El Plan Ceibal organizó el primer Mundial de Robótica FLL en Latinoamérica, con una importante participación de equipos uruguayos y de la región. En diálogo con CRÓNICAS, Magela Fuzzati, jefa de laboratorios digitales de Plan Ceibal, expresó que el evento fue “un intercambio cultural de aprendizaje”. Además, destacó cómo se está cambiando la educación para que los jóvenes desarrollen un “pensamiento computacional”.
Del 30 de mayo al 1º de junio pasado, se desarrolló en el Antel Arena el primer mundial de robótica FLL en Latinoamérica, organizado por el Plan Ceibal.
Los participantes tenían que desarrollar un proyecto que debía centrarse en la salud -tanto física como mental- del astronauta en el espacio. La misión de los equipos era buscar soluciones innovadoras a problemas que pueden pasar en órbita, o mejorar alguna ya existente.
De esta instancia participaron 13 equipos uruguayos que habían sido ganadores en distintas áreas en la edición pasada de las olimpíadas nacionales de robótica, programación y videojuegos. En la competición, que se realiza desde el 2014, participan chicos de todas partes del país. Del Mundial, además, participaron jóvenes procedentes de diversos países de la región.
En diálogo con CRÓNICAS, Magela Fuzzati expresó que los equipos uruguayos tuvieron una muy buena participación en la competencia. En esa misma línea, mencionó que los jurados destacaron el rendimiento de nuestros jóvenes.
En la clasificación final, el equipo procedente de Brasil, Big Bang, obtuvo el primer lugar, seguido por su compatriota Tecnoway, mientras que en tercer lugar se ubicaron los uruguayos de Migbotics, que en abril pasado participaron del torneo World Festival en Houston. En total fueron cinco los equipos uruguayos que obtuvieron premios en distintas áreas.
“Fue un intercambio cultural de aprendizaje”, destacó. A su vez, resaltó la invención uruguaya de hacer alianzas con otros equipos procedentes de otras naciones. El diferencial de esta modalidad, es que si los grupos “aliados” saben manejar los robots de ambos, suman más puntos en la competencia. A su vez, esto sirve para que se produzca un “ida y vuelta” de conocimientos y vivencias.
Fuzzati señaló que lo que están intentando hacer desde el organismo es cambiar la forma en la que piensan los jóvenes. Se busca que tengan un “pensamiento computacional”, para de esta forma promover la exploración como herramienta para el aprendizaje basado en proyectos, desarrollar el pensamiento crítico y alentar a la innovación, entre otros.
“Nosotros queremos que aprendan a resolver problemas. Que el problema se resuelva desde la robótica, es un plus y es lo que pretendemos”, añadió. Es por eso, que se está trabajando con más de 2.000 grupos de diferentes escuelas del país, además, de también hacerlo con 150 grupos en educación media, en pensamiento computacional.
La experta explicó que la robótica en el país, con los años, se ha ido descentralizando de Montevideo. Prueba de ello es que actualmente participan jóvenes de todo el país, con buenos proyectos, y logran importantes reconocimientos.