La pospandemia sigue causando una importante caída en las ventas de los supermercados debido a distintos factores como la baja del salario real y la apertura de fronteras, que hace que los consumidores modifiquen sus hábitos de compra. En este aspecto, CRÓNICAS dialogó con el gerente general de la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU), Daniel Menéndez, quien explicó la situación actual, el aumento de precios, el comportamiento de los consumidores y las perspectivas a mediano y largo plazo.
Por Antonella Echenique | @Echenique_Anto
En ese marco, Menéndez sostuvo que la baja se está dando desde julio de 2020. “En los primeros cuatro meses de la pandemia las personas se preocupaban por el stock, luego se dieron cuenta de que eso no tenía mucho sentido y las ventas comenzaron a bajar”, indicó.
También, dijo que hubo veranos “muy complicados” y la apertura de frontera sin protocolos provocó un flujo importante de personas y un incremento en el contrabando.
Con respecto a los productos que han tenido mayor alza de precios mencionó que se movió más la carne, ya que depende de los mercados internacionales. “Tuvo un tiempo que fue firme al alza, pero últimamente comenzó a disminuir”, afirmó.
En la misma línea, explicó que las frutas y verduras son “un tema complejo” debido a que dependen mucho del clima. “A veces se te va de las manos un precio, pero después de dos meses se acomodó y se aterrizó, pero subió otro”, ejemplificó.
Consultado sobre si el aumento de precios hace que tomen mayor relevancia las segundas marcas, remarcó: “Sí, esto siempre pasó, pero no solo con el incremento de precios. Si se mira para atrás no tenemos un desborde de precios como se mencionó en algún momento, ya que el promedio de inflación de los últimos 10 años en Uruguay es de 8%, es decir, tenemos un problema de inflación estructural que no es de ahora”.
Expectativas para lo que resta del año
Menéndez indicó que “las ventas se van a mantener como vienen, a la baja, porque las personas van a estar desconcentradas con las compras por el mundial”.
Por otro lado, afirmó que se espera otro “mal verano”, ya que la situación de Argentina no ayuda a que la clase media de ese país venga a Uruguay.
En ese sentido, comentó que el año pasado cerraron casi un 20% por debajo y la expectativa es que este año estará igual.
No hubo un desborde de precios
Por otro lado, desde una visión más personal, el ejecutivo señaló que “este año hubo un par de frutas y verduras que subieron mucho, entonces, la inflación se fue al 8,5% y enseguida se empezó armar un escándalo de precios”.
En la misma línea, dijo que “se malinterpretó y se sumó a una discusión política y quedó como que hubo un desborde de precios, pero en realidad fue una baja en los ingresos en estos últimos tres años”.
Asimismo, declaró que esto se visualiza en las gráficas: cuando baja el ingreso medio de los hogares automáticamente cae la venta en los supermercados, y cuando sube el ingreso la venta se incrementa.
Agregó que la disminución de ingresos implica que mucha gente se incline al contrabando, lo cual perjudica las ventas en los comercios. “Se calcula que el contrabando está en US$ 600 millones”, indicó.