La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) organizó y llevó a cabo un conversatorio bajo la consigna “Claves para un mayor crecimiento sostenido en Uruguay”, en donde expusieron sus puntos de vista distintos especialistas. En un encuentro que buscó fomentar la reflexión y el intercambio de posturas acerca de los desafíos de Uruguay para crecer, cada uno de los integrantes compartió sus posturas sobre lo que debería hacerse para lograr un mayor crecimiento y bienestar de la sociedad en general.
Los oradores del conversatorio fueron la profesora e investigadora de la Universidad de Montevideo (UM), Ana Inés Balsa; el director del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay, Javier de Haedo; el director ejecutivo de Ceres, Ignacio Munyo; el socio de CPA Ferrere, Gabriel Oddone; y el expresidente del Banco Central, Ricardo Pascale. La mesa estuvo moderada por el periodista Emiliano Cotelo.
La presidenta de la ACDE, Rosario Gonzáles Stewart, manifestó en su oratoria que la misión de la asociación es “apoyar a los dirigentes de empresas para transformar sus negocios e incidir en el entorno a través de una gestión basada en la dignidad de las personas y el bien común”.
La mirada de los especialistas
De Haedo hizo hincapié en la tasa de crecimiento de la economía a largo plazo, que según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), está en 2,1%, sobre lo que consideró que “es muy bajo ese crecimiento económico a largo plazo, para un país en nuestro estadio de desarrollo y más todavía para la demanda de políticas públicas que tiene nuestra sociedad”.
Por su parte, Balsa señaló que el ritmo acelerado de la innovación tiene la “potencialidad” de aumentar la productividad y de brindar “mayores ingresos y niveles de bienestar”, pero advirtió que es algo que marca desafíos vinculados a la automatización.
Munyo, quien destacó que la agenda del futuro de Uruguay debe poner especial atención en el futuro del trabajo, resaltó la importancia de sostener la inversión pública con crecimiento, pero “repartiendo diferente”.
Según entiende Oddone, en tanto, Uruguay debe apostar a acelerar el crecimiento para “acortar la brecha con los países a los que queremos parecernos”, y afirmó que es necesario “hacer un esfuerzo decidido en mejorar la productividad de los factores en Uruguay y eso requiere reformas que tienen que ver con la inserción externa, que está obsoleta”.
En el mismo sentido, argumentó que “el problema es que el 80% de la población uruguaya trabaja en el sector no transable. ¿Dónde va a trabajar la gente de este sector, que tiene que ser reducido en su tamaño? ¿Es el sector transable que lo va a ocupar? ¿Dónde están las habilidades educativas del sector no transable, al que tenemos que mover hacia el transable?”.
Por último, Pascale puso énfasis en el “lento crecimiento con sinuosidades” que ha tenido Uruguay y agregó que la preocupación está en “la divergencia que hay con otros países que antes eran referentes”. A su vez, destacó la estabilidad, la cultura económica del país y la democracia plena que posee.