La conflictividad laboral tuvo un incremento del 87% en julio de 2022 en relación al mismo período del año pasado, mientras que disminuyó la sectorial un 77% con respecto al mes de junio, según el informe que elabora el Departamento de Estudios Organizacionales de la Universidad Católica.
La conflictividad global creció un 35% en julio en comparación con el mes anterior, lo que se debe a un paro general parcial del día 7 de junio en defensa de la negociación colectiva. Allí se reclamó por el rol social de las empresas públicas y por la generación de empleo de calidad. Además, la conflictividad sectorial descendió si no se considera el paro general de junio.
En julio se registraron 11 conflictos con interrupción de actividades, cuatro de las cuales venían de meses previos. En total, por estos conflictos se perdieron 155.668 jornadas laborales, involucrándose 198.285 trabajadores.
A su vez, el sector de la educación registró la conflictividad más alta, con un 49%, mientras que el rubro de la construcción tuvo un 15%, la industria manufacturera 12%, la salud 2%, la banca 19% y otros sectores 3%.
Una de las principales causas fueron las reivindicaciones salariales. Aunque varias ya se solucionaron, todavía siguen en discusión y podría realizarse un nuevo paro.