Ante la polémica en torno a los oftalmólogos cubanos que, aunque ejercen, reprobaron el examen para revalidar su título en Uruguay, autoridades del SMU explicaron a CRÓNICAS el trasfondo de lo sucedido. El problema de fondo, aseguran, es la falta de recursos humanos que azota al sistema de salud. De esta manera, según el presidente del SMU, Gustavo Grecco, “hoy se forman la cantidad de especialistas que se pueden formar y no la cantidad que se necesitan”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El comienzo de la semana vio iniciar una polémica. En el suplemento Qué Pasa, del diario El País, un artículo informaba sobre oftalmólogos cubanos que llevaban a cabo intervenciones quirúrgicas en el Hospital de Ojos y que, recientemente, perdieron un examen que les permite revalidar su título a través de la UdelaR.
Según explicó a CRÓNICAS Julio Trostchansky, expresidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la reválida del título de médico general se estableció justamente para poder desempeñarse profesionalmente en Uruguay dentro del marco de un convenio entre ambos países. De esta manera, profundizó, que para el desempeño de la actividad que realizan, se asume también que esos médicos están aptos para realizar una determinada tarea pautada en el convenio.
Sin embargo, el convenio no se establece para el ejercicio de la oftalmología en Uruguay sino para el tratamiento de determinadas patologías en particular, como es el caso de la cirugía de cataratas.
Ahora bien, “cuando el colega cubano quiere actuar como oftalmólogo general, ahí sí tiene que hacer el título de reválida”, afirmó Trostchansky. “Ya no se trata solo del área específica para el cual se pidió que vinieran esos colegas a nuestro país, sino se trata de ejercer la especialidad en su generalidad”, continuó.
En este sentido, el actual presidente del SMU, Gustavo Grecco, coincidió con su antecesor, y agregó: “Inferir que (los colegas cubanos) no tienen habilidades o competencias suficientes como para haber hecho lo que hicieron, creo que es un error”.
De esta manera, ambos médicos hicieron hincapié en el contexto del problema, más allá de la situación particular del Hospital de Ojos: la falta de recursos humanos en la salud.
En foco
En el sistema de salud, según Trostchansky, se encuentran profesionales de distintas áreas que se desempeñan como especialistas sin haber obtenido formalmente el título. También se puede dar que pierden el examen final, pero desarrollaron una capacitación que, para él, “les permite actuar de manera no cien por ciento segura pero sí con el conocimiento de la especialidad, por lo menos en términos generales”.
En la misma línea, Grecco insistió en que este fenómeno no es nuevo. “Hace tiempo el sindicato reconoce que hay una escasez de especialistas”, sostuvo y añadió que el problema se acentúa al norte del Río Negro.
Así, recalcó que la principal dificultad radica en distribuir “los escasos recursos humanos disponibles de manera adecuada para cubrir la demanda de la población uruguaya y ser asistido por colegas titulados en cualquier rincón del país”.
“Esto, hoy, merece una profunda revisión”, aseveró el presidente del SMU.
Fuera de foco
Tanto Trostchansky como Grecco apuntaron que el diálogo en el sistema de salud no es óptimo.
De acuerdo con Trostchansky, “no se ha dado la necesaria interacción” entre el Ministerio de Salud y la Facultad de Medicina “para poder establecer cuáles son las necesidades de la sociedad”. Grecco, por su parte, fue más allá: Uruguay “no tiene una planificación adecuada” entre gobierno, academia y sindicato en recursos humanos.
“Qué especialistas se necesitan, cuántos se necesitan, y de qué manera estimular su radicación en lugares donde hay un déficit evidente” son los principales desafíos del Sistema en este aspecto. “Hoy se forman la cantidad de especialistas que se pueden formar y no la cantidad que se necesitan”, comentó.
Trostchansky apuntó que “no se ha dado la necesaria interacción” entre gobierno y academia “para poder establecer cuáles son las necesidades de la sociedad”
Mirar para adelante
La solución, entonces, sería crear una red interinstitucional para determinar dónde faltan recursos y cómo atacar el problema, opinó Grecco.
De esta forma, pensando en el próximo gobierno, el presidente del SMU señaló que “los problemas están planteados”. Además, el gremio mantiene “la máxima voluntad de diálogo con las autoridades que designe el gobierno entrante”, y están expectantes de conocer quiénes estarán a cargo de la salud.
Para Grecco, “la salud no parece ser un tema prioritario para el sistema político ni para el Partido Nacional”
“Lamentablemente”, indicó, “no tenemos hasta ahora certeza ni de quién va a ser ni de qué partido será. La salud no parece ser un tema prioritario para el sistema político ni para el Partido Nacional”.
Más allá de ello, una vez que sea anunciado el gabinete el próximo lunes 16, será el sindicato el que tome la iniciativa e inicie el diálogo, remarcó. “Estamos dispuestos absolutamente a dialogar, a aportar, a escuchar, a intercambiar, como es la tradición civil y democrática de nuestro país”, finalizó Grecco.
No hacer la vista gorda
Ante la polémica que se despertó en torno al Hospital de Ojos, el diputado nacionalista Martín Lema afirmó en La Diaria que el gobierno electo no tiene la intención de eliminarlo.
Consultado por CRÓNICAS respecto al problema de la falta de recursos médicos especializados, Lema respondió que está al tanto de la situación a nivel general. “No nos hemos centrado en centros de salud concretos”, dijo en relación al Hospital de Ojos, pero sí sostuvo que “le va a corresponder a las autoridades que el presidente electo defina la evaluación y toda la planificación de recursos humanos y el estado de situación inicial”.
De esta manera, dijo que lo primero que se debe hacer es analizar qué profesionales necesita el país, para luego estimular su formación e inserción laboral. Esto teniendo en cuenta, además, que se termine concretando “lo que es la descentralización o lo que es la ocupación de lugares que sean claves de acuerdo a la política sanitaria tratada”.
“Pero hay que hacer una evaluación, una planificación, y después políticas de estímulo para lograr la riqueza de la distribución de los recursos humanos”, concluyó.