Cayó un 20% la venta de gas a granel porque su precio se triplicó desde 2020

Según Graciela Apariquian, vicepresidenta de la Cámara Uruguaya de Gas Licuado

Durante la pandemia no se vieron grandes afectaciones a las ventas del sector en general. Sin embargo, sí se vislumbra el traslado del consumo de gas en restaurantes o clubes que se dedican principalmente a turismo o recreación hacia el consumo en hogares. De todos modos, la venta a granel bajó un 20% ya que el precio se ha triplicado desde marzo del 2020.

En diálogo con CRÓNICAS, Graciela Apariquian, vicepresidenta de la Cámara Uruguaya de Gas Licuado, comentó que el sector se mantiene en una situación estable y que “trabaja normalmente en todos los sentidos”.

Además, aludió a la negociación que se mantiene abierta en los Consejos de Salarios de manera muy optimista.

“No hay nada que nos preocupe. En los Consejos de Salarios lo que se está haciendo está prácticamente muy cerca de cerrarse”, auguró Apariquian.

Consultada por el período pandémico, la ejecutiva recordó que el sector se vio afectado en niveles que significaron un fiel reflejo de lo que pasó en el mercado uruguayo.

“Desde la cámara observamos que algunos restaurantes que han cerrado no han podido saldar sus cuentas porque han tenido quebrantos o no estaban en condiciones de pagar facturas que quedaron pendientes. Pero las empresas fueron lidiando con esa situación. Y, en general, no afectó al servicio doméstico”, relató la entrevistada.

Perdiendo terreno

No obstante, Apariquian supo reconocer la situación que se evidencia en la venta de gas a granel. En este caso, se ha perdido un 20% de las ventas desde marzo de 2020 ya que -desde esa fecha- ha triplicado su precio.

“El Estado subsidia el gas envasado para mantener su precio. No fue así con el gas a granel, que no tiene ningún subsidio. Ha ido aumentando de tal manera que estamos en precios de paridad de importación”, aclaró.

Pero no solamente sucede en las ventas a gran escala, sino que también existe la sensación en el sector en general. Desde la cámara perciben que el rubro va perdiendo competitividad frente a la electricidad, que compite con mucha ventaja porque sus fuentes no tienen variaciones de costos; por el contrario, la tecnología la ha hecho más competitiva.

“El Estado está muy agresivo con la venta en tarifas, en electrodomésticos. Y además, incide mucho el petróleo, que se triplicó desde marzo de 2020 a la fecha”, argumentó

Sin embargo, aunque el precio se haya elevado tanto, en algunos usos continúa siendo conveniente frente a la electricidad; por ejemplo en mercados que usan cocción o calentamiento de agua.

“El que tiene un calentador a gas calienta agua a menor costo que el que lo hace con uno eléctrico. Pero ocurre que el gas hoy cuesta tres veces más. Esto aún no se destaca en el uso doméstico gracias a que el Estado trata de mantenerlo a un precio competitivo, porque es un combustible que consume, sobre todo, gente de bajos recursos”, explicó la vicepresidenta.


Conflictividad

Sobre la conflictividad en el sector, Apariquian consideró que ha habido focos de disputas, pero nada significativo.

En suma, relató que las empresas del sector coinciden en los consejos de salarios, donde se marcan los laudos, pero cada empresa lo hace con diferentes criterios. “Eso significa que alguna empresa del sector no da ciertos beneficios porque los brinda de otra forma. Muchas veces lo que sucede es que determinadas empresas dan de una manera y otras de otra”, concluyó la ejecutiva.