Ceres identificó potenciales ahorros en el gasto público uruguayo a través de la IA

“Nuestra única opción es gastar de manera eficiente”, afirmó su coordinadora de investigación

El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) publicó un estudio del gasto público en Uruguay, para el cual se apoyaron en el desarrollo de una inteligencia artificial (IA). Mediante su uso, buscaron identificar áreas de superposición o duplicación en el presupuesto, que podrían indicar vías de ahorro significativo para el Estado. CRÓNICAS dialogó con Florencia Betancor, coordinadora de investigación en la consultora, quien explicó el proceso, señaló algunos ejemplos de esta fragmentación e indicó experiencias a nivel internacional para reducir estas ineficiencias.

La motivación de Ceres de realizar este estudio, explicó Betancor, nace de la situación actual del gasto público. Por un lado, hay áreas “claves para nuestro desarrollo” como la primera infancia, la salud o la vivienda, que necesitan una mayor inversión. Por otro lado, “hay poco margen fiscal” para realizar estos cambios: la carga tributaria en nuestro país ya es elevada, y el endeudamiento continúa. “La única alternativa que nos queda es gastar de manera más eficiente”, concluyó.

Es a partir de esta idea que Ceres comenzó a estudiar el tema, y el primer hallazgo en su diagnóstico fue que en Uruguay existe una gran fragmentación institucional a la hora de abordar el presupuesto. Según el informe, al asignar los montos correspondientes por organismo sucede que “múltiples dependencias del Estado tienen competencias u objetivos similares”. Esto lleva a que se generen duplicaciones y superposiciones en entidades y programas, y “problemas de coordinación y de responsabilización” dentro de los mismos, comentó Betancor.

¿Cómo funciona el modelo?

Para crear el modelo, la consultora recopiló la información de base necesaria, es decir, los cometidos de las distintas entidades del Estado, el presupuesto nacional y demás. Esto fue ingresado a un modelo de IA que lee todos estos textos, y de manera automática revisa las similitudes. La ventaja que tiene la IA versus otro instrumento, como la búsqueda de palabras, es que identifica términos similares, por más de que los conceptos estén expresados de forma ligeramente diferente.

A partir de esto, los investigadores hicieron dos usos de esta herramienta. Por un lado, para tener “un pantallazo general” de la fragmentación, hicieron “clústeres”, es decir, agrupaciones por similitudes en estos cometidos de las entidades. Allí identificaron 43 agrupaciones. A modo de ejemplo, Betancor mencionó que el modelo armó una agrupación relacionada al cambio climático y sostenibilidad, donde encontró 13 cometidos del Ministerio de Ambiente, tres cometidos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, tres del Ministerio de Vivienda, y uno del Ministerio de Industria, Energía y Minería. “Ahí hay un ejemplo de fragmentación, porque es un mismo tema que está solapado entre varios organismos”, señaló.

Por otro lado, quisieron enfocarse en áreas concretas, que definieron como “clave”. Así fue que indagaron particularmente en vivienda, primera infancia y apoyo a las pymes. En el último caso, por ejemplo, el estudio arrojó que hay 11 entidades que lo tienen como cometido, y que el tema involucra a 1.165 empleados y US$ 106 millones de inversión.

Experiencias internacionales

El problema de la ineficiencia es algo que se repite en muchos países en el mundo, por lo que ya ha habido intentos de reducirla. Ceres pone como ejemplo una oficina estatal en Estados Unidos que se llama GAO (Government Accountability Office, por sus siglas en inglés), que se dedica a identificar estas fragmentaciones. Se calcula que para el 2023, este organismo ahorró al Estado norteamericano alrededor de US$ 70.000 millones, lo cual equivale al 1,1% del gasto total.

También hay una tendencia en la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de revisión del gasto público, que consiste en hacer análisis exhaustivos y permanentes del presupuesto. “Esto genera grandes ahorros, y se recomienda que se haga durante el primer año de gobierno, por lo que nos parecía relevante poner este informe sobre la mesa dado el timing actual”, apuntó Betancor.

Otra propuesta que se ha implementado en otros lugares es la presupuestación por resultados. Esto, para la investigadora, requiere un “cambio de paradigma” aún mayor, ya que implica modificar el foco de la asignación. En lugar de hacerse en base a organismos, como ocurre acá, se haría en base a programas, a nivel más micro, lo cual hace que esté mucho más atado “al desempeño y los resultados”.


Una herramienta para el sector político

La intención de la consultora es ofrecer esta herramienta al sector político para que puedan valerse de la misma a la hora de asignar el presupuesto, y por ello le han dado gran difusión, para que tenga un buen alcance. De hecho, según Betancor, ha habido acercamientos por parte del ámbito político, dentro y fuera del gobierno, con interés concreto en el instrumento, e incluso de países vecinos.