En el contexto actual de agitación geopolítica a nivel global, y en un año característico por su cantidad de elecciones presidenciales, es complejo visualizar el futuro de los principales acuerdos comerciales en los que Uruguay se encuentra en stand by. CRÓNICAS conversó con el ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, y el consultor internacional Gonzalo Oleggini, quienes coincidieron en que la adhesión al Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) fue un importante paso hacia el Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (Cptpp), pero aún resta sortear obstáculos como los candidatos con prioridad y la competencia comercial con Australia.
El principal objetivo de adherir al PCT, según explicó el propio canciller Omar Paganini en repetidas ocasiones, fue “un esfuerzo de marketing nacional” para mejorar la posición de Uruguay de cara al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (Cptpp), que exige el PCT como requisito clave para facilitar el patentamiento internacional y simultáneo de las invenciones. Este paso enfrentó una resistencia histórica, pero el 12 de junio de este año, después de 30 años de intentos fallidos, el Senado ratificó su adhesión por unanimidad. La solicitud de ingreso para el Cptpp, que permitiría a Uruguay acceder a un tratado de libre comercio con varios países de la región Asia-Pacífico, se presentó a finales del 2022.
En conversación con CRÓNICAS, Paganini explicó que a pesar de que el PCT era un elemento necesario, es otro más dentro de una variedad de condiciones necesarias. Si bien por un tema de orden de solicitud China y Taiwán están primero, el ministro dijo que probablemente Costa Rica y Uruguay sean los que tienen más posibilidades de entrar al Cptpp. “Es por consenso. Puede pasar que algún país se oponga, como Australia, porque somos competidores en la carne y la leche. Creo que no, que hay buena onda, pero hay intereses. Los competidores son los que son iguales a vos. Los demás países no son complicados. Es un proceso complicado de negociación. En principio no te pueden vetar por el interés económico. No pueden decir, ‘no te dejo entrar porque sos competidor’, pero pueden querer trancarte”, aseguró Paganini.
Obstáculos a sortear
Gonzalo Oleggini, consultor internacional y miembro evaluador del Tribunal de Ingreso y Ascenso en el Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo a CRÓNICAS que Uruguay “siempre tiene muchos deberes” y que a veces son concretados cuando hay necesidades para el comercio exterior. Por esto, el Cptpp empujó al PCT como “un tema que se tendría que haber resuelto muchos años antes”.
De aquí a la aceptación de la solicitud, quedan de por medio ciertos obstáculos que escapan al control de Uruguay. La mayoría de los acuerdos “están en una posición muy stand by”, y el acuerdo del Transpacífico no es la excepción, ya que está inmerso en una inestabilidad geopolítica a nivel global -en un año característico por la cantidad de elecciones presidenciales en todo el mundo- que implica a las alianzas de Estados Unidos, Europa y algunos países de Asia y, por otro lado, a China, Rusia e Irán. “Estamos hablando de que tenemos prácticamente en las puerta una posible guerra entre China y Taiwán. ¿Quién puede pensar que vayan a ingresar como socios al mismo tiempo los dos? Lo comercial muchas veces queda por detrás de lo político”, reflexionó Oleggini.
El consultor opinó que, seguramente, exista alguna definición antes de fin de año sobre quiénes pueden llegar a ingresar. Las novedades aún no serían para Uruguay, pero podrían clarificar el escenario sobre el resto de los candidatos. Costa Rica, que se postuló previamente, tiene la ventaja de que no está condicionado por un bloque comercial como sí sucede para Uruguay con el Mercosur. “Creo que eso les genera un poco de dudas a los países del Cptpp. Una de las preguntas que se hacen es, ‘¿cómo es tu relación con el Mercosur a partir de ingresar en este acuerdo?’”, explicó.
Oleggini destacó que el subsecretario de Relaciones Exteriores, Nicolás Albertoni, visitó a varios países adheridos al Cptpp, especialmente a los que son comercialmente competidores como Australia y Nueva Zelanda. “Son países agrícolas, y nosotros, futuros competidores. Eso pesa, sabemos que al momento de avanzar, son países que van a tratar de disminuir la velocidad”, explicó, coincidiendo con Paganini.
Desde el punto de vista del voto, todos los países del bloque tienen el mismo peso en la toma de decisiones. Con la gran variedad de países en cuanto a sus características, Oleggini asegura que todos tienen un peso relevante. No obstante, desde el punto de vista político, hay diferencias de peso entre Australia y Nueva Zelanda que “dependen del tamaño de su economía”. Nueva Zelanda “es un país pequeño como Uruguay” por lo que pesaría menos dentro de este acuerdo en particular, frente al peso económico y político de Australia.
No parece prioridad
Oleggini lamentó que en las plataformas de los candidatos de cara a las próximas elecciones de octubre, la inserción internacional no ocupe realmente el lugar que a él le gustaría. “La mayoría de los candidatos obviamente hablan de estar a favor de la inserción, pero en las plataformas no se ven los ‘cómos’. Hoy no es parte de la discusión como debería”, puntualizó.
El consultor agregó que las prioridades deberían ser una mejora de la promoción comercial externa y una fusión entre el Ministerio de Turismo, Uruguay XXI y algunas oficinas dedicadas al comercio dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, para aprovechar recursos y generar un “Ministerio de Comercio Exterior y Turismo”.
Por otra parte, planteó la necesidad de tomar definiciones en cuanto a la posición uruguaya dentro del Mercosur y generar una hoja de ruta para priorizar acuerdos comerciales con países convenientes de acuerdo a los recursos humanos disponibles, que serían China, la Unión Europea y Estados Unidos. Como plan b, propuso crear caminos con otras potencias que hoy están en desarrollo, por ejemplo, Indonesia y Vietnam.
