de mayor consumo, excluyendo el alcohol, el tabaco y los medicamentos.
Adulteraciones e ignorancia
En conversación con CRÓNICAS, Suárez remarcó la importancia de contar con conocimientos sobre este tipo de drogas y aseveró que hay una tendencia mundial a su crecimiento y utilización. Añadió que hay una incorporación mayor de jóvenes en el tipo de consumo experimental, lo que los impulsó a realizar este estudio de forma multidisciplinaria.
“Ya no son fiestas de 200 o 300 personas, sino de miles, y esto multiplica los riesgos puesto que una de las cosas que encontramos fueron los riesgos de adulteración y del manejo de las dosis en este tipo de sustancias”, declaró.
El director del OUD dijo que en el relevamiento realizado llama la atención las adulteraciones “potencialmente peligrosas” en drogas como LSD y cocaína, entre otras. Advirtió, de igual modo, el desconocimiento de la población respecto a sus riesgos. “Las drogas sintéticas son las que tienen menor conocimiento de sus riesgos, y esto es de doble entrada porque puede inhibir el consumo o provocar el mismo por ignorancia del peligro”, agregó.
Asimismo, subrayó que trabajan tanto en la investigación como en la participación activa de eventos donde las drogas sintéticas tienen una mayor presencia. De esta forma, aplican una vigilancia sobre el control de las sustancias que hay en el mercado, ya sea a través del Instituto Médico Forense, el Polo Tecnológico de Pando y la Policía Técnica cuando hay incautaciones.
En caso de que se detecte una adulteración peligrosa el protocolo es informar a la población. Respecto a las fiestas electrónicas intentan minimizar los riesgos del consumo de estas sustancias.
Sistema de alerta temprana
Suárez dialogó sobre el Sistema de Alerta temprana, creado en 2014 con el objetivo de ejercer una vigilancia activa y en tiempo real de los fenómenos vinculados con drogas. “Es un conjunto de actores de instituciones vinculadas a través de una red donde permanentemente notificamos los casos atípicos que puedan corresponder, tales como de incautaciones o eventos, que potencialmente indiquen una luz roja en alguna situación”, explicó.
Añadió que a través de análisis químicos se vislumbran las consecuencias que podría tener el uso del producto y evalúan si el mismo fue ingresado desde el exterior del país. A través de esto advierten a los centros de salud sobre cómo debe ser tratada una persona en caso de que deba ser hospitalizada por el uso de estas drogas. Suárez evaluó este sistema como “muy bueno”, puesto que funciona de forma proactiva con todos sus actores y a una velocidad “bastante buena”.
Por otra parte, y consultado sobre la pronta incorporación de la venta de marihuana a través de farmacias, el director del OUD dijo que monitorearán y evaluarán la evolución de la ley a través de los mismos estudios que han establecido “desde antes”, por lo que continuarán con la línea de base.
Políticas públicas
Por su parte, Lustemberg indicó la necesidad de estos estudios basados en evidencia para poder llevar a cabo políticas públicas. Agregó que la misión de MSP es trabajar la problemática vinculadas a las drogas desde la mirada de los derechos humanos y sin generar más estigmas. Asimismo, dijo que los jóvenes deben estar informados sobre esta temática para poder tomar decisiones con autonomía, y que el compromiso del MSP es continuar ocupándose del tema.
Al mismo tiempo, Olivera dijo que debido a que el consumo de drogas de síntesis es “relativamente nuevo” es necesaria la reivindicación de conocimientos. Además, expresó que Uruguay no es ajeno al panorama mundial debido a la aparición de compuestos químicos involucrados en las nuevas síntesis.
Olivera reconoció el “trabajo sostenido” de la política pública de drogas, la cual ha tenido “insumos y desarrollos bien importantes desde la diversidad de miradas” y mencionó que el OUD es “motivo de orgullo para el país”.